domingo, marzo 29, 2009

No hubo Guerra del Pacífico 2009




Fue guerra... pero de goles. Todo el clima previo fomentado por quienes quisieron hacer creer que este partido entre Chile y Perú por clasificatorias mundialistas tenía connotaciones más allá de las que se expresan habitualmente en la cancha, fue desvirtuado con una actuación muy productiva de Chile por 3-1, no exenta de riesgos y errores.

Cuando Chile quedó 2-0 luego de un golazo de Alexis Sánchez ya a los 2 minutos y de un penal de Juan Vargas al propio Alexis en 31 minutos de juego, convertido por Suazo, una desaplicación defensiva permitió el descuento inmediato de Fano, 120 segundos más tarde.

En el segundo tiempo la expulsión de Vargas a los 7 minutos de esa fracción por violenta acción contra Alexis Sánchez, determinada con justicia por el juez paraguayo Carlos Amarilla, facilitó enormemente la expedición de Chile e incluso el gol de Matías Fernández a los 24 minutos tras otra fantástica acción de Alexis pareció poco, porque con un Perú necesariamente jugado en ataque los espacios que dejaba para los contra-golpes nuestros fueron enormes.

Este es un resumen muy sucinto del encuentro, principalmente para orientación de los lectores del extranjero, porque en nuestro país es raro quién no se sepa de memoria el partido.
Más allá de imperfecciones defensivas y de no haber concretado un marcador más amplio pudiendo haberlo hecho, es notable que Chile haya vencido en un reducto que habitualmente le es desfavorable ( hace 24 años no ganaba en Lima) y que deja a los nuestros muy animados con miras al partido de este miércoles en casa ante Uruguay, considerado rival directo por uno de los cupos a Sudáfrica 2010.

Valor impresionantemente importante en Chile fue sin duda Alexis Sánchez, presente en todos los goles y causante con un carrerón espectacular de la expulsión de Vargas. Por contrapartida, este último, que actúa en la Fiorentina del fútbol italiano, tuvo su noche negra siendo el autor del penal al propioAlexis Sánchez y haciéndose expulsar por segunda amarilla.

Figuras notables en Chile fueron aparte de Sánchez, el arquero Bravo y por su trajín, inteligencia y aplicación táctica Jean Beausejour.

La undécima fecha de las clasificatorias mundialistas se decantó además con la goleada de Argentina ante Venezuela; la victoria de Uruguay frente a Paraguay; el empate entre Ecuador y Brasil y el triunfo de Colombia ante Bolivia.

Una consideración que es de justicia para con Perú. Por castigos internos no están en la selección del Rimac Claudio Pizarro ni Acasiete, ni Farfán ni Mendoza y por suspensión de la Fifa tampoco actúa Paolo Guerrero. Es demasiado hándicap, pienso. Guardando las distancias se asemeja a que en la selección argentina no pudieran participar Messi, Agüero, Tévez ni Mascherano, con la diferencia que Argentina tendría mejores suplentes que los que tiene Perú.

Lo principal es que en Lima todo fue netamente futbolistico y para el fútbol chileno se trata de un resultado que puede marcar tendencia en cuánto a que avanzamos otro peldaño hacia Sudáfrica.











miércoles, marzo 25, 2009

Conveniencias en fútbol mundialista


Este es Alexis Sánchez, actualmente en el fútbol italiano, en sus tiempos de jugador de Colo Colo.

Nos ataca de nuevo la fiebre mundialista. Es la misma que atormenta o hace disfrutar cada vez que se juegan los partidos clasificatorios para el Mundial de Fútbol Sudáfrica 2010.


Como en el grupo sudamericano juegan todos contra todos en dos ruedas, las confrontaciones son constantes y duran, entre la primera y la última, prácticamente dos años.


Es así como este sábado y domingo y luego el martes 31 de marzo y el miercoles 1 de abril, los ojos y oídos de millones de aficionados estarán pendientes desde los estadios, junto al televisor o de las transmisiones radiales, para seguir las evoluciones de nuestras selecciones nacionales.


Cabe recordar que a estas alturas, con 10 partidos jugados por cada cuadro, Paraguay lidera la tabla con formidables 23 puntos, seguido por Brasil con 17 y Argentina y Chile con 16.


Si el torneo eliminatorio hubiera terminado en esta instancia, esas 4 serían las selecciones que irían al Mundial desde esta parte del globo, mientras que Uruguay con 13 puntos al ocupar la quinta posición, jugaría repechaje con un equipo de la zona centroamericana y del Caribe.




Como suelo hacerlo antes de las fechas de estas clasificatorias, indicaré los resultados que son convenientes para las pretensiones del fútbol chileno. También vuelvo a indicar que no se trata de una exteriorización de simpatías a determinados países en detrimento de otros, sino solamente el tomar partido por resultados que deportivamente nos serían favorables, considerando que Paraguay está disparado en el puntaje y que junto con Brasil y Argentina debería ir al certamen intercontinental sudafricano sin ningún drama.


Entonces los cupos por disputar serían el cuarto directo y el quinto vía dos partidos extra, local y visitante. En este esquema a Chile le conviene que Paraguay, Brasil y Argentina sigan ganando para frenar a los demás que son rivales directos, sobretodo Uruguay, Ecuador y Colombia por su actual puntaje.


Uruguay está quinto con 13 unidades, Ecuador sexto con 12, Colombia séptimo con 11, Venezuela octavo con 10, Bolivia noveno con 9 y último en el décimo puesto aparece Perú con 7.


Desde este punto de vista, a Chile le conviene que entre Uruguay y Paraguay gane PARAGUAY.


Entre Argentina y Venezuela, ARGENTINA.


Del duelo Colombia- Bolivia, nos conviene que gane BOLIVIA.


Todo esto es el sábado.


El domingo 29, entre Ecuador y Brasil, al fútbol chileno le conviene la victoria de BRASIL , siendo natural que al jugar al atardecer de ese día en Lima, Perú y CHILE, esperemos la victoria del equipo de Marcelo Bielsa.



Por cierto en este factor de conveniencia deportiva hay resultados que muy dificilmente se produzcan. Es muy problemático, por ejemplo, que Colombia pierda contra Bolivia como local.




Antes de pensar en la fecha a jugarse entre el próximo martes y miércoles, dejemos primero que se decanten los desenlaces de los encuentros mencionados.


Que me perdonen mis buenos amigos y lectores de Perú, Uruguay, Colombia, Ecuador y Venezuela. Siendo legítimo que ellos quieran y anhelen la victoria de sus colores respectivos, acá me he puesto la camiseta de Chile, tal como millones de compatriotas. Es la fiebre del fútbol que nos convoca.

viernes, marzo 20, 2009

Los tranvías de mi infancia


El Santiago de mi infancia contaba con tranvías.
Recuerdo aquellos en que uno se subía por el costado, entre filas de asientos, directamente.

O los otros, como la línea 36, largos y gruesos, tipo tanque.

Qué lejano me parece haber ido desde el centro de la capital hasta la Plaza Chacabuco, la del Estadio Santa Laura, en tranvía. Era en épocas en que los hinchas del fútbol se subían con las banderas de sus clubes tranquilamente, sin que por ese “delito” fuesen agredidos por los de otros colores.

La ciudad estaba conectada por una red de araña de sus tranvías. Claro, la capital era más chica, pero cuan útiles y prácticos fueron “los carros” como se les llamaba popularmente.

Hasta que en los años 50 a los ilustres pensadores políticos de la época, se les ocurrió que había llegado el momento de importar trolleys, por cierto conectados por arriba a la electricidad. Y para ello qué mejor que dar por terminada la vida útil de los tranvías.
Los trolleys por lentos y complicados duraron poco, pero los genios ya habían terminado hace años con los tranvías en vez de modernizar el servicio.
Hoy en Europa y en las grandes ciudades de todo el mundo, la red de tranvías es amplia, moderna y cómoda. Pero en Santiago solamente quedan restos de los rieles que los cobijaba, por sobre el cemento de las avenidas y calles por las cuales se movían.

Veo esos trozos de línea tranviaria y en medio de la calamidad que constituye todavía el sistema Transantiago con sus dificultades para que la población pueda trasladarse, añoro los viejos tranvías a los que con una ligereza y precipitación inexcusable se dio de baja hace ya más de 50 años, en lugar de proyectarlos al futuro aprovechando lo básico: la existencia de rieles cuya instalación costó en las primeras décadas del siglo 20 sangre, sudor y lágrimas y que no merecía un desuso tan precipitado y absurdo.

Recuerdo, a propósito de tranvías, una anécdota que me repetía mi padre, refugiado de la segunda guerra mundial y quién llegó a Chile desde Alemania con lo puesto junto a mi madre y yo, entonces de 3 años.
Decía que otros inmigrantes, venidos también de urgencia y sin saber el idioma, se movían por la ciudad a duras penas por allá en 1939. Uno de ellos abordó con diccionario en mano a un trabajador de los tranvías que salían desde la Estación Mapocho hacia el sector alto de la ciudad, preguntándole: “Usted Pedro Faldifia”, queriendo saber si acaso el aparato lo trasladaría hacia la avenida Pedro de Valdivia.
El tipo sin ninguna consideración por los problemas del pobre extranjero para expresarse, le contesto: “No caballero... yo soy el cobrador”.¡¡¡¡¡¡

Juraría que mi papá atribuía la anécdota a otro "gringo" pero que le pasó a él.

martes, marzo 17, 2009

Plastificar el intestino


¡Noooo!. Leo acerca de la opción de plastificar el intestino delgado, para combatir la obesidad.

Ya me imagino en las esquinas de Santiago, en que hay quienes anuncian que plastifican todo tipo de documentos, agregar de súbito “también plastifico intestinos”.

Claro, es una ficción. Por cierto será labor médica. Pero vislumbro el futuro no tan lejano- a este paso- en que sea posible plastificar riñones, pulmones y hasta el corazón, al estilo de la plastificación de las maletas en los aeropuertos, para cuidar de su inviolabilidad.

jueves, marzo 12, 2009

¿Millares...o Miralles?



Pienso que los mejores relatores deportivos de habla hispana son los argentinos. A un narrador de esta especie hay que juzgarlo por varios factores que van encadenados:
Voz, inflexiones, dicción, ritmo, agilidad, conocimientos de la materia, simpatía. Si alguno no posee todas esas características juntas, no es lo mismo. Y es raro que algún relator argentino de radio o televisión carezca de alguna de las virtudes descritas.


Desde mi lejana infancia he sido admirador de las voces trasandinas en el fútbol y otros deportes. Nunca olvidaré la dramática narración de cuando Delfor Cabrera obtuvo medalla de oro en los Juegos Olímpicos de Londres en 1948 y yo escuchaba en onda corta a mis 12 años de vida "un argeeentinooo va a ganaaar la maratooooon".


En esos tiempos también me acostumbré a oír por la misma banda, a quién es a mi entender el mejor relator deportivo de nuestra lengua en todos los tiempos. Se me ocurre que ni en su patria las nuevas generaciones de aficionados al deporte tienen plena conciencia que en una nación de sobresalientes narradores deportivos nadie ha igualado a Joaquín Carballo, conocido como Fioravanti.



El Maestro fue quién al escucharlo domingo a domingo desde el otro lado de la cordillera, me hizo en sueños de niño acunar mis primeras ambiciones de llegar a ser relator de las emociones del deporte.
Fiora” las tenía todas, una voz admirable, un estilo inconfundible, un vocabulario interminable y preciso. Sin excesos demagógicos, él seguía las evoluciones de Pontoni o Labruna y los primeros tiempos de Di Stefano en River.


Ya en la profesión lo conocí en mi adultez, y su simpatía y sencillez completaron el cuadro de un profesional de la actividad brillante y un ser humano excepcional.


Por todo lo anterior y mucho más, no puedo comprender que a veces los colegas de Fox Sports que transmiten la Copa Libertadores para “todo el continente americano” como nos dicen constantemente, caigan en situaciones como las del partido en que Everton de Viña del Mar y Lanús de Buenos Aires empataran a 1 gol anoche.


Juan Manuel Pons, narrador de ese cotejo, con una ligereza inaceptable sobretodo si se tiene la misión de narrar para “todo el continente americano”, hablaba al comienzo del encuentro del jugador Millares de Everton, y decía que era un ex Colo Colo.
Claramente lo confundió con Rodrigo Millar, quién no es un ex Colo Colo sino un actual Colo Colo.
Mucho rato pasó antes que Pons se percatara que su relatado evertoniano no era Millares... sino Miralles. Ezequiel Miralles.


Bien avanzado el segundo tiempo, alguien internamente debe haberle informado que Ezequiel Miralles, además, es su compatriota, nacido futbolísticamente en Huracán de Tres Arroyos, porque de súbito empezó a referirse a ello. Al final Millares...o Miralles fue considerado por los comentaristas de Fox el mejor hombre del partido.


Nunca se dijo que el argentino Miralles hace tiempo que es figura en el fútbol chileno. Menos que su compatriota y amigo Rodrigo Palacio, figura en Boca Juniors, surgido simultáneamente con Miralles en Huracán de Tres Arroyos, ha comentado que Ezequiel es mejor que él. Será un acto de honestidad o una frase de buena crianza, pero Palacio lo ha dicho así.

Pons, relator muy meritorio que nos deleita con su narración condimentada con ingeniosos cánticos cuando Fox presenta el fútbol inglés, había perdido una muy buena ocasión de documentarse un poco más antes de un relato para “todo el continente americano”.
En estos tiempos de internet y de Google el “pecado “ de omisión es doblemente criticable.

martes, marzo 10, 2009

Leer la mente


Mientras más publican que en el futuro se podrá leer la mente, más me asombro.

Se imaginan cuando quedemos en descubierto en nuestras mentiras de amor.
O al hacer un negocio, en que las partes sepan plenamente lo que la otra piensa.
O cuando alguien le diga a su hijito que cuando pequeño él no hacía esas cosas en el colegio.
O cuando un arquero en el fútbol sepa, mirando a su rival, donde piensa dispararle el penal.


Peor todavía, cuando le digamos a nuestra suegra qué bien se ve y ella lea nuestro verdadero pensamiento.
Y cuando nuestros jefes sepan lo que realmente pensamos de ellos.


Si se llega a tal grado de transparencia, la humanidad está condenada a un rotundo antes y después. Resultará que el mundo habrá sido de un modo hasta el día previo a poder leer los pensamientos. Luego, la posibilidad de hacerlo cambiará drásticamente nuestra forma de vivir... si a eso se le pudiera llamar vivir.

Foto:

jueves, marzo 05, 2009

Durante mi infancia


Durante mi infancia, cuando acompañaba a mi padre al centro de Santiago y él tenía algún rato libre de diligencias, me llevaba al Cine Principal en la calle Huérfanos.
Allí, durante 60 minutos, se presentaban noticiarios, dibujos animados y documentales.
El lema del lugar era “la función empieza cuando usted llega”.

Claro...no importaba el orden de la rotativa. Si usted llegaba en medio de los monos animados, simplemente se iba al retorno de Mickey o el Pato Donald tras una hora exacta.
Si al entrar veía una síntesis de la alocución del Presidente González Videla con motivo del aniversario patrio, o la victoria de la UC en el fútbol (o de Colo Colo o la U, para que nadie se enoje...o de Magallanes en ese entonces), usted se retiraba al volver esas imágenes tras 60 minutos en las butacas.

Era un espectáculo entretenido, variado y didáctico sobretodo para un niño.
Especial para aquellos adultos que no tenían mucho tiempo, pero que, posiblemente, necesitaban matar algunos minutos en la mañana o en la tarde a la espera de la reanudación de sus actividades. Otros iban decididamente a gozar de lo que exhibía el Principal.
Por cierto los noticieros en el cine eran apasionantes en épocas tan distantes todavía del advenimiento de la televisión.

Pasaron los años y el Principal murió. Con su desaparición, solamente quedaban los recuerdos de esos tiempos sin tanta prisa y con un Santiago céntrico mucho más reposado y tranquilo.

Foto:

martes, marzo 03, 2009

Barbarie en la sala de clases




Hecho ocurrió en un colegio de La Florida. El menor de 16 años fue detenido por Carabineros y la docente se encuentra internada en un centro asistencial.


Lo leo en la página Web del diario La Segunda.
Puede que este tipo de sucesos ya no sobresalte a nadie. A mi sí.
Constantemente sabemos de agresiones de alumnos a sus maestros o de los propios padres de los menores a los profesores de sus hijos. Pero tal grado de barbarie como acuchillar a la infortunada profesora, rompe moldes y nos hace pensar nuevamente en qué nos está pasando como sociedad.

Para los lectores del extranjero, esta La Florida es una comuna de Santiago y ciertamente no tiene que ver con el estado norteamericano del mismo nombre.