viernes, abril 29, 2016

Decálogo del chileno asaltado, (repetición)



QUE ME PERDONEN MIS FIELES LECTORES POR LA REPETICIÓN DE ESTA ENTRADA NO TAN ANTIGUA,PERO EL INMANEJABLE NIVEL DE LA DELINCUENCIA EN MI PAÍS ME INCENTIVA A HACERLO.AGREGUEMOS LA LENTITUD EN GENERAR MEDIDAS PARA PROTEGER DE ESTE FLAGELO A LA CIUDADANÍA; ADEMÁS HAY 66 MIL PRONTUARIADOS QUIENES CIRCULAN LIBREMENTE AL NO SER HABIDOS Y, COMO COROLARIO INEXPLICABLE, QUE TODAVÍA NO SEA LEGAL QUE LAS POLICÍAS CIVIL Y UNIFORMADA PUEDAN SOLICITAR SU IDENTIFICACIÓN A ALGÚN SOSPECHOSO. RESULTA paradojal, COMO CONTRAPARTIDA, QUE SI USTED ES automovilista lo puedan parar en cualesquier esquina y controlarlo, lo que está muy bien, pero los delincuentes si no están conduciendo un vehículo, no corren ese "peligro". 




Chile cuenta desde hace algunos años con lo que se conoce como la "Nueva Justicia", en términos populares, la que buscando modernización ha significado para el sentir de muchos un menoscabo de quienes son víctimas de la delincuencia, en beneficio de los malhechores, quienes gozan de ventajas atribuidas a una legislación "garantista".

En todo caso el tema no es simple y las controversias al respecto resultan constantes, mientras nuestro país no escapa a delitos de todo tipo, aunque desde la mirada estadística nos encontremos favorecidos comparativamente.

Sin embargo, frente a las habituales justificaciones que se busca en favor de los delincuentes, explicando su accionar por sus carencias, falta de oportunidades y otras circunstancias, aparecen como contrapartida opiniones muy diferentes, extraordinariamente reflejadas en el irónico decálogo que presento al pie de este post y que refleja impotencia y decepción. No tiene autor conocido pero millones de compatriotas se sienten plenamente representados en sus párrafos.

Conviene aclarar que esta situación nada tiene que ver con gobiernos determinados, actuales ni pasados, sino con una creciente sensación de la ciudadanía acerca de que la "Nueva Justicia" protege en demasía a los victimarios. 

Decálogo del asaltante chileno

Dejando de lado toda connotación política, sin mencionar culpables ni denostar negligentes, es obvio que los chilenos debemos modificar nuestros hábitos y principios para sobrevivir.


Este Decálogo del Asaltado Chileno es una valiosa contribución.

Debemos comprender:

1- El asaltado debe comprender que el asaltante está amparado por

los Derechos Humanos y que si delinque es por ausencia de

discernimiento y por traumas derivados de la marginalidad a que lo

sometió la injusta sociedad que lo abandonó.



No prejuzgar

2- El asaltado debe, en todo momento, juzgar al asaltante como un

menor juguetón, enfermo y urgido de rehabilitarse.


No resistir

3- Enfrentado al victimario, la víctima debe asumir la no-violencia,

porque la defensa propia, la de la familia y la de su propiedad son

resabios del autoritarismo.



No denunciar

4- El asaltado debe abstenerse de presentar denuncia para no alterar

la cifra estadística, según la cual, la ola delictiva está en

declinación.



No comprometer

5- El asaltado debe evitarle a los policías el compromiso de arrestar
al asaltante, impidiendo así que sean dados de baja por apremios
ilegítimos en contra de una víctima de la sociedad y de las
circunstancias que lo llevaron a delinquir.

Agradecer
 6- El asaltado debe conservar perpetua gratitud, si el asaltante le
 permite seguir con vida, pues sólo le ha robado, apuñalado, o
aterrorizado a toda su familia.

No demandar
7- El asaltado debe renunciar a interponer acciones legales contra el
asaltante para evitarse pérdida de tiempo, honorarios de abogado y
vendettas de parte de los delincuentes.

Un mal necesario
8- El asaltado debe evaluar al asaltante como un mal necesario para la
sociedad, equivalente a: narcotraficantes, proxenetas, 
corruptos, etc.

Silencio
9- El asaltado debe guardar silencio para evitar alarma pública que
pudiera dañar la imagen del Poder Ejecutivo.

Apoyar y alentar
10- El asaltado debe apoyar el mejoramiento de las condiciones de vida
del asaltante y sus compinches que pudieran estar en la cárcel y
aplaudir las decisiones de dejarlos en libertad; también manifestarse en contra de la pena de muerte.

caricatura original de:

PUBLICADO POR PRIMERA VEZ  EN FEBRERO DE 2015

viernes, abril 22, 2016

Ecuador, Uruguay y Chile, sacudidos por los embates de la naturaleza


Volvemos a la rutina y a la esperanza que este fin de semana no tenga que ver con el irregular cuadro que nos dejó el del anterior "finde".

Estuvimos inundados en Santiago y otros sectores de Chile. Desde cualquier tribuna como esta, nadie se puede sustraer a los problemas de otros, por mucho que en lo personal no se haya padecido más que la entrada de agua por resquicios de una ventana. Es que dolía ver en las calles y en reportajes periodísticos, la impotencia de quienes perdieron a sus tres seres queridos, (hasta ahora), las historias en torno a los 9 desaparecidos y los vaivenes que acometen a 359 damnificados.

Un temporal enmarcado en lluvia interminable, a ratos muy violenta, frío con atemorizantes rayos y truenos, rutas cortadas, el río Mapocho cambiando su cauce normal por el de avenidas ciudadanas, pequeños comerciantes que sufrían el embate de las aguas en sus bodegas y locales y las responsabilidades diluidas culpando "al otro". En esas condiciones los cortes amplios de agua potable y también en algunos sectores de energía eléctrica, pusieron una nota de espanto en lo que debería haber sido normalmente un apacible fin de semana de otoño.

En uno de los casos más  impresionantes, como fue el "paseo" que se dio el Mapocho por una de las avenidas más importantes de la capital, se practicó el uso de la frase que nos acompaña desde la época de la más tierna infancia. La del "yo no fui".

El Gobierno culpando a la concesionaria de la Autopista Costanera Norte, porque los trabajos que se estaban realizando en su interior, habrían provocado "la locura" del río; la Autopista reconociendo solo en parte su culpa  y otros sectores señalando que el Ejecutivo debería haber practicado un mayor control de las obras.

Pero estos días de tanta conmoción por fenómenos de la naturaleza, nos hacen pensar que pasó lo mínimo en nuestro país en comparación con el terremoto en Ecuador, de inquietantes 7.8 grados y que afectó esencialmente a la provincia de Manabí, con 525 fallecidos y cuantiosos daños, aparte de los desaparecidos, heridos y desplazados, o de la tragedia de Dolores en Uruguay, en que un sorprendente tornado mató a 7 personas por las súbitas inclemencias del tiempo, aparte de los consiguientes destrozos y daños. 

Nuestra llamada América Morena, víctima habitual de los embates de la naturaleza, no sabe de tregua larga en la materia.  

Lunes 25 de abril:
El terremoto en Ecuador ya marca 654 muertes.

jueves, abril 14, 2016

Extraño control para asistentes al cine

Cada vez que las musas no vienen, es una tabla de salvación recurrir a algún post antiguo.Es lo que hago ahora, convencido en todo caso, que este revela una gran anécdota de tiempos bastante anteriores.

DOMINGO, NOVIEMBRE 03, 2013


La película para mayores de...¡81 AÑOS!

      
De tiempo en tiempo refiero situaciones jocosas ocurridas en mi vida radial, absolutamente imprevistas que, por lo mismo, causaron en su momento asombro y carcajadas.

A comienzos de la década de los 60, yo hacía mis primeras armas en una emisora grande, la entonces recién nacida Radio Portales.
Como lo he revelado en otros post, me tocaba compartir con estrellas del micrófono, figuras consagradas y populares como Malú Gatica, Yoya Martínez, Jorge Agliati, Sergio Silva y Hugo de Arteagabeitia, entre otros.

Hugo, de extraordinario timbre de voz, brillante narrador de radioteatros, excelente amigo y compañero, tenía el defecto de la distracción fácil, lo que le jugó una mala pasada una tarde en que en un programa de recomendaciones cinematográficas, leyó textualmente un texto.

El libreto venía con un error de proporciones y Hugo no se dio cuenta, de modo que propaló a los cuatro vientos y con miles y miles de oyentes a lo largo del país, que determinada película era apta para mayores de …OCHENTA Y UN AÑOS.

Lo que sucedió es que al autor de esas crónicas de  cine se le habían alterado las cifras en su máquina de escribir y en lugar de poner que era un film para mayores de 18, había antepuesto el 8 al 1.

La repercusión que tuvo aquella equivocación en tiempos en que la TV era todavía una hermana pequeña de la radio fue enorme y las bromas y chistes que nacieron al amparo de esa indicación para ver cine, se mantuvieron por meses, mientras la anécdota quedó entre las mejores de la historia radial chilena.

NO ENCONTRÉ NINGUNA FOTO MÁS APROPIADA A ESTE TEXTO, QUE LA INSERTADA, PROVENIENTE DEL BLOG
4marisyundestino.blogspot.com


miércoles, abril 06, 2016

¡Redundancia sin sentido¡ DIGAMOS QUE...


Resultado de imagen para Hablar mal el castellano

Lo he comentado otras veces, pero no me puedo convencer que a comunicadores ilustres en el medio chileno (y otros no tan distinguidos), ni siquiera les suene raro expresar continuadamente en sus respectivos medios de comunicación "digamos que". 
¡Por Dios!, si van a hacer público el concepto que tienen en la cabeza,  ¿por qué demonios anuncian que lo van a decir? 
Simplemente díganlo...y punto.


Pienso en un afamado comentarista deportivo que tiene esa mala costumbre como una muletilla:
"Digamos que...Colo Colo jugó muy mal". "Digamos que ...la selección chilena no encontraba su camino". Digamos que...el árbitro no fue influyente en el resultado". 


Pero el consagrado periodista no escarmienta. No por falta de talento, porque de sobra lo tiene. Lo peor es que no se trata del único que anticipa un anuncio tan redundante. El "digamos que" prolifera en nuestras radios y canales de televisión, en la misma medida que los increíbles "hace años ATRÁS"(será posible hace años adelante?, dentro de algunos minutos MÁS"(será posible dentro de algunos minutos menos?, vuelvo a REPETIR (¿por qué no simplemente...repito?), vuelvo a REITERAR (ya es el colmo de la repetición)," o bien "vuelve a REAPARECER, vuelve a RETOMAR, vuelve a REANUDAR, vuelve a INSISTIR" y así hasta el infinito.

¡Y después nos quejamos que el chileno habla mal!

Caricatura de: 
malentendidosinterculturales.blogspot.com