martes, febrero 28, 2012

Atlas, la antipasión


Hay una estupenda producción argentina de televisión, que aparece semanalmente por Fox Sports con el nombre de Atlas, la Otra Pasión.
Se trata de un seguimiento a las actividades de un humilde club de aficionados, que jugando en el equivalente a la quinta división de su país, lucha en medio de las carencias propias de su condición contra sus iguales, en busca de ascender paulatinamente a categorías mayores del fútbol argentino.

Debido a la cobertura televisiva que ya data de varios años, el modesto Atlas se ha hecho conocido, respetado y admirado en todos los países cubiertos por la cadena Fox, que son prácticamente todas las naciones, al menos, de nuestro continente.

Como la información de los encuentros de la quinta división trasandina no son mayormente divulgados en la prensa tradicional, cada cotejo de Atlas resumido por Fox semanalmente, en el marco de un programa de una hora de duración aproximada, concita el natural interés por su desarrollo, al desconocer los tele espectadores en su gran mayoría el resultado del partido. Ello va aparejado con los aprontes, los relatos, los comentarios y las entrevistas, al más puro estilo de las grandes ligas mundiales.

En lo personal me pasa algo especial las veces que veo el programa sobre Atlas. Instintivamente tiendo a apoyar espiritual y mentalmente a los rivales de Atlas, que son equipos habitualmente desamparados de toda promoción publicitaria y que, solamente al jugar contra Atlas, ganan alguna figuración masiva internacional.

Uno de los slogans del programa hace referencia a que justamente por su connotación televisiva internacional, Atlas es “el equipo del continente”.
¡Cuidado! También puede suceder, como en mi caso, que por solidaridad con los más débiles, terminemos por “hinchar” por los adversarios de Atlas.

Reconozco la incuestionable gran idea, al hacer sus realizadores de Atlas, un suceso continental.
Tuvo la suerte el equipo marrón de ser el favorecido, como pudo haber sido cualquier otro de su condición. Tal vez en ese caso, yo fuera partidario de Atlas.

martes, febrero 21, 2012

Solo quiero "recuperrar" mi perro

Matías Campos

Asombra la cantidad de equivocaciones que se observa a diario en los caracteres colocados al pie de las noticias y en otros programas, presentados en televisión.

Por mucho que los encargados deban actuar con lógica rapidez, es inadmisible tanta cantidad de faltas de ortografía, errores en apellidos y letras de más o de menos que surgen ante el televidente chileno.Incluso hay casos que provocan risa. Hace poco en el Canal Mega en una crónica acerca del deseo de su dueña para que su apreciado can volviese con ella, se podía leer "solo quiero recuperrar mi perro".

En el ámbito deportivo el asunto es peor. El aparente desconocimiento de la actividad por parte de las personas que generan esos caracteres y la falta de control de calidad en la materia, hacen posible que al nuevo jugador peruano de la Universidad de Chile Raúl Ruidíaz lo hagan aparecer simplemente en calidad de... Raúl Ruiz, como si diera lo mismo.

No habría que extrañarse, en todo caso. Un famoso comunicador radial parece que no se convencía que hay apellidos alternativos a los clásicos Ruiz y Díaz, y lo mencionaba tras la llegada a Chile del futbolista, como Raúl Ruizdíaz.

Pero volviendo a lo de los caracteres en la pantalla chica, también en el ámbito deportivo, hay un jugador actualmente en Universidad Católica que al debutar hace algunos años en Audax Italiano, fue mencionado por la prensa deportiva como Matías Campos Toro, para diferenciarlo de otro futbolista del mismo equipo, Matías Campos López.

Sucede que muy luego Campos López abandonó el club itálico, pero por la costumbre, el otro Matías Campos seguía siendo nombrado como Campos Toro. Entonces Campos "Toro" fue llamado a la selección nacional y contrariamente a los demás integrantes del plantel de Claudio Borghi quienes eran mencionados como es normal solamente por su nombre y su primer apellido, Campos seguía siendo Campos Toro, haciendo creer a muchos que se trataba de un apellido compuesto.

Hace poco en un partido de Copa Libertadores, la cadena Fox lo publicó en la formación de los equipos como CAMPOSTORO, en una interpretación bastante novedosa. El partido era transmitido por televisión desde Chile, con personal chileno, y se supondría que también debería haber existido algún grado de "control de calidad" en beneficio de los espectadores de decenas de países.

Vuelvo a mencionar una vieja frase de un antiguo programa radial chileno, en que cada día uno de sus protagonistas asombrado por diferentes situaciones surgidas en aquel radioteatro, clamaba implorante:
"Señor...dame tu fortaleza".

martes, febrero 14, 2012

Nombres propios bochornosos



Agussstin, Agxstin, Agustiin, Agusthinn.

Pese a que nuestra ley permite que en Chile los oficiales del Registro Civil puedan rechazar denominaciones que signifiquen menoscabo a "las víctimas", las fórmulas explicadas más arriba aparecen entre los nombres aceptados en tiempos recientes.

En otra oportunidad ya he mencionado el tema en este blog. Personalmente me es difícil comprender el grado de masoquismo de determinados padres de familia, o tutores, al complicarle la vida a priori al indefenso ser.

También se ha informado que el nombre Monserrat, tiene variantes como Monscerrad, Monserrap (algún papá debe tener problemas al oído), Montserrat, Monsserratt, Montzerrath.

El tradicional Scarlett es para madres o padres desinformados Escarled, Escarhett, Eskarlet, Sccarletts, Skarlette.

El italianísimo Francesca es deformado tan infaustamente para "deleite" del inocente bebé en su futuro, en forma de Francheska, Franscesca, Franshyeska, Franchezka.

A un simple Matías lo "monstruofican" como Mathiaz, Mattia, Matihas (Dios me libre), Mathiias o Mattyas.

Un individuo que en el futuro pudiese ser Nicolás, lo convierten en Nhícolas, Nicklas, Nicolhas, Nikolaz o Nycolas.

En verdad, si la vida nos presenta tantas pruebas por superar, es demencial que las nuevas especies humanas deban llevar además el fardo gratuito de los caprichos de los mayores, sin derecho ni posibilidades de rebeldía.

Cuando me padre llegó a Chile en el lejano 1939, desesperaba porque no captaban la forma en que-por entonces- se escribía nuestro apellido. "Löb con puntitos sobre la o" decía convincente, pero lo que ponían eran...puntos suspensivos.

El mundo ha evolucionado en 73 años, aunque la mentalidad poco futurista de algunos progenitores pareciera que no lo ha hecho.

miércoles, febrero 08, 2012

El vino del señor cura



En marzo debería estar funcionando la nueva Ley de Tránsito en Chile. Ella endurece las penas, dado el catastrófico registro de muertes y lesiones graves que generan conductores ebrios o bajo los efectos del alcohol.

Hay quienes lamentan, me incluyo, que pese al aumento de las sanciones, el todavía proyecto de ley no contempla mayor dureza que el quitar de por vida su derecho a conducir, al que cause muerte en las condiciones citadas. De modo que si usted está "curado como huasca"(así decimos en Chile), pero su víctima no fallece, alguna vez podrá volver a conducir.

El tema, contrariamente a lo que se puede suponer, ha generado debates en el Parlamento que serían risibles, si no fuera por sus implicaciones trágicas.


Un destacado senador ha ironizado acerca del aumento en el límite de alcoholemia aceptable, el que pretende ser aumentado notoriamente, al decir que con ese nuevo nivel, el cura de las iglesias de algunas zonas, que viaja domingo a domingo de una parroquia a otra, no podría conducir debido a que con el alcohol al que le obligan sus funciones al hacer misa, excedería el máximo legal permitido.

Uno de sus colegas también muy renombrado, que es hijo de un ex Presidente de la República y que además es de su misma coalisión política, le replicó diciendo que nadie pide que el señor cura no haga las misas. Lo que sí se pide, en ese caso, es que simplemente...no maneje.

miércoles, febrero 01, 2012

Las cosas de los idiomas

La Torre de Babel, símbolo eterno de idiomas incomprendidos.

A propósito del post anterior, en que remarco que piscina es la expresión en muchos países de habla hispana para la palabra piletas, en uso en Argentina y otras de nuestras naciones, en la costa chilena era muy común antaño escuchar entre las multitudes congregadas en las playas, a vendedores de manjar blanco o pan de huevo. Sin embargo la enorme cantidad de turistas argentinos que nos honran con su presencia estival, ha hecho que esos vendedores súbitamente cambien el pregonar pan de huevo por pan de nata, apenas escuchan el sonsonete trasandino, agregando el dulce de leche en lugar de manjar blanco.

Siendo de origen común nuestras raíces y nuestra lengua, extraña esa diferencia al expresarnos. En otra oportunidad me he referido a que mientras las guaguas son los bebés en Chile, en naciones del centro de nuestro continente ellas son…buses del transporte colectivo.

Un dominicano quedaría estupefacto si le dijéramos que llevamos a la guagua en brazos, o un chileno se asombraría al oír a un colombiano que dijera que mucha gente se sube a la guagua.

Me queda la duda en todo caso por si alguna vez yo fuese a Perú, Ecuador, Venezuela o México, o hasta España, por ejemplo, y si el sol quemase en demasía, acaso debería acudir a una pileta o a una piscina. Recuerdo que en idioma alemán la piscina o pileta se llama Schwimbad, equivalente a algo así como baño de nadar.