viernes, agosto 31, 2007

Romance incomprendido

Me voy a ir a la "cochiguagua". Esta es una expresión muy chilena, que significa hacerlo fácil...ser llevado por el coche de la guagua. (En Chile llamamos guagua a los bebés). Y digo que me voy a ir a la cochiguagua, porque recurro nuevamente a un fácil expediente. Reproducir otro de mis escritos, debido a la comprobación que a ustedes les gustan las anécdotas y porque ciertamente la mayoría de mis lectores actuales, no lo eran hace exactamente un año, en que publiqué aquello. Doy las disculpas a los que pudieran conocer el texto desde entonces.




lunes, septiembre 04, 2006


Radio Chronos

Nunca trabajé en Radio Chronos. Se trataba de una emisora, de corta vida en el dial capitalino, que solamente daba la hora. Nada más. Y lo hacía cada minuto. Entre tanto se pasaba publicidad. De modo que la sintonía lógica de la emisora, por auditor, era máximo de 60 segundos. No había razón para escucharla después de eso. Por lo tanto, grande fue mi asombro al llegar por esa época, mediados de la década de los años 60, a la casa de la que entonces era mi polola y es desde casi 37 años mi esposa, y oír de fondo la mencionada Radio Chronos por el resto del tiempo de mi permanencia aquel atardecer, en la vetusta casona del barrio de la Plaza Brasil, en la capital.

Acontecía que el padre de la niña por mí pretendida, enchapado absolutamente a la antigua, consideraba que era impropia la visita de un extraño(para él) en horario tan avanzado del día. Estamos hablando de minutos después de las 20 horas.¡¡¡¡¡¡!!!!!. Por ello, don Jorge ponía la Radio Chronos a todo volumen desde el segundo piso de la residencia, para que el moscardón que en la planta baja conversaba con su hija, se cerciorara que ya era muy tarde, por lo cual debía emprender la retirada. Pero sucede que ese moscardón, que era yo, no captaba la indirecta y pensaba en cómo era posible que alguien sintonizara la Chronos por tanto rato.

PD: Para los amigos de fuera del país, polola es en Chile algo así como novia... en primer grado.

lunes, agosto 27, 2007

El gol que se lo comió el viento

Debido al interés con que ustedes, estimados amigos, siguieron la anécdota anterior, me permito reproducir una publicada en noviembre del año pasado, época en que todavia muchos no me favorecían con sus visitas.

El hecho es similar al vivido por Darío Verdugo unos 15 años antes, pero me pasó a mí y en esa ocasión, simplemente se me perdió un gol de la final del Mundial de Fútbol en Suecia.

Jueves, 23 de noviembre de 2006


Radio Prat



En un post anterior me refería a Radio Prat, que marcó historia en su rubro, más allá de la connotación de su nombre.
Cabe recordar que esa emisora trajo al charro Jorge Negrete a Chile, por allá en 1945.

Allí hizo sus primeras armas en Santiago, tras sus inicios en el sur y un rápido paso por Cooperativa Vitalicia, Raúl Matas, y se efectuaban ya a mediados de la década de los años 50 interesantes espectáculos tipo show cada noche, en un auditorio situado junto a sus estudios y oficinas, en ese entonces en calle Santa Lucía de la capital, frente al cerro.
Durante meses, recuerdo, las estrellas principales eran Silvia Infantas y los Baqueanos.
Lo que quiero contar ahora data de fines de los años 50.
Yo me había iniciado casi simultáneamente en la actividad, en Radio Continental y en Radio Prat.
Por 1954 participaba en Así Marcha el Deporte, con Raimundo Loézar Moreno y su equipo.

Lo notable del caso, también impensable hoy en día, es que terminado el programa a las 20 horas, nos ibamos caminando TODOS quienes lo habíamos hecho, por Moneda hasta la calle Nueva York, donde estaban los estudios de Radio La Americana. Y allí, a las 20. 30 horas repetíamos lo mismo que habíamos dicho en la Prat, con otra característica musical-eso sí- y bajo el nombre de Sinopsis del Deporte.

Eran distintos los auspiciadores y don Raimundo, que hacía de empresario, arrendaba las dos medias horas de lunes a viernes, tanto en Prat como en La Americana. Pero el fútbol lo transmitíamos en Radio Prat, haciéndole la competencia- entre otras- a...La Americana, donde campeaba el equipo dirigido por Héctor "Pituto" González y su sobrino, Luis Vicentini, hijo del exitoso boxeador chileno del mismo nombre.

En Radio Prat eran animadores y locutores, entre otras voces, Mario Barahona, desde hace décadas trabajando en emisoras de idioma español en los Estados Unidos y un joven y promisorio...Enrique Maluenda.

Ahora doy un salto en el tiempo, para referir una inolvidable experiencia personal.

En la misma Radio Prat, ya ubicada en calle Mac Iver, el director de deportes de la emisora por 1958, Nicanor Molinare de la Plaza, pensó con razón que había que hacer algo para transmitir la parte final del Mundial de Fútbol en Suecia.

Pónganse, eso sí, en la realidad de la época. Por cierto no había televisión. En Chile recién se estaba haciendo TV experimentalmente casi, en Valparaíso y en el Canal de la Universidad de Chile, ubicado en la Escuela de Ingeniería en calle Beaucheff. Tampoco nadie transmitía por radio desde Estocolmo y las demás ciudades de esa nación. Desde luego, Chile había quedado eliminado y no participaba del Mundial. Los argentinos, tras una horrible campaña, se habían ido en la primera vuelta en canchas suecas...y con ello sus poderosas radios en onda corta, también.
La solución era Brasil. Jugarían la semifinal los amarillos contra Francia.
Entonces sintonizamos un gigantesco receptor de onda corta, conocido como Halicrafter o algo por el estilo.

Pero Nicanor, hombre de consolidado prestigio en la época no quiso arriesgar su fama con razón y se arrepintió de hacer lo que tenía planeado. Tampoco se atrevió Abraham Dueñas, de modo que el que se tiró a los leones fue quién escribe, imbuido con toda la vitalidad y el atrevimiento de sus entonces 22 años.

Con unos enormes fonos, yo escuchaba a duras penas una transmisión brasileña, que llegaba llena de interferencias por onda corta y además, lógico, en idioma portugués. Como simultáneamente debía relatar, se me perdía más "el original". Ante las dificultades, total ya estábamos lanzados y había que "echarle pa'lante", Nicanor instaló una especie de mapa sobre la mesa, con los nombres de los jugadores y debido a que él escuchaba mejor por el hecho que no debía hablar al mismo tiempo, me indicaba con sus dedos los supuestos desplazamientos de los futbolistas en la lejana Suecia. Yo me basaba como "fuente informativa" en lo poco que alcanzaba a oír y en las diestras manos de Nicanor.
Una aclaración. En todo momento dijimos lo que estábamos haciendo. No pretendíamos transmitir desde Estocolmo y revelábamos que la narración tenía como orígen una estación brasileña.

Fue tal el éxito que nos atrevimos a más.

Era un miercoles y la final Brasil- Suecia iba a ser el domingo siguiente.

Nos preparamos con esmero. Repetimos todo. El "mapa" con los jugadores estaba mucho más elaborado. Y me lancé en esa espectacular final en que Garrincha y Pelé hicieron de las suyas.

Chile- o Santiago y en provincias hasta donde alcanzara la onda, para ser precisos- vibró con esa final que terminó 5 a 2 para la "verdeamarelha".

Lo único malo es que con tanta interferencia no reparé en el último gol de los brasileños, que fue sobre la hora, y en Radio Prat sólo ganó Brasil por... 4 a 2. No obstante el mapa y los dedos de Nicanor.

Claramente, eran otros tiempos.


jueves, agosto 23, 2007

El gran bochorno

Cuando se desató el reciente terremoto en Perú, Televisión Nacional de Chile presentó con gran rapidez los primeros aspectos del terrible sismo, sacados desde la propia TV de Lima.
En un momento, en ese enlace en directo, la emisora peruana a falta de más noticias como acontece en las instancias iniciales de un suceso de este tipo, anunció que ya en todo el mundo la información causaba preocupación y mostró en el acto lo que TVN había graficado hace pocos segundos.
Todo se veía también por el canal chileno.


Esta situación me recordó un famoso suceso de hace décadas que está enraizado en las anécdotas más sabrosas de la radiodifusión chilena.


Por 1942 o bien por 1943 en pleno desarrollo de la segunda guerra mundial, el continente seguía su vida normal con espectáculos deportivos de alto nivel como los torneos sudamericanos de varios deportes.
Durante un campeonato sudamericano de básquetbol en Lima, la expectación que despertaba el partido de Chile contra Uruguay fue atendida por la entonces radio Cooperativa Vitalicia (actualmente Cooperativa, a secas), que tenía ese nombre debido a ser por la época, de propiedad de la sociedad de rentas de esa denominación.


El entonces muy joven y ya popular relator Darío Verdugo, acometió la tarea de narrar el partido, pero no "in situ", porque la emisora carecía de presupuesto para que lo hiciera desde la capital peruana, en vista de lo cual el narrador se instaló junto a un poderoso receptor de onda corta para captar lo que alguna radio en directo relatara desde allá.


Dicho y hecho: provisto de fonos, los técnicos lograron proveerle de la voz de un narrador de una radio uruguaya que anunciaba el tal partido entre Uruguay y Chile, dando cuenta de los preparativos para el mismo con los equipos ya en cancha.
Empezó el cotejo a la hora anunciada y Darío Verdugo comenzó a narrar repitiendo las evoluciones que de las jugadas daba cuenta su colega, agregando bastante "de su cosecha" personal con mucha imaginación y audacia.


Todo iba perfecto, salvo que pasaron cerca de 10 minutos y el marcador entre Uruguay y Chile seguía cero a cero. Algo insólito por cierto, tratándose de baloncesto.


¿Qué sucedía?. Muy simple y a la vez patético. El narrador a quién escuchaba Verdugo tampoco estaba en Lima, sino que desde Montevideo había captado la poderosa onda corta de Cooperativa Vitalicia y retransmitía lo que Darío propalaba. Uno escuchaba al otro sin saber la verdad del asunto.


Por ese entonces yo tenía seis o siete años y evidentemente no viví la situación ni siquiera como auditor, pero es un hecho tan notable que ha quedado al través del tiempo como una de las anécdotas más formidables de la radiotelefonía chilena.

jueves, agosto 16, 2007

Pacto con barras bravas, inadmisible


Me asombra que la nueva directiva de la "U", mientras por una parte se proyecta en el porvenir como novedosa Sociedad Anónima, por otra anuncie pactos con esa abominable especie conocida en nuestros países como barra brava.

Los mismos individuos envueltos en una sucesión de hechos deplorables y que no obstante eran tratados con guante blanco, más regalías diversas por las anteriores autoridades del club, incluido el Síndico, han amenazado a quién tiene la paciencia de oírlos, con desordenes, caos y otras lindezas de no ser atendidas sus demandas de entradas y apoyo económico. Una "ayuda" con precio fijo, porque no son quedados en sus aspiraciones: 12 millones de pesos mensuales. Esa es la tarifa para que los sujetos prometan portarse bien. Algo parecido a los gangsters de Chicago, que a cambio de dinero garantizaban no dañar a los comerciantes que les pagaban.

Incluso uno de los "ejecutivos" de ese grupo vandálico, fue detenido hace poco por posesión de drogas, lo que no aminora su apetito de regalías.

Mientras en Argentina la muerte de un barrista de River Plate, famoso por sus fechorías, a manos de "colegas" de su mismo club, ensombrece la actividad, acá seguimos capitulando ante estos delincuentes, escudados en el movimiento deportivo, para dar rienda suelta a sus bajas pasiones y, para colmo, amenazar a la parte limpia de la actividad.

Ese lamentable aporte no es patrimonio de Universidad de Chile, porque pasa lo mismo en Colo Colo, la Católica y otros institutos futbolisticos, incluyendo entidades de regiones.

La reciente foto de un barrista de la UC, amenazando con un cuchillo a otro ni siquiera del club rival sino de su mismo bando, es significativa al respecto.

Todos aquellos enajenados que toman el fútbol como factor de odio o generador de pesos por temor, siguen tan campantes pese a leyes como la de violencia en los estadios que ha servido de poco para detener su accionar.

Incluso el líder de Los de Abajo de la "U", hace un tiempo decía que no se imagina algún partido sin la existencia de su grupo de fanáticos. Como lo expresé en un post de hace meses y hoy vale la pena recordar, en tiempos del famoso Ballet Azul, equipo estrella de la década de los 70, no habían aparecido todavía los barras bravas y, no obstante, la gente iba feliz al estadio, bastante menos preocupada que hoy con los desmanes de esos inadaptados.

La conciliadora actitud de muchos directivos con los lideres de esa especie, resulta inaceptable, condenable , entreguista y desconcertante.

viernes, agosto 10, 2007

Un lujo llamado Bielsa


Se confirmó lo que debe ser el mayor acontecimiento del fútbol chileno en las recientes décadas.
El rosarino Marcelo Bielsa, se hará cargo de nuestra selección nacional, que tiene como objetivo central llegar al Mundial de Sudáfrica 2010.
Por paradoja, el primer partido en las clasificatorias sudamericanas en octubre, será precisamente en Buenos Aires ante la Argentina de Alfio Basile.


Al fútbol chileno le hacía falta un golpe de timón y nada más apropiado para realizarlo que un técnico estudioso, particularmente serio en el mejor sentido de la palabra y que impone disciplina por presencia, algo que a la luz de lo acontecido hace poco en Copa América y el año pasado durante una gira por Europa, le hace falta como concepto básico a muchos de nuestros futbolistas.


Hay voces que ya claman que Bielsa y su equipo técnico "son muy caros", pero ante ello el presidente del fútbol chileno ha replicado, con razón, que no se trata de un gasto sino de una inversión.
Es así, porque claramente la sola esperanza de una buena actuación de la roja adulta, generará un entusiasmo general, que aumentará en la medida que seamos protagonistas en la cancha y con Bielsa así debiera ser. Esto se traduce en auspiciadores y la opción cierta de estadio lleno cada vez que se juegue. Aparte del hecho que si Chile llega al Mundial, Bielsa se habrá pagado solo.


En las cartas al director de los diarios, en que se dicen muchas verdades pero igualmente muchas inexactitudes, un lector fustigaba la posible contratación, señalando que porqué con esa plata no se apoyaba a los deportistas que tuvieron destacada actuación en los recientes Juegos Panamericanos de Río de Janeiro. Como si algo tuviera que ver el dinero de la Asociación Nacional de Fútbol Profesional con el del resto de las federaciones o los aportes del Estado en la materia.


Bielsa, por lo que hizo por años a cargo de la selección argentina y en clubes de su país, Méjico y España, privilegia el fútbol- espectáculo, ofensivo por excelencia, pero de entrega al máximo, sin remolones, en que cada jugador conoce su papel cuando tenga la pelota y cuando no la tenga, en que deberá moverse más aún que cuando la posea.


El fúbol chileno tiene materia prima, pero hay que amasarla. Con Marcelo Bielsa, deberíamos iniciar el buen camino.

miércoles, agosto 08, 2007

Peripecias en un cortejo fúnebre

Hace algunos días asistí a una misa fúnebre y a los funerales del padre de una concuñada.
La primera de estas ceremonias tuvo lugar en una iglesia situada en la localidad de Calera de Tango, 24 kilómetros al sur de Santiago, mientras que el entierro se realizó en el Cementerio Católico, en la zona norte de nuestra capital.


A eso de las 11.15 horas, la triste caravana inició su recorrido desde la puerta de la iglesia, rumbo a la carretera a Santiago, conocida como Autopista Central.


Las dificultades empezaron cuando el conductor del vehículo del Hogar de Cristo que encabezaba el cortejo y que llevaba el cajón, se olvidó que era una caravana de automóviles, y de súbito se disparó por la autopista obligando a algunos émulos de Alonso y de Hamilton, pilares de la actual Fórmula Uno de automovilismo deportivo, a "volar" literalmente tras el carro mortuorio.


El hecho es que la inicialmente nutrida y amalgamada caravana, con las correspondientes luces intermitentes encendidas para que otros vehículos respetaran el cortejo, se disgregó totalmente.


De súbito, de auto secundario, me vi convertido por las circunstancias descritas, en el vehículo guía de uno de esos grupos.


Al cabo de kilómetros y kilómetros en esa condición, por fin en medio del intenso tránsito metropolitano, dimos alcance a otro sector de la caravana y en esa "faena" cruzábamos ya fuera de la Autopista Central, por Vivaceta rumbo a Recoleta, incluso por semáforos en rojo, invocando tácitamente nuestra condición de caravana mortuoria.


Me sentí aliviado al dejar de ser cabeza de fila.
Pero en otro semáforo, que mis colegas al volante también superaron con roja ante el respeto de los demás conductores no involucrados, un vehículo que súbitamente se había insertado sin querer en el cortejo, se quedó detenido frente al semáforo, volviendo a desordenarlo todo.


De nuevo me vi como cabeza de grupo y en esas condiciones emprendí otra vez la marcha, aun cuando absolutamente desubicado acerca de donde me encontraba y por donde se accedía al cementerio.
De pronto me encontré en "un callejón sin salida" pero auténtico. Una calle sin salida, con multitud de autos detrás, confiados en mi supuesto conocimiento de la ruta, pero de súbito, "empantanados".


Fue de película la forma poco airosa y llena de dificultades que tuvimos todos para desandar lo mal andado.
Al final llegamos a destino, alcanzando a ver la última paletada... tras la cual como en el poema, nadie dijo nada.

sábado, agosto 04, 2007

Juan Hamilton y Abel Alonso

¿Que tienen que ver Juan Hamilton con Abel Alonso, dirán ustedes?.
En realidad no tienen nada que ver.


Quiero recordar dos sucesos en que ambos fueron protagonistas principales y que hoy serían incomprensibles... más que eso, impracticables.


Eran los primeros tiempos de nuestra televisión. Yo trabajaba en el entonces Canal 9 de la Universidad de Chile, ubicado en los estudios de Chile Films, donde actualmente funciona La Red, en la zona de Avenida Colón.
Como he contado en otro post, me correspondía- a tono con la incipiente televisión chilena de 1964- ser al mismo tiempo locutor de continuidad, lector de noticias y comentarista deportivo, pero eso no viene al caso ahora.


Las transmisiones empezaban a las seis y media de la tarde y terminaban obligatoriamente a las once y cuarto de la noche. Digo obligatoriamente, porque una orden del Ministerio del Interior determinaba que los programas de los tres únicos canales en esa época, debían concluir a las 23.15 horas, con el objeto que la ciudadanía estuviera en condiciones de descansar, para rendir laboral y estudiantilmente al día siguiente. No son palabras textuales, pero esa era la filosofía del asunto.


De este modo el Canal 9 de la Universidad de Chile, el 13 de la Universidad Católica y el 4 de la UC de Valparaíso, silenciaban sus voces y cerraban sus pantallas a esa hora.


Un día en mi canal, estuvo invitado el Subsecretario del Interior, Juan Hamilton, del gobierno del Presidente Frei Montalva, y la entrevista que se le hacía excedió las 11 de la noche. A eso de las 23 horas con 10 minutos, Hamilton dijo:"Señores, les recuerdo que tenemos que terminar, porque si nos pasamos de las 11 y cuarto, yo estaría infringiendo mi propia decreto".


Hoy en día, con canales abiertos y de cable que transmiten día y noche, sería impensable una orden de esa naturaleza, destinada a que la gente no tuviera razones para "trasnochar" a causa de la tele, y en consecuencia no rendir al día siguiente en sus obligaciones.


Al paso de los años, mucho más acá en el tiempo, se produjo otra situación que hoy parece insólita.
El Presidente de la entonces Asociación Central de Fútbol, Abel Alonso, negoció con Televisión Nacional con quién existían algunos convenios, que esa emisora televisiva no transmitiera en directo un partido en que jugaba Iván Zamorano por Real Madrid ante Barcelona, en el principal clásico del fútbol español, porque a esa hora había un encuentro del campeonato chileno y el cotejo de Zamorano le iba a quitar público.


Y, efectivamente, el partido de Real Madrid con Barcelona no se transmitió en directo.


Imaginen hoy en día a Abel Alonso convenciendo a canales del cable que no hicieran llegar a Chile partidos de los campeonatos de Argentina, Italia, España, Francia, Portugal, Holanda, Méjico, Colombia y otros, porque a la misma hora por el campeonato nuestro debían jugar Palestino con O'Higgins.


Ambos hechos, tanto la obligación de los canales de entonces de terminar sus transmisiones a las 11 y cuarto de la noche, para que los chilenos durmieran y aquella de no presentar en directo un partido del fútbol español a la hora del fútbol chileno, son a estas alturas "de la civilización" anécdotas curiosas, que causan sonrisas en la realidad de nuestros días.

jueves, agosto 02, 2007

Colo Colo superó el factor altura

Potosí es una ciudad boliviana que está a cuatro mil metros de altura. Pero al jugar como local, Real Potosí está en su derecho. Ya la FIFA puso cortapisas a las localidades que están a más de 3 mil quinientos metros, lo que rige aparentemente solo para clasificatorias mundialistas. El hecho mismo de esas cortapisas, se nos antoja injusto. Si allí se vive, se trabaja, se come, se respira, ¿porqué no se debería jugar al fútbol?


En esas condiciones, un equipo alternativo de los chilenos, sin algunos de sus principales valores y sin la presencia del Bichi Borghi su entrenador argentino, sacó la tarea.


Jugando de negro, lo que pareció absurdo debido a que el blanco-camiseta habitual de Colo Colo- se distingue mucho más que el negro con respecto al azul de su antagonista, los nuestros arrancaron un empate a uno que les deja con la primera opción, porque en la revancha de la próxima semana en Santiago serán los bolivianos los afectados con las características que generan los apenas 500 metros sobre el nivel del mar.


Los comentaristas de Fox hablaban de una cancha tan dura que semejaba cemento verde. En esa situación, Colo Colo hizo su juego: deslucido, esperando, solo con contragolpes si se podía y tratando de desgastarse lo menos posible. Incluso abrió el marcador con gol de Jara en una de las escasas llegadas, cuando iban 15'.


Recién a los 3 del segundo tiempo, el dominio incontrarrestable de Real dio frutos con el autogol de Cabión. Antes y después-sobre todo antes- el arquero chileno Reiner Wirth había atajado hasta el viento. Esto demuestra nuevamente las dificultades positivas que tendrá Borghi para decidir quién será titular esta temporada.
El Bichi se dio plazo hasta la sexta fecha del clausura, para resolver entre Wirth y Muñoz, el ex arquero de Huachipato y del llamado Dream Team juvenil argentino que integraban en su oportunidad Cambiaso, Aymar, Saviola y otras figuras de esa envergadura.


Cansado de ser suplente en Boca, Muñoz vino a Huachipato y se convirtió en uno de los mejores arqueros de nuestro campeonato. Así llegó a Colo Colo donde ha respondido a gran nivel. Pero también Wirth, muy joven portero de notables condiciones, venido de Católica donde era suplente de Buljubasic.


El hecho es que Colo Colo salió indemne desde Potosí. Hasta un empate a cero le clasificará en la revancha, pero todo hace creer que no debería tener problemas en casa para ganar a un equipo claramente favorecido por la altura, pese a la legitimidad de jugar allí.


No solo Wirth fue figura en los albos ( habitualmente albos,¿no?), porque Moya mientras aguantó su físico fue indomable para la defensa boliviana y, en general, en su faena defensiva que duró más menos 85 de los 90 minutos, todos los nuestros rayaron "a gran altura". Vale la frase en todas sus interpretaciones.


¿Lo malo?...si Colo Colo clasificare y también Audax, tras su partido en Cochabamba, en la próxima fase deberían jugar entre ellos, con lo que uno de los cuadros nacionales será irremediablemente eliminado... pero, claro, mirando la mitad del vaso lleno y no vacío, aseguraríamos el paso a la fase subsiguiente por parte de un elenco compatriota.


miércoles, agosto 01, 2007

Audax, un despilfarro y una sospecha

Un golazo de Carlos Villanueva y otro excepcional pase del propio Villanueva para el gol del uruguayo Medina, generaron el 2-0 con que Audax Italiano ganara en la víspera a Wilsterman de Cochabamba, en el partido de ida de la primera fase en Copa Sudamericana, en el Estadio Nacional.


Si tomamos en cuenta que la próxima semana será la revancha en Bolivia, dos goles de ventaja y ningún tanto en contra, presentan un cuadro muy favorable para el equipo verde, de satisfactoria campaña en la reciente Copa Libertadores, en que fue eliminado apenas por diferencia de goles, pese a haber acumulado notables once puntos.


Pero lo lamentable es que anoche Audax pudo haber terminado ganando cuatro o cinco-cero, o para ser benevolentes, cuatro-uno o cinco-uno. En los últimos minutos, incluso, Wilsterman quedó con 10 jugadores, hecho que tampoco fue aprovechado por los verdes, no obstante sus continuas llegadas al pórtico visitante.


Con uno o un par de goles más, Audax practicamente liquidaba la serie. Los nuestros fueron perdonavidas.
En una ocasión Orellana y en otras tres, mínimo, el argentino Franco Di Santo, perdieron ocasiones inmejorables para aumentar el marcador. Claramente parecía más fácil marcar otro gol en casa, que en Cochabamba.


Franco Di Santo es, nadie lo duda, un joven valor. Nacido en Mendoza, tras destacar en la temporada pasada por Audax, fue incluido en algunos partidos previos de la selección Sub 20 de su país, la misma que ganó la Copa Mundial de su categoría hace tan poco en Canadá.


Pero el buen Franco tuvo su noche negra ante Wilsterman. Entrado cerca de los 15 minutos del segundo tiempo, definió más mal que nunca frente al arco. Por ello sorprendió que el comentarista argentino de Fox Sport lo elogiara de un modo tan constante y exagerado que dio para pensar acerca de qué tipo de intereses creados prevalecen en este campo.


En una ocasión, Di Santo, hizo una buena jugada previa, pero definió con un "tirito" al cuerpo del arquero.
Luego, en un pequeño espacio se sacó de encima marcas, más al rematar lo hizo muy desviado.
También perdió la brújula al cabecear fuera, desde inmejorable posición.
Pero, en cada oportunidad, el comentarista de Fox hablaba como si Di Santo fuera el nuevo Pelé.
"Qué habilidad de este muchacho. En un metro cuadrado hizo maravillas." Aunque obviaba que el tiro final se había ido por el lado de los quesos.


Franco Di Santo es un buen proyecto. Ha tenido partidos muy llamativos en Audax, aunque el de anoche no lo fue para él. Por las ocasiones que despilfarró, diría que fue uno de sus peores encuentros. Sin embargo, la pertinacia con que el comentarista de Fox elogiaba al jugador, pese a sus claros errores en la definición, dan para pensar que hay factores de otra connotación que alteran la realidad. Factores de empresarios y representantes a quienes conviene ensalzar a sus "mercaderías humanas".


No me explico otra cosa de un comentarista conocedor profundo de su materia, que en casos similares ha hecho pedazos con su crítica a muchos jugadores, pero que esta vez, curiosamente, veía como espectacular, la acción de un futbolista que en la realidad tuvo una noche triste.