El del título es un dicho campesino chileno.
Viene al caso porque tras perder 3-o ante Brasil, la selección de fútbol de Chile acaba de quedar marginada del Mundial de Sudáfrica.
No vale la pena analizar el partido mismo, en que los brasileños fueron muy superiores.
Pero sí el proceso de más de dos años, en que sin duda Marcelo Bielsa le cambió el rostro a nuestro fútbol, inculcando mística, disciplina, capacidad ofensiva, espíritu de grupo y otras características destacables.
No faltan quienes ya dicen que en este Mundial nos fue igual que en el de 1998, el último en que había participado Chile, porque entonces también superamos la primera fase y luego-para variar-nos eliminó Brasil. La diferencia, sin embargo, es enorme.
Esa vez llegamos a octavos de final, con escuálidos TRES PUNTOS. En esta ocasión fueron seis, obtenidos con un juego a ratos espectacular al que solamente faltó mayor poder de concreción, y tras haber conseguido un inédito segundo lugar entre los diez equipos de Sudamérica en la etapa clasificatoria, siendo solamente superados por Brasil, y doblegando, entre otros resultados, a Argentina en Santiago y como visitantes a Bolivia, Venezuela, Perú, Paraguay y Colombia.
Claro que no faltaron los desubicados. Aquellos que no trepidaban en decir al ser entrevistados en medio de la locura colectiva que despertaron las actuaciones de Chile, que íbamos a ser campeones del mundo, olvidando que hace pocos años fuimos los últimos del continente, como si de la nada se pudiera saltar sin etapas al todo.
En ese sentido siento vergüenza ajena por el tratamiento que ante cada partido se le dio al evento en los medios de comunicación, principalmente en televisión.
"¿Cual va a ser el resultado?"
"Ganamos tres-cero".
"No-dice otro- va a ser cinco-cero"
Son reacciones de hinchas o simples mortales que ni siquiera son aficionados habituales a este deporte, que se dejan llevar por pasiones sin raciocinio ni fundamento.
Ante esos ¿reportajes? reiterados y sin sentido, uno se pregunta si la estulticia viene de parte del interrogado o del interrogador... o tal vez del editor que plantea espacios dentro de los noticiarios o de ¿entretenimiento? basados en lugares comunes y resursos reiterados y demagógicos.
Sugiero para próximos casos, que se use alguno de los reportajes ya hechos con motivo del Mundial, y simplemente se lance al aire sin importar la circunstancia. Los "¿Quién gana?..."Por supuesto Chile"..."¿Por cuanto?"..."¡Tres---Cero", servirían como verdadero comodín para toda ocasión, sin necesidad de salir a ¿reportear? cada vez.
Igualmente, en el marco de esta sugestión colectiva que se produjo en Chile en torno al equipo de Bielsa, no es menor que en medio de miles y miles de compatriotas que pontificaban de fútbol, hubiera incluso señoras que ante las horas libres que generaban los encuentros en jornada laboral, en que las empresas autorizaban ver los cotejos por TV, "mostraban la hilacha" .
Sé del caso de una empresa en que labora un familiar muy cercano, en que algunas damas, por ejemplo, al empezar el segundo tiempo de uno de los partidos de nuestro cuadro, variaban súbitamente de favorito. Lo que sucedía es que ellas no sabían que en los 45 minutos finales los equipos...cambian de lado.
Pero, por ahora todo terminó.
Ojalá que el esfuerzo no haya sido en vano y que con Bielsa o sin él (ojalá con él), sigamos, como dicen también en nuestro campo, "echándole pailante".