Citación a la policía del protagonista del piropo.
En Chile caemos en los extremos. Constantes y justificados reclamos acerca de acoso a nuestras mujeres han generado una saludable ola de repudio ciudadano y de solidaridad hacia ellas desde todos los sectores. El propio Presidente de la República se ha comprometido en atacar de raíz este mal, mientras que organizaciones feministas hacen escuchar su voz en forma violenta, tomándose instalaciones diversas, siendo el caso más reciente la Casa Central de la Universidad Católica de Santiago.
Esta fiebre por justicia para con el antiguamente mal llamado sexo débil, abarca reivindicaciones laborales, de remuneraciones y de toda índole. Pero se está cayendo en pasiones desbocadas en que al tenor del comportamiento de quienes vociferan, daría la impresión que el hombre y la mujer en vez de complementarse debieran ser enemigos.
En la toma de la UC, una de sus líderes ha dicho que acá estamos "nosotres" en alusión a una nueva referencia al ser humano que comprende a mujeres, hombres y una tercera descripción. Ya produce enfado la nueva moda de "nosotros y nosotras, niñas y niños, ciudadanos y ciudadanas", siendo que nuestro bello idioma simplifica la tarea de unirnos usando una sola palabra, la que no debiera hacer sentirse menoscabado (¿o menoscabada?) a nadie.
Claro que el "nosotres" suena todavía más insólito.
A esto cabe agregar una nueva situación basada en esta oleada justiciera del feminismo, la cual ha logrado con toda razón evitar acciones y palabras deshonrosas hacia las mujeres, con la instauración ya vigente en dos comunas de nuestra ciudad, de aplicar sanciones a quienes las agredan aunque sea de palabra. Pero en este ámbito, agresión de palabra, hay matices.
Un vendedor ambulante en la comuna de Las Condes, tuvo la mala ocurrencia de piropear a una transeúnte con la siguiente frase:"Coma más ensalada, para que conserve su linda silueta".
La dama en cuestión se dirigió al cuartel policial más cercano para denunciar tan "terrible" ofensa y basado en las nuevas disposiciones, su reclamo pasó a ser el primero "de los nuevos tiempos", con lo cual el infortunado pionero debería pagar una considerable multa.
Hay un dicho no sé si de origen nacional que se usa constantemente aquí en Chile: "Bueno el cilantro...pero no tanto".Yo agregaría otra frase empleada en este blog muchas veces:"Señor...¡dame tu fortaleza!"
La dama en cuestión se dirigió al cuartel policial más cercano para denunciar tan "terrible" ofensa y basado en las nuevas disposiciones, su reclamo pasó a ser el primero "de los nuevos tiempos", con lo cual el infortunado pionero debería pagar una considerable multa.
Hay un dicho no sé si de origen nacional que se usa constantemente aquí en Chile: "Bueno el cilantro...pero no tanto".Yo agregaría otra frase empleada en este blog muchas veces:"Señor...¡dame tu fortaleza!"