jueves, febrero 08, 2018

¡Como en la canción, me voy pero volveré!...espero


Resultado de imagen para Hasta la vista

Amigos, (por cierto en el concepto también van las amigas, pero no quiero complicar nuestro idioma con la absurda moda del niñas y niños, ciudadanas y ciudadanos, perros y perras, chilenas y chilenos, americanos y americanas, compatriotas y ¿compatriotos?, ¿dentistas y dentistos?, todos y todas, doctores y doctoras y así hasta el infinito)

Pero, ¿en qué estaba?
Ah, en: 

Amigos, este blog y quién escribe entraremos en receso hasta aproximadamente mediados de marzo.
Durante este tiempo, tampoco tendré la oportunidad de visitar mis apreciadas páginas amigas ni realizar comentarios en ellas.
Espero a la vuelta volver a tenerlos de visita a todos y a reanudar nuestros, para mi, maravillosos contactos.

Como dicen los españoles...¡Hasta la vista!


lunes, febrero 05, 2018

La Fórmula E y los perros vagos



Resultado de imagen para Perros vagos

Santiago estuvo de fiesta con una fecha  de la Fórmula E de automovilismo deportivo y la presencia de estrellas mundiales de la especialidad. A diferencia  de la famosa Formula Uno, estas versiones son protagonizadas solamente por coches movidos por electricidad.  Sus admiradores sostienen que con los años, cuando no queden autos a motor tradicional como los de nuestros días y solamente nos movamos con coches eléctricos, existirá nada más que la Fórmula E debido a que los motores de ahora serán solo un recuerdo. Dicen que en el futuro Chile tendrá mucho que decir en la materia, por nuestro cobre y nuestro litio.

Pero lo que traeré al tapete no es la espectacular competencia que conmovió a los santiaguinos, sino el caso de decenas de perros vagos, que lamentablemente pueblan muchos sectores de nuestra capital. Para evitar alguna infeliz interferencia de esos canes en la prueba, una cincuentena de voluntarios recorrió en días previos la ruta, para atraer con alimentación a los animalitos. Estos con temor al comienzo tras habituales humillaciones, terminaron felices junto a sus sorpresivos benefactores, quienes luego los  llevaron a un recinto especialmente habilitado en el cerro San Cristóbal, donde por algunos días pudieron jugar, recibir más atención alimentaria y desparasitaria y convencerse que para ellos  también la vida puede ser bella.

Simultáneamente fue posible para el público observar la multitud de perros y llevarse en adopción al que más le simpatizara.Hasta ahí un cuento de hadas.

Pero ¿qué pasó al día siguiente al movimiento vertiginoso de los rivales de Fórmula E?
Muy simple: los perros que no resultaron adoptados, fueron colocados nuevamente en lo que había sido su habitat hasta antes de la carrera, o sea en la calle, entregados a su suerte, con las carencias de siempre.

El sueño a su manera, de un hogar, alimentación y cuidado, solo había durado para los desconcertados canes un par de días, un par de noches, un suspiro.