jueves, noviembre 30, 2006

El niño gol

La gira a Europa de la selección chilena de fútbol que preparaba Fernando Riera para el Mundial en casa en 1962, no tuvo, lógicamente, la resonancia que habría tenido en nuestros días. Ello se debía a la falta de cobertura periodistica en el estilo actual, con radios, canales de TV y diarios insertos en esos viajes. En Radio Prat recurrimos para informar debidamente, a un sistema que ahora parece primario, pero que en su momento era eficiente. El de los teletipos.
No todos los medios podían darse el lujo de contar en sus instalaciones con tal avance, de modo que conseguimos albergue para el efecto en el diario El Mercurio, en su vieja casona de calle Compañía.
Y con micrófono abierto para interrumpir cualquier disco o lo que fuera, me correspondió seguir al minuto el partido de nuestro equipo en la ciudad alemana de Stuttgart, ante la poderosa selección germana.
En días previos, compañeros de trabajo habían hecho lo mismo para Radio Prat en otros encuentros de esa gira, como por ejemplo el desastroso debut en París en que Francia nos goleó 6 a 0.
Creo que nunca antes ni nunca después viví un partido internacional de un modo tan singular. Primero me correspondió informar, claro, de la formación de los equipos, cantidad de público en el estadio y detalles similares.
No había entonces en el cable de teletipos, la información amplia que permite seguir un cotejo deportivo como hoy "on line", jugada por jugada.
Tan solo había que remitirse a lo básico, que era movimiento del marcador, término del primer tiempo y término del partido.
Al final, tras algunos minutos, las agencias internacionales de noticias harían un recuento más completo, que incluía comentarios.
Por ahí cerca de los 30 minutos de iniciado el match, la máquina que entre tanto refería una enorme cantidad de otras noticias desde todo el mundo, provocó nuestra expectación al anunciar STUTTGART, URGENTE.
Verlo y salir al aire de inmediato fue un solo acto. Debe haber sido el gol más lento de la historia, porque cobraba fuerza a medida que se generaban las letras en el teletipo. Era, más o menos, así: " A los...29 minu...tos...del pri... mer tiem...po, el delan...tero...de la...selección chi...le...na de fút...bol, Juan Soto,...abre... el marca...dor. Ale..mania 0, Chi...le 1."
Por cierto los puntos suspensivos reemplazan la demora que parecía eterna, con que la máquina muy precaria dada la época, parecía atormentar nuestra ansiedad entre letra y letra, palabra y palabra.
Juan Soto, jugador de Colo Colo, apodado "El niño gol" daba, de ese modo, satisfacción al anhelo de victoria, aunque parcial, de millones de hinchas chilenos... pese a que a la larga el encuentro terminó con triunfo alemán por 2 a 1.
Sin embargo, era parte del extenso camino preparatorio para el Mundial del 62, en que terminamos terceros, aunque por esas "cosas del fútbol", como se suele decir, en la nómina de convocados definitivamente por Riera no figurara, entre otros que hicieron la campaña, el niño gol.
Los llamados, en definitiva, como centro delanteros, fueron Honorino Landa y Carlos Campos.

jueves, noviembre 23, 2006

Radio Prat





En un post anterior me refería a Radio Prat, que marcó historia en su rubro, más allá de la connotación de su nombre.

Cabe recordar que esa emisora trajo al charro Jorge Negrete a Chile, por allá en 1945.
Allí hizo sus primeras armas en Santiago, tras sus inicios en el sur y un rápido paso por Cooperativa Vitalicia, Raúl Matas, y se efectuaban ya a mediados de la década de los años 50 interesantes espectáculos tipo show cada noche, en un auditorio situado junto a sus estudios y oficinas, en ese entonces en calle Santa Lucía de la capital, frente al cerro.
Durante meses, recuerdo, las estrellas principales eran Silvia Infantas y los Baqueanos.

Lo que quiero contar ahora data de fines de los años 50.

Yo me había iniciado casi simultáneamente en la actividad, en Radio Continental y en Radio Prat.
Por 1954 participaba en Así Marcha el Deporte, con Raimundo Loézar Moreno y su equipo.
Lo notable del caso, también impensable hoy en día, es que terminado el programa a las 20 horas, nos ibamos caminando TODOS quienes lo habíamos hecho, por Moneda hasta la calle Nueva York, donde estaban los estudios de Radio La Americana. Y allí, a las 20. 30 horas repetíamos lo mismo que habíamos dicho en la Prat, con otra característica musical-eso sí- y bajo el nombre de Sinopsis del Deporte.
Eran distintos los auspiciadores y don Raimundo, que hacía de empresario, arrendaba las dos medias horas de lunes a viernes, tanto en Prat como en La Americana. Pero el fútbol lo transmitíamos en Radio Prat, haciéndole la competencia- entre otras- a...La Americana, donde campeaba el equipo dirigido por Héctor "Pituto" González y su sobrino, Luis Vicentini, hijo del exitoso boxeador chileno del mismo nombre.
En Radio Prat eran animadores y locutores, entre otras voces, Mario Barahona, desde hace décadas trabajando en emisoras de idioma español en los Estados Unidos y un joven y promisorio...Enrique Maluenda.
Ahora doy un salto en el tiempo, para referir una inolvidable experiencia personal.
En la misma Radio Prat, ya ubicada en calle Mac Iver, el director de deportes de la emisora por 1958, Nicanor Molinare de la Plaza, pensó con razón que había que hacer algo para transmitir la parte final del Mundial de Fútbol en Suecia.
Pónganse, eso sí, en la realidad de la época. Por cierto no había televisión. En Chile recién se estaba haciendo TV experimentalmente casi, en Valparaíso y en el Canal de la Universidad de Chile, ubicado en la Escuela de Ingeniería en calle Beaucheff. Tampoco nadie transmitía por radio desde Estocolmo y las demás ciudades de esa nación. Desde luego, Chile había quedado eliminado y no participaba del Mundial. Los argentinos, tras una horrible campaña, se habían ido en la primera vuelta en canchas suecas...y con ello sus poderosas radios en onda corta, también.

La solución era Brasil. Jugarían la semifinal los amarillos contra Francia.
Entonces sintonizamos un gigantesco receptor de onda corta, conocido como Halicrafter o algo por el estilo.
Pero Nicanor, hombre de consolidado prestigio en la época no quiso arriesgar su fama con razón y se arrepintió de hacer lo que tenía planeado. Tampoco se atrevió Abraham Dueñas, de modo que el que se tiró a los leones fue quién escribe, imbuido con toda la vitalidad y el atrevimiento de sus entonces 22 años.
Con unos enormes fonos, yo escuchaba a duras penas una transmisión brasileña, que llegaba llena de interferencias por onda corta y además, lógico, en idioma portugués. Como simultáneamente debía relatar, se me perdía más "el original". Ante las dificultades, total ya estábamos lanzados y había que "echarle pa'lante", Nicanor instaló una especie de mapa sobre la mesa, con los nombres de los jugadores y debido a que él escuchaba mejor por el hecho que no debía hablar al mismo tiempo, me indicaba con sus dedos los supuestos desplazamientos de los futbolistas en la lejana Suecia. Yo me basaba como "fuente informativa" en lo poco que alcanzaba a oír y en las diestras manos de Nicanor.
Una aclaración. En todo momento dijimos lo que estábamos haciendo. No pretendíamos transmitir desde Estocolmo y revelábamos que la narración tenía como orígen una estación brasileña.
Fue tal el éxito que nos atrevimos a más.
Era un miercoles y la final Brasil- Suecia iba a ser el domingo siguiente.
Nos preparamos con esmero. Repetimos todo. El "mapa" con los jugadores estaba mucho más elaborado. Y me lancé en esa espectacular final en que Garrincha y Pelé hicieron de las suyas.
Chile- o Santiago y en provincias hasta donde alcanzara la onda, para ser precisos- vibró con esa final que terminó 5 a 2 para la "verdeamarela".
Lo único malo es que con tanta interferencia no reparé en el último gol de los brasileños, que fue sobre la hora, y en Radio Prat sólo ganó Brasil por... 4 a 2. No obstante el mapa y los dedos de Nicanor.
Claramente, eran otros tiempos.

lunes, noviembre 20, 2006

Mendoza sin chilenos

Godoy Cruz es un club ascendido no hace mucho a la primera división del fútbol argentino. Originario de Mendoza, sus dirigentes soñaban con la gran asistencia y enorme recaudación que se generería en los dos próximos partidos como local, ante los históricos River Plate y Racing de Buenos Aires.

MIL HINCHAS CHILENOS, aproximadamente, ya habían reservado o comprado sus entradas para estar presentes en algún partido de un torneo tan apasionante como el trasandino. Nótese que se trata de chilenos en buena onda, no de los que buscan el odio, asaltan minimarkets en la ruta, insultan y ofenden como gran parte de Los de Abajo, La Garra Blanca y otras seudo organizaciones similares.

Pero NO. Sucede que a los chilenos que soñaban con que con sólo cruzar la cordillera se podrían empapar de la pasíón del fútbol argentino en vivo, y a otros miles de aficionados locales (Godoy Cruz esperaba 35 mil personas en cada partido) la propia AFA, Asociación del Fútbol Argentino, les jugó chueco.

Debido a graves incidentes acaecidos hace poco en canchas de Buenos Aires, motivados por el comportamiento de los llamados "barras bravas", se determinó que hasta fin de campeonato en TODOS los estadios podrán concurrir exclusivamente los socios del equipo local. Ni los demás hinchas ni los socios y partidarios del equipo contrario. En este caso, unas 6 mil personas asociadas a Godoy Cruz. Nadie más.

Es como cuando don Otto vendió el sofá para que no lo engañara su esposa.

Los violentistas del fútbol argentino ayer triunfaron de nuevo, al impedir la salida del bus con los jugadores de San Lorenzo para su partido contra Racing, argumentando que "el fútbol no se juega sin hinchas".

En lo conceptual pueden tener razón, pero en la práctica fueron más fuertes que la policía. Salieron con la suya. Lograron suspender el partido.

Aquí hemos vivido episodios similares. Ayer vándalos vestidos de azul lanzaron piedras contra los jugadores de Antofagasta, afortunadamente con mala puntería.

Mientras en Argentina, Chile y otros de nuestros países no exista la voluntad política de actuar contra el vandalismo en las canchas con decisión, no habrá remedio a este mal.

En Inglaterra se erradicó en los estadios la presencia de los hooligans, terror de terrores. Mientras todos ellos, absolutamente identificados, deben firmar ante la policía a la hora de los partidos, las familias, la gente sana de espíritu, va a las canchas y no se necesita ni siquiera reja olímpìca, porque a nadie en su sano juicio se le ocurriría entrar al césped, escenario exclusivo para los deportistas y árbitros.

En Argentina y en Chile "parchamos " soluciones con lo que como pasa hoy en el país vecino, se toman medidas que afectan a los bien intencionados a quienes no dejan ir a los estadios, mientras los agresivos siguen haciendo de las suyas impunemente.

jueves, noviembre 16, 2006

¿Que es "morarse"?

Mi nieta Teresita de actuales seis años, me preguntó cuando tenía cuatro: "Opa (así les dicen a los abuelos de orígen alemán) ¿qué es morarse?"
Me costó darme cuenta que se refería a enamorarse, porque-después lo supe-un compañero de su Jardín confesaba que estaba enamorado de ella.

Hago la introducción, debido a que algo tan normal como enamorarse puede ser motivo de sorpresa y dudas para algunos, o algunas, incluso semánticas, mientras no se llegue por lo menos...a los 5 años de edad.

Me acordé de esta anécdota, porque mi hija dentista y mi sobrino médico, quedaron estupefactos al saber de una trama de telenovela, en que los principios de la medicina y sus métodos, fundamentalmente, eran trastrocados.

Tal como en el caso de Teresita quién no sabía qué es "morarse", en esta situación mi hija y mi sobrino sostenían que es inadmisible algo que el resto de las personas podía considerar de lo más normal.
Conversábamos en sobremesa, de la trama de Esas Mujeres, telenovela presentada en Chilevisión cada noche, y que siendo muchísimo mejor en argumento y variedad de escenas que su antecesora La Esclava Isaura, sorprendentemente ha marcado una audiencia bastante menor.

Pero ese no era el tema. Lo que pasa es que en uno de los capítulos de Esas Mujeres, uno de los protagonistas es baleado en el corazón. Luego se hacen esfuerzos por sacarle la bala y se asume como un éxito haberlo conseguido.
Esto para cualquier neófito en medicina puede ser considerado absolutamente normal y dentro de toda lógica.
Pero al saber cómo se había procedido en la telenovela, mi hija y mi sobrino se espantaron.

Decían que sacar la bala era lo menos importante. Había que sopesar y buscar solución a los daños que en esas circunstancias se habían generado en el organismo que, por las características del disparo, al centro del corazón, deberían ser enormes.

Dijimos, los no involucrados en la ciencia médica, en el marco de la tertulia, que, bueno...qué tanto... es ficción, pero se nos replicó que por muy ficción que sea, las telenovelas en esos aspectos deberían tener ribetes confiables, al suponer acciones de redención en el marco de la salud.

Me pareció una discusión interesante, aún cuando de no ser por mi hija y mi sobrino, no se me habría ocurrido que en el caso expuesto, sacar o no la bala del pecho del personaje, era secundario.
Me sentí entonces, tan inocente en la materia, como mi nietecita en su momento, al preguntar qué es "morarse"

lunes, noviembre 13, 2006

La vieja pregunta del vaso medio lleno...o medio vacío

Es lógico que en las narraciones de un partido de la selección chilena, si es que Salas no convierte un penal, eso se lamente desde el relator del cotejo hasta el más alejado hincha. Pero no lo es cuando los partidarios de Everton, Antofagasta, Colo Colo y otros miles y miles no caben en sí de alegría porque la "U" más que "El Matador" no haya podido convertir desde los llamados 12 pasos. Los de Colo Colo por la clásica rivalidad y los viñamarinos y nortinos porque la derrota de Universidad de Chile los puede llevar a los Play Off.
Cuando en la víspera en el Estadio Nacional el penal se desperdició, la reacción de quienes nos hablaban desde el Canal del Fútbol fue de una pena infinita, traslucida plenamente. Y eso que Salas no desvió, lo que lo habría convertido por descarte en principal protagonista de la trama.
El penal se lo atajó BRILLANTE, NOTABLEMENTE el arquero de Santiago Morning, Gonzalo Heuman.
Esa era la connotación del momento. Ver el vaso medio lleno. Esa era la noticia. Esa habría sido la connotación más a tono. Dicha con entusiasmo y admiración.
Pero no. Todo pasó por lamentaciones en tono bajo, sin pensarse que lo que era motivo de angustia para los azules, se convertía en máximo júbilo para otros.
La volada espectacular y exitosa de Heuman quedó minimizada y triunfó de nuevo la vieja historia del vaso medio vacío. Salas había desperdiciado el penal. El mérito de quién se lo contuvo valía hongo.
Incluso se dijo que el tiro había sido especial para el lucimiento del portero. A media altura, levemente a su derecha. Como si fuera tan fácil atajar un penal, como si no valiera el esperar el momento del disparo sin moverse antes, como si no fuera plausible lanzarse justo y con gran precisión, en suma: como si los éxitos de un equipo chico ya descendido, valieran mil veces menos que los de Colo Colo, las Universidades o Cobreloa.
Y ya que hablamos del CDF, sería bueno que a sus suscriptores, entre los que me cuento, no nos martiricen más con la majadería del anuncio promocional en el sentido que "esa jugada no la hizo ni un galáctico ni un brasilero"... en vez de brasileño.
Con ese criterio empecemos a hablar también de peruaros, argentiros o colombiaros.

sábado, noviembre 11, 2006

Escalera Mecánica

Será porque se recomienda no olvidarse de la actividad física, el hecho es que mientras me desplazo por donde sea, lo hago a buen ritmo y tratando de no tener segundos muertos en los movimientos.
Por lo mismo me produce urticaria que al llegar a una escalera mecánica la gente no se inmuta y espera tranquilamente que la máquina la suba o baje a destino, sin pretender ni por asomo avanzar simultáneamente algunos peldaños.
Claro que el de esas personas es un excelente ejemplo de calma, no apurarse porque sí nomás, tomarse la vida con soda.
Pero después no nos quejemos de sobrepeso, falta de respiración, y otros males.
Mientras veo como me cortan el impulso de movimiento rápido, observo en las escaleras mecánicas a señoras un tanto obesas a las que les haría nada de mal algún tipo de ejercicio, incluyendo el avance por impulso propio.
Y no solo señoras excedidas en kilos, sino personas de toda condición, a las que tampoco les debería afectar-por el contrario- el avanzar en las escaleras mecánicas, por su propia decisión.
Ahora, si uno está atrasado, la imposibilidad de poder avanzar por la escalera mecánica es más frustrante todavía, pero habrá que comprender que posiblemente los que van delante "detenidos", vivirán más años debido a su calma, en contra de nuestra impaciencia, siempre que su supuesto mayor peso no les juegue negativamente.

miércoles, noviembre 08, 2006

Gardel

Gentil oyente, lamento que a usted lo hayan engañado. La noticia que le han dado carece de fundamento. Si Gardel hubiera muerto en el trágico accidente, el tango, su confidente, habría muerto con el. Y ni el tango ni Gardel jamás han enmudecido y hoy de gala se han vestido para llegar hasta usted.
De este modo empezaba durante varias décadas un programa diario que se transmitió rotativamente en radios La Americana, Aurora de Chile, Cruz del Sur y otras.
Me tocó animarlo en mis comienzos en la actividad. Corría la década de los años 50. El creador y productor del espacio era a la vez un apasionado del Zorzal Criollo. Se trataba de Galvarino Villouta, quién destacó también como compositor de música popular.
En los años 60 Villouta creó, entre otras canciones, Marcianita, que fue muy difundida en su momento.
En radio Aurora de Chile, antecesora de Cruz del Sur y sucesora de radio El Mercurio, me correspondió presentar cada día a las 12 horas, el programa de Villouta... es decir, el programa de Gardel.
A don Galvarino por su veneración al "Moreno del Abasto", como se denominó también a esa asombrosa voz del tango, le decían con simpatía y no con sorna "la viuda de Gardel", porque su esfuerzo por rememorar a diario al ídolo, era remarcable.
Yo me sentía como pez en el agua presentando a Gardel, porque hasta hoy lo considero notable.
Tras el encabezado que expongo al comienzo, surgía el zorzal con su clásico Mi Buenos Aires Querido, como introducción, por algunos segundos.
Y así, con sus tangos y milongas clásicas, Gardel copaba el espacio radial, con gran éxito de sintonía.

lunes, noviembre 06, 2006

La ponderación de Wirth

Una notable demostración de ponderación, calma y autocrítica expresó el joven arquero de Universidad Católica Rainer Wirth, tras el partido en que su equipo perdiera con Colo Colo, en el Estadio Nacional. Tras un fallo errado del árbitro Rubén Selman, Wirth fue batido por única vez en la tarde, con el gol de Humberto Suazo.
Al ser consultado una vez terminado el encuentro, Wirth no hizo pasar la derrota por el árbitro, sino que ponderó "la gran actuación de Colo Colo", juzgando que por ese motivo la UC fue derrotada. Estimó con razón que el penal que se le sancionó no fue tal, pero dijo comprender que el juez, en décimas de segundo debe resolver y se puede equivocar.
También expresó una frase para el bronce, muy válida: "a los hinchas de Católica no debemos darles explicaciones, sino triunfos".
El hijo de quién fuese otrora excelente arquero de la propia UC, de la "U", de Cobreloa, de Colo Colo, de Everton y de la selección nacional, tuvo tranquilidad de espíritu, la que no acompañó a varios de su corral.
El propio Presidente de Católica, Jorge O' Ryan, olvidando que los dirigentes deben ser cautos y verdaderos guías espirituales de sus huestes, arremetió contra el desempeño de Selman, atribuyéndole intenciones malévolas contra su club.
Lo mismo hizo el capitán del equipo, Francisco Arrué, quién también descalificó a Selman, juzgando que siempre quiere "perjudicar" a Católica.
La actitud del Presidente de los cruzados y del capitán del primer equipo rayan en la tozudez más absoluta. Si Selman, quién por cierto tuvo una mala tarde, hubiese querido perjudicar a Universidad Católica, no habría expulsado al colocolino Ormeño ni sancionado el penal a favor de los de San Carlos de Apoquindo, por lo demás dilapidado por Luis Nuñez.
El contraste evidente entre las declaraciones del mejor hombre de la UC en la tarde de Ñuñoa, Rainer Wirth,
y el destemplado decir de O'Ryan y Arrué, son una demostración palpable en el sentido que quienes por su rango deben tener mayor tolerancia, tendrían que aplacar sus ímpetus y buscar las razones del contraste, en los propios errores del equipo.
Bien dijo Selman que él no tira los penales, en alusión al lanzamiento de pena máxima que fue desperdiciado por Católica.
Ahora es verdad que al menos se debió sancionar un penal más, a favor de la UC, porque en el centro de Eros Pérez la pelota da en la mano desproporcionadamente extendida por parte del defensa de Colo Colo, el colombiano González.
En cuánto a reacciones destempladas también las hubo en el bando ganador. Alvaro Ormeño fue expulsado con toda razón tras una acción brusca reiterada. Pero sin ninguna autocrítica el jugador culpó al árbitro, igualmente, por su prematura salida. Que Ormeño no cuente hasta 10 antes de accionar y luego comentar, no es extraño, porque su padre, el ex defensor de Colo Colo, Raúl Ormeño, fue protagonista de una de las escenas menos recordables en la historia del fútbol chileno.
Chile jugaba contra Brasil en Santiago, en las eliminatorias para el mundial de 1990, que desembocaron en el famoso "Maracanazo" de Roberto Rojas, en el partido de vuelta. Pues bien; a los pocos minutos de comenzado el encuentro en el Estadio Nacional, resultó expulsado Romario, lo que abría extraordinarias opciones para nuestro equipo.
Estábamos en casa, con nuestro público y con el astro mayor de los amarillos ya expulsado.
Sin embargo, asombrosamente, Raúl Ormeño en mitad de cancha (lo que grafica la inutilidad absoluta de la acción) embistió con violencia extrema al brasileño Branco, por lo que también dejó a los chilenos con un jugador menos, lo que a la larga posibilitó un magro resultado de uno a uno, que condicionó la actuación de Chile en el resto de los cotejos.
En suma, ni Raúl Ormeño entonces, ni Alvaro Ormeño, Jorge OR'yan y Pancho Arrué ayer, tuvieron la templanza de contar hasta 10, antes de actuar o declarar, cosa que sí hace y muy bien Rainer Wirth.

miércoles, noviembre 01, 2006

¿Avenida La Paz? No. Avenida Los Hoyos

Con mi señora fuimos esta tarde al Cementerio General.
Al subir desde la Costanera Norte hacia avenida La Paz, nos encontramos con la mayor cantidad de hoyos (o eventos, según una ex Intendente) que la imaginación humana pueda suponer para tan corto espacio de cuadras. Toda una gama de esos "eventos".
Largos, anchos, profundos, superficiales, pequeños, medianos o enormes, simplemente elefantiásicos. Los conductores hacían los mismos movimientos que Schumacher o Alonso para tratar de esquivar rivales en Fórmula Uno.
Pero nada. Cuando se le hacía el quite a un "evento", aparecía por el otro costado uno peor.
Incluso en el centro de la pista hay una verdadera quebrada. Al divisar ese milésimo centésimo octagésimo "evento, y al no alcanzar a irme hacia un costado con el auto, opté por disminuir la velocidad casi a cero, pero igual el coche rebotó como si fuera una pelota.
Aunque claramente no es así, cualquiera podría suponer que hay concomitancia entre la desidia de las autoridades en la materia y los talleres de reparación de neumáticos y vehículos en general.
Sorprende que esto esté vigente en una avenida tan concurrida, como que accede al principal cementerio del país.
No es atenuante que algunas cuadras más al norte se estén haciendo trabajos de otro tipo, ensanchamiento o qué sé yo, porque la indiferencia ante los atroces "eventos" del comienzo de la arteria es inadmisible.
Hoy la comprobaron miles y miles de personas que iban simultáneamente a homenajear a sus muertos.
Está claro que esta situación deplorable la viven a diario quienes por razones de trabajo o estudio circulan por ahí. Incluso es ruta alternativa hacia el Instituto Médico Legal, el Hospital Psiquiátrico y el J.J. Aguirre.