Amigos, de vuelta a Santiago, reanudo este peregrinar cibernético con un post que publiqué en octubre de 2008 y que cobra actualidad-creo- en medio de este verano de sol tan intenso en esta parte de sudamérica.
Con abrigo y bufanda...a 30 grados
Verano de 1961.
En Radio Balmaceda hacíamos Ritmo en las Piscinas, llamadas piletas en algunos países.
Era una competencia entre los bañistas de varios de esos establecimientos situados en distintos puntos de Santiago, organizada por la emisora para solaz de quienes se regocijaban en esos lugares, en época de vacaciones.
La disputa por premios no solamente abarcaba a personas que estaban en la misma piscina, sino que a ratos se competía también con quienes se encontraban en las otras, del modo más diverso: recitando, cantando o en conocimientos generales.
Todo perfecto, hasta que cierta tarde para “amenizar” el programa decidimos dar premios a las primeras veinte personas que llegasen a cada una de esas piscinas con atuendos completos de invierno, esto es sombrero, bufanda, abrigo, sweter, etc.
¡Imaginen el espectáculo, con 30 o más grados de calor!
Y, claro, llegaban los 20 primeros vestidos de esa forma, pero aparecían también los que no alcanzaban a estar entre los ganadores, pero que igualmente lo habían pretendido.
De este modo en cada uno de esos balnearios estivales se completaban unas 500 personas... con abrigo, bufanda, sombrero, botas y paraguas... a la orilla del agua de la piscina.
Era un espectáculo rayano en lo inverosímil. Cada uno “asado” de calor, pero compitiendo por el premio en buena lid.
A casi 48 años de aquel entonces, se me agiganta el recuerdo y las imágenes de quienes realizábamos la animación de los concursos en las respectivas piscinas; Juan La Rivera en una; Gastón Bunout en otra; Benito Limardo en la tercera y yo en la cuarta, que era la del entonces Estadio Municipal de Ñuñoa, donde hoy se ubica la Municipalidad de La Reina.
En los estudios de Balmaceda “movía el pandero” mi dilecto amigo y “compadre” Ruperto Estay, sensiblemente hace años ya bajo tierra.
En Radio Balmaceda hacíamos Ritmo en las Piscinas, llamadas piletas en algunos países.
Era una competencia entre los bañistas de varios de esos establecimientos situados en distintos puntos de Santiago, organizada por la emisora para solaz de quienes se regocijaban en esos lugares, en época de vacaciones.
La disputa por premios no solamente abarcaba a personas que estaban en la misma piscina, sino que a ratos se competía también con quienes se encontraban en las otras, del modo más diverso: recitando, cantando o en conocimientos generales.
Todo perfecto, hasta que cierta tarde para “amenizar” el programa decidimos dar premios a las primeras veinte personas que llegasen a cada una de esas piscinas con atuendos completos de invierno, esto es sombrero, bufanda, abrigo, sweter, etc.
¡Imaginen el espectáculo, con 30 o más grados de calor!
Y, claro, llegaban los 20 primeros vestidos de esa forma, pero aparecían también los que no alcanzaban a estar entre los ganadores, pero que igualmente lo habían pretendido.
De este modo en cada uno de esos balnearios estivales se completaban unas 500 personas... con abrigo, bufanda, sombrero, botas y paraguas... a la orilla del agua de la piscina.
Era un espectáculo rayano en lo inverosímil. Cada uno “asado” de calor, pero compitiendo por el premio en buena lid.
A casi 48 años de aquel entonces, se me agiganta el recuerdo y las imágenes de quienes realizábamos la animación de los concursos en las respectivas piscinas; Juan La Rivera en una; Gastón Bunout en otra; Benito Limardo en la tercera y yo en la cuarta, que era la del entonces Estadio Municipal de Ñuñoa, donde hoy se ubica la Municipalidad de La Reina.
En los estudios de Balmaceda “movía el pandero” mi dilecto amigo y “compadre” Ruperto Estay, sensiblemente hace años ya bajo tierra.
La foto es de imagenes.solostoks.com