sábado, abril 28, 2018

La psicología en el siglo XXI

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Publicado por primera vez en

MIÉRCOLES, DICIEMBRE 05, 2007


De Freud a Rominita


Se dice que los psiquiatras son especialistas de la mente y los psicólogos analistas del alma. Los primeros son médicos, mientras que los segundos corresponden a una categoría de profesionales de notable auge en las décadas recientes, que corren por caminos paralelos.

Mi amiga bloguera Rominita Chii dio la buena nueva en su blog.
Ella se acaba de titular de psicóloga. Todo honor y toda gloria para Rominita. Junto con felicitarla en su página, me permití manifestar ciertas aprensiones personales por el ejercicio de la psicología y sus consecuencias en los restantes mortales, cosa que nada tiene que ver con la legitimidad de su logro personal.

Fue más bien por asociación de ideas que llegué a la comparación acerca de la forma en que antiguamente accedíamos a un puesto de trabajo y cómo se llega a él, en nuestros días. Actualmente, como dice la propia Rominita en su respuesta a mi comentario, no hay lugar de trabajo donde no esté sentado un colega de ella, para evaluar a los aspirantes a diferentes cargos.
Y pasar por esa prueba, resulta vital, incluso por sobre otros parámetros, para medir capacidades.

En este punto yo manifiesto mi resignación por el hecho de haber postulado a todos los cargos que he ejercido en mi vida, antes del advenimiento de los especialistas en este tema, porque no tengo dudas que si hubiera tenido que resolver rápidamente si mi preferencia era por un elefante o por una pulga o a cual animal prefería entre el perro, el gato, el león o el rinoceronte, yo hubiera dado la respuesta equivocada, en vista de lo cual cada uno de esos trabajos no habría sido mío.

Cierta vez, debido a padecer de tendinítis en el brazo derecho y dado que no mejoraban los síntomas, recurrí al Centro Contra el Dolor del Hospital J.J. Aguirre. Allí un grupo multidisciplinario vio mi caso con gran esmero. Finalmente desapareció la tendinítis, pero entre los profesionales que me atendieron había una psicóloga quién quería asegurarse que el problema no era imaginario u obra de algún trastorno nervioso. Me hizo cerrar los ojos y me dijo que eligiera cualquier color. Me decidí por el naranja. Entonces me pidió que dado el factor positivo que ese color ejercía en mí, siguiera haciendo ese ejercicio en mi casa, asociándolo con la paulatina disminución de mis dolores.

Muy desconfiado de las bondades del sistema, la verdad es que no tuve paciencia ni fe para insistir en la fórmula, pero me curé igual, según mi teoría gracias a los medicamentos que me recetó la anestesista, también parte integrante de ese equipo de amplio espectro.

De modo que junto con celebrar la conquista de su título por parte de Rominita, me declaro acá muy dubitativo acerca de los verdaderos beneficios que hayan traído al mundo las acciones de los psicólogos, dejando en claro que es una opinión muy personal, susceptible de ser despedazada por ustedes, estimados lectores.
Pero no tengo dudas, que la psicología llegó para quedarse y que el mundo actual y futuro ya es y seguirá siendo de los que ejercen esa actividad.

Nota escrita ahora, en abril de 2018:

Han pasado casi 11 años desde  la publicación de este post, en los albores de este blog. Salvo mis comentaristas de entonces que "sobreviven" como tales y que se pueden contar con los dedos de una sola mano, Rominita y decenas más  se han perdido al paso de los tiempos, llegando otros  en el marco de la rueda eterna que da vida a todo lo que emprendemos. Tengo el mayor respeto por la psicología, pero sigo pensando que si en mi época de aspirante a puestos de trabajo yo hubiera dependido del tipo de pruebas comunes hoy,  no me habría ido bien. ¡Menos mal que ya tengo 82 ¿otoños? y pienso que no deberé someterme a ese tipo de indagaciones en lo que me resta de existencia.


martes, abril 17, 2018

Añoranzas de Radio Prat

PUBLICADA POR PRIMERA VEZ EN

JUEVES, NOVIEMBRE 23, 2006


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Micrófono del tipo que se utilizaba en radio Prat, a fines de la década de los 50

Radio Prat


En un post anterior me refería a Radio Prat, que marcó historia en su rubro, más allá de la connotación de su nombre (Arturo Prat, héroe chileno de la Guerra del Pacífico). 


Esa emisora trajo al charro Jorge Negrete a Chile, por allá en 1945.
Allí hizo sus primeras armas en Santiago, tras sus inicios en el sur y un rápido paso por Radio Cooperativa Vitalicia Raúl Matas y se efectuaban ya a mediados de la década de los años 50 interesantes espectáculos tipo show cada noche, en un auditorio situado junto a sus estudios y oficinas, en ese entonces en calle Santa Lucía de la capital, frente al cerro.
Durante meses, recuerdo, las estrellas principales eran Silvia Infantas y los Baqueanos.

Lo que quiero contar ahora data de fines de los años 50.

Yo me había iniciado casi simultáneamente en la actividad, en Radio Continental y en Radio Prat.
Por 1954 participaba en Así Marcha el Deporte, con Raimundo Loézar Moreno y su equipo en esta última emisora.
Lo notable del caso, también impensable hoy en día, es que terminado el programa a las 20 horas, nos ibamos caminando TODOS quienes lo habíamos hecho, por Moneda hasta la calle Nueva York, donde estaban los estudios de Radio La Americana. Y allí, a las 20. 30 horas repetíamos lo mismo que habíamos dicho en la Prat, con otra característica musical-eso sí- y bajo el nombre de Sinopsis del Deporte.

Eran distintos los auspiciadores y don Raimundo, que hacía de empresario, arrendaba las dos medias horas de lunes a viernes, tanto en Prat como en La Americana. Pero el fútbol lo transmitíamos en Radio Prat, haciéndole la competencia entre otras a la propia Radio La Americana, donde campeaba el equipo dirigido por Héctor "Pituto" González y su sobrino, Luis Vicentini, hijo del exitoso boxeador chileno del mismo nombre.

En Radio Prat eran animadores y locutores, Mario Barahona, desde hace décadas trabajando en emisoras de idioma español en los Estados Unidos y un joven y promisorio Enrique Maluenda.

Ahora doy un salto en el tiempo, para referir una inolvidable experiencia personal.
En la misma Radio Prat, ya ubicada en calle Mac Iver, el director de deportes de la emisora por 1958, Nicanor Molinare de la Plaza, pensó con razón que había que hacer algo para transmitir la parte final del Mundial de Fútbol en Suecia.

Pónganse, eso sí, en la realidad de la época. Por cierto no había televisión. En Chile recién se estaba haciendo TV experimentalmente casi, en Valparaíso y en el Canal de la Universidad de Chile, ubicado en la Escuela de Ingeniería en calle Beaucheff. Tampoco nadie transmitía por radio desde Estocolmo y las demás ciudades de esa nación. Desde luego, Chile había quedado eliminado y no participaba del Mundial. Los argentinos, tras una horrible campaña, se habían ido en la primera vuelta en canchas suecas y con ello sus poderosas radios en onda corta, también.

La solución era Brasil. Jugarían la semifinal los amarillos contra Francia.
Entonces sintonizamos un gigantesco receptor de onda corta, conocido como Halicrafter o algo por el estilo.
Pero Nicanor, hombre de consolidado prestigio en la época no quiso arriesgar su fama con razón y se arrepintió de hacer lo que tenía planeado. Tampoco se atrevió Abraham Dueñas, de modo que el que se tiró a los leones fue quién escribe, imbuido con toda la vitalidad y el atrevimiento de sus entonces 22 años.

Con unos enormes fonos, yo escuchaba a duras penas una transmisión brasileña, que llegaba llena de interferencias por onda corta y además, lógico, en idioma portugués. Como simultáneamente debía relatar, se me perdía más "el original". Ante las dificultades, total ya estábamos lanzados y había que "echarle pa'lante", Nicanor instaló una especie de mapa sobre la mesa, con los nombres de los jugadores y debido a que él escuchaba mejor por el hecho que no debía hablar al mismo tiempo, me indicaba con sus dedos los supuestos desplazamientos de los futbolistas en la lejana Suecia. Yo me basaba como "fuente informativa" en lo poco que alcanzaba a oír y en las habilidosas manos de Nicanor.
Una aclaración. En todo momento dijimos lo que estábamos haciendo. No pretendíamos transmitir desde Estocolmo y revelábamos que la narración tenía como orígen una estación brasileña.
Fue tal el éxito que nos atrevimos a más.

Era un miercoles y la final Brasil- Suecia iba a ser el domingo siguiente.
Nos preparamos con esmero. Repetimos todo. El "mapa" con los jugadores estaba mucho más elaborado. Y me lancé al ruedo en esa espectacular final en que Garrincha y Pelé hicieron de las suyas.
Chile- o Santiago y en provincias hasta donde alcanzara la onda, para ser precisos- vibró con esa final que terminó 5 a 2 para la "verdeamarela".
Lo único malo es que con tanta interferencia no reparé en el último gol de los brasileños, que fue sobre la hora, y en Radio Prat sólo ganó Brasil por... 4 a 2. No obstante el mapa y los dedos de Nicanor.
Claramente, eran otros tiempos.

martes, abril 03, 2018

La botella (o la boté ya)


Mi esposa me había pedido que botara al recipiente amarillo de desperdicios en las afueras de mi casa, una botella. 

Al rato, porque ya iba a pasar el vehículo municipal que retira  desde ahí vidrios, envases plásticos y papeles, me preguntó a la distancia:
¿Botaste la botella?

Mi respuesta fue: La boté ya.

Después de eso se produjo un debate absurdo:
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-Por supuesto que la botella.
-La boté ya
-Me vas a volver loca y estás más sordo que nunca: La bo te lla ¡¡!!
-Pero escúchame: LA BOTÉ YA
-Claaarooo que la booteellaa. ¿Me estás tomando el pelo?
-A ver, para que me comprendas: YA LA BOTÉ.
-¡Ahhh!

En resumen, hay veces que nuestro idioma se entiende mejor escrito...que a viva voz.