Apenas terminó el partido del pasado jueves por Copa Libertadores entre Peñarol de Montevideo y nuestra Universidad Católica, subí un post que tuvo corta vida publicado, por una falla de blogger.
Son demasiadas las satisfacciones que nos da a los cibernautas este medio, como para no perdonar algun error del gigante de las comunicaciones.
Han pasado ya suficientes horas como para republicar aquel post, sino para reaccionar ante lo que fue la tónica fundamental de ese encuentro en tierras uruguayas. Es que en un partido muy parejo, Peñarol ganó dos a cero con lo que se considera dos errores gravísimos del muchas veces elogiado portero del equipo chileno, Paulo Garcés.
En este punto preciso mi opinión, porque es muy fácil hacer leña del árbol caído. En el segundo gol charrúa, Garcés quiso apurar lo más posible el rechazo hacia el pórtico rival porque ya se jugaban tres minutos de descuento y se estaban acabando las opciones de empate. En su intento, no esperó el pique que iba a dar la pelota ante un centro de larga distancia y en su precipitación el balón le rebotó, circunstancia aprovechada por Martinuccio para convertir. En todo caso fue una falla que no admite mayores excusas y que deja a los uruguayos con una ventaja de dos goles para la revancha del próximo jueves en casa.
Pero donde se ha actuado con evidente injusticia es en responsabilizar también al portero de la UC en forma exclusiva del primer gol, a los 36 minutos del primer tiempo.
Fue un centro desde la izquierda.El bueno de Paulo salió a colgarse de la pelota, para lo cual ostensiblemente le gritó a sus defensas con el objetivo de que no interfirieran en su ruta. De un modo absolutamente irracional, sin lógica y absurdo, el zaguero Hans Martínez obstruyó el salto de Garcés echando su cuerpo hacia atrás y derribando al golero. De haber sido un jugador de Peñarol, se hubiera tratado de una clara infracción que invalidaba absolutamente la jugada. Pero como Martínez es futbolista de la UC, no solamente siguió la acción, sino que Olivera tocó suavemente la pelota al escaparsele en su caída a Garcés, marcando el 1-0 a favor de los locales.
Durante y después del partido se han levantado voces muy críticas en contra del arquero acá en Chile, y de mofa en la prensa uruguaya, agradeciendo los dos " regalos".
Sin embargo mientras más veo el video de la jugada, más me convenzo que el error central en el primer gol fue de Hans Martínez, pero nadie le pasa la cuenta al defensa. Incluso hay voces que indican que si un portero toma la decisión de ir a cortar un centro aéreo su responsabilidad es absoluta.
Ese predicamento es válido en la medida en que no aparezca en su camino un defensor despistado, que no solamente impide su salto en libertad, sino que además lo hace caer.
Nota posterior:
Tras algunos días "renació" el post aludido, luego de la inacción de blogger y que está anterior a este, con sus respectivos comentarios.
Cabe reconocer que las escasas fallas del sistema blogger, se ven compensadas ciertamente con una reparación total de sus errores.