El "Bichi" Borghi debutó con un valioso empate en su calidad de DT de la selección chilena de fútbol. No de otro modo se puede calificar la igualdad a un gol lograda en la ciudad portuguesa de Leiria, ante la poderosa escuadra local, que aún sin Cristiano Ronaldo es una potencia.
En nuestro cuadro también hubo varias bajas, principalmente en el ataque. Solamente Alexis Sánchez estaba disponible como titular inamovible en ese espectro del campo, porque sucesivamente quedaron marginados por lesiones Suazo, Paredes y Pinilla y por fiebre Mancilla. Entonces no había alguien que recibiera con oficio de goleador en el área rival los generalmente bien dotados centros de Alexis. Faltó un futbolista de las características de Di Natale, el italiano que convierte en conquista un alto porcentaje de los centros del chileno en Udinese, club de gran campaña en el calcio peninsular.
El debut de Claudio Borghi, en sus tiempos de futbolista activo considerado alguna vez émulo de Maradona y avencindado en nuestro país desde hace más de una década, a excepción de épocas recientes en que dirigió en su país natal a diversos clubes, estaba bajo el prisma de la comparación con su antecesor el también trasandino Marcelo Bielsa y pese a que el parámetro de un solo partido es muy escaso, " El Bichi" no destiñó.
Aun cuando el ser humano suele tropezar muchas veces con la misma piedra, Borghi parece evolucionado y en sus declaraciones desde que está a cargo de la selección ha manifestado gran criterio, objetividad, moderación y un legitimo orgullo que lo llevó a entonar antes del encuentro en Portugal nuestro himno patrio a la par de los deportistas y los aficionados chilenos presentes en Leiria.
Es de desear que "El Bichi" de fácil dimisión en temporadas anteriores, que lo llevaron a renunciar en su momento por quítame esas pajas en Audax Italiano y Colo Colo, pese a sus grandes campañas, y luego en Argentina a Independiente y Boca Juniors, sobrepasado por malas rachas, ahora a cargo del llamado "equipo de todos" los chilenos, tenga la fortaleza espiritual y mental como para sobrellevar algún mal momento al frente del grupo.
En tanto, Marcelo Bielsa es mencionado como posible nuevo Gerente Técnico del fútbol de los Estados Unidos, en un cargo que le significaría una posición dominante por sobre el propio entrenador de la selección de ese país y con atribuciones, incluso, para modificar formas de campeonatos internos.
Tal como Borghi debe haber aprendido de exabruptos pasados, pienso que Bielsa también lo habrá hecho. No se me ocurre que en alguna ceremonia oficial con la selección de los Estados Unidos, al ser recibido por el mandatario de ese país, el rosarino pase delante de Barack Obama sin saludarlo y este le deba decir: "I am the President".
Tampoco imagino que en alguna elección de presidente de la Federación de Fútbol de los Estados Unidos en que se trate de reelegir el actual jefe del organismo Sunil Gulati, el cual pretende a Bielsa, contra algún contrincante de cualquier apellido, Marcelo dé un monólogo de prensa de más de dos horas de duración la noche anterior, para decir que si pierde Gulati él no trabajará con el señor Smith...o Russel...o como se llame el otro candidato.
Tal como el "Bichi", calculo que Bielsa también habrá aprendido de sus errores y en su caso de sus brotes de prepotencia.