No es un disco volador. Se trata del Estadio Maracaná,
en su momento para 200 mil espectadores y hoy para
87 mil, tras ser remodelado.
El resultado de Chile 0, Uruguay 1 en Copa América marca varias realidades. Una, que los charrúas con su garra y fútbol práctico ganaron su grupo. Dos, que Chile pese a su esfuerzo no dio con la tecla del éxito esta vez.
En todo caso la ilusión está en alto y habrá que anhelar una necesaria mentalización positiva para que las huestes de Rueda intenten reencontrar ante los colombianos la ruta del triunfo.
Recordemos que desde ahora el que pierde se va eliminado, sin más.
Tomando en cuenta los malos aprontes de la selección de Chile para Copa América y la falta de fe de los aficionados, habría motivos para estar conformes tras los tres partidos jugados hasta ahora por los nuestros en Copa América, goleando a Japón, ganando con algún grado de dificultad a Ecuador y perdiendo frente a Uruguay, dándole batalla y siendo superior en largos pasajes.
Bien se sabe que dominar sin concretar en el fútbol es fatal. Habiendo estado a punto de convertir en varias ocasiones Chile, su rival fue mas certero y a 12 minutos del final un cabezazo del incombustible Edinson Cavani decretó el definitivo 0-1 y definió además que los charrúas jugarán este sábado ante Perú, mientras que nosotros lo haremos el viernes frente a Colombia, hasta ahora el mejor equipo de la Copa, con victorias ante Argentina, Qatar e incluso con muchos suplentes contra Paraguay.
Los seis puntos obtenidos por Chile contra Japón y Ecuador lo que le valió al equipo compatriota ser segundo en su grupo no son cosa menor, si vemos que Paraguay entró como uno de los mejores terceros a cuartos de final pese a sus escuálidos dos puntos.
El DT de Chile Reinaldo Rueda optó ante Uruguay por prescindir de jugadores acosados por tarjetas amarillas o indispuestos físicamente. Por tanto no estuvieron Isla, Fuenzalida, Beasejour ni Vidal.
Un hecho policial empañó la jornada en el Maracaná, cuando un espectador ingresó aparatosamente a la cancha bien avanzado el partido, siendo obstruido en su carrerón violentamente por el zaguero de Chile Gonzalo Jara y luego dominado por los guardias.
Los futbolistas uruguayos pidieron al árbitro la expulsión de Jara lo que en circunstancias normales correspondería por cuanto un futbolista no debe agredir a nadie del público.
No obstante esta vez, a mi entender, hay un gran atenuante para Jara. Él no actuó contra aquel individuo fuera de la cancha, sino que dentro de ella, al encontrarse en el campo con el tipo, culpable además de atentar contra el sistema nervioso de los deportistas entrando a su hábitat en pleno desarrollo del partido. Basta ya que los exhibicionistas quieran ganar su minuto de fama, penetrando a las canchas impunemente.
Recordemos que desde ahora el que pierde se va eliminado, sin más.
Tomando en cuenta los malos aprontes de la selección de Chile para Copa América y la falta de fe de los aficionados, habría motivos para estar conformes tras los tres partidos jugados hasta ahora por los nuestros en Copa América, goleando a Japón, ganando con algún grado de dificultad a Ecuador y perdiendo frente a Uruguay, dándole batalla y siendo superior en largos pasajes.
Bien se sabe que dominar sin concretar en el fútbol es fatal. Habiendo estado a punto de convertir en varias ocasiones Chile, su rival fue mas certero y a 12 minutos del final un cabezazo del incombustible Edinson Cavani decretó el definitivo 0-1 y definió además que los charrúas jugarán este sábado ante Perú, mientras que nosotros lo haremos el viernes frente a Colombia, hasta ahora el mejor equipo de la Copa, con victorias ante Argentina, Qatar e incluso con muchos suplentes contra Paraguay.
Los seis puntos obtenidos por Chile contra Japón y Ecuador lo que le valió al equipo compatriota ser segundo en su grupo no son cosa menor, si vemos que Paraguay entró como uno de los mejores terceros a cuartos de final pese a sus escuálidos dos puntos.
El DT de Chile Reinaldo Rueda optó ante Uruguay por prescindir de jugadores acosados por tarjetas amarillas o indispuestos físicamente. Por tanto no estuvieron Isla, Fuenzalida, Beasejour ni Vidal.
Un hecho policial empañó la jornada en el Maracaná, cuando un espectador ingresó aparatosamente a la cancha bien avanzado el partido, siendo obstruido en su carrerón violentamente por el zaguero de Chile Gonzalo Jara y luego dominado por los guardias.
Los futbolistas uruguayos pidieron al árbitro la expulsión de Jara lo que en circunstancias normales correspondería por cuanto un futbolista no debe agredir a nadie del público.
No obstante esta vez, a mi entender, hay un gran atenuante para Jara. Él no actuó contra aquel individuo fuera de la cancha, sino que dentro de ella, al encontrarse en el campo con el tipo, culpable además de atentar contra el sistema nervioso de los deportistas entrando a su hábitat en pleno desarrollo del partido. Basta ya que los exhibicionistas quieran ganar su minuto de fama, penetrando a las canchas impunemente.
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12 comentarios:
Mencionas la falta de fe del aficionado. En cambio en el Perú, a pesar de los malos resultados últimos y de otros tiempos, la fe del hincha peruano es firme como la roca. Siempre digo que si la gente tuviera la cuarta parte del hincha peruano el mundo sería diferente... para mejor, claro.
Y eso es bueno, Gabriela. Contagia, lo que puede servir para que el Perú levante su juego justamente ante uno de los aspirantes al título, como lo es Uruguay.
Suerte en el próximo partido Esteban y a seguir en la copa. Mi amiga uruguaya está.
feliz.
Un abrazo.
Me imagino, Laura, lo feliz que debe estar tu amiga Uruguaya. Hay pocas naciones en que el fervor futbolístico es total y de siempre. Por algo es un país que teniendo nada más que tres millones de habitantes, ha sido dos veces campeón mundial y otras dos campeón olímpico.
Retribuyo abrazo con saludos para los gatos, el gallo y las gallinas de tu campo, tan bien retratados todos en tu blog.
Que pena que o Chile perdeu! Porém pelo que entendi ainda assim passou à fase seguinte pois só agora vão começar as eliminatórias.
Que tenha melhor sorte para a próxima.
Abraço
Dejando aparte de que tontos y violentos los hay en todo sitios. Solo me queda desearos mucha suerte para la próxima confrontación, ya que a partir de ahora te la juegas partido a partido y ya no valen excusas.
Un fuerte abrazo.
Efectivamente Elvira. Antes del partido ambos equipos ya estaban clasificados para cuartos de final. Solo faltaba saber quién jugaba contra Perú y quién contra Colombia en calidad de primero y segundo de su grupo.
Gracias por tus buenos deseos.
Abrazo.
Sin duda Manuel. Ya no valen excusas en esta fase. Pierdes y te vas. Pero ahí radica la belleza y esencia del fútbol en su máxima expresión.
Abrazo retribuido.
Lástima la no concreción, sabido es que Uruguay es aguerrido y pone toda su pasión y saber en cada partido. No sabía lo de Jara, sería una lástima que lo sancionaran, seguramente fue una reacción natural. Lo nuestro es un desastre y creo que ganarle a Catar no fue hazaña pues tampoco son tan buenos.Un abrazo grandote y éxito en el próximo.
Gracias RosaMaría.
Lo de Jara parece haber recibido vista gorda de las autoridades del fútbol internacional, porque aunque los reglamentos indican sanción, no pueden apoyar a un delincuente (es eso) que entra a la cancha, interrumpe el espectáculo con escándalo y pretende salir arrancando impunemente. Jara en otras ocasiones muy desacreditado por actitudes antideportivas, esta vez hizo de justiciero y como ha sucedido no merecía sanción sino aplausos.
También me ha sorprendido la selección de Argentina por sus inesperadas dificultades para avanzar. Hoy tiene ante Venezuela, de enorme progreso (hablo de fútbol) la gran ocasión de reverdecer laureles.
Otro abrazo grandote.
Un saludo colombiano, estimado amigo Esteban. A pocos minutos de comenzar el partido Chile - Colombia)solamente me queda desear que sea un bonito juego... el fútbol es para disfrutarlo, que gane quien mejor administre la pelota y tenga la puntería necesaria para hacer los goles.
Un abrazo.
Retribuyo el saludo, estimado poeta Rafael. Fue un partido estremecedor de ida y vuelta en que ambas selecciones hicieron méritos de sobra, pero debía sobrevivir solo una.
Abrazo.
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