La partida de un grande: Jorge Bravo Tesseo

                                       Jorge Bravo Tesseo y su nieta Antonia


No. No busquen mis gentiles lectores en sus respectivas memorias el vestigio de algún personaje famoso, porque  Jorge no lo era. Pero se trataba de un grande.

Jorge Bravo Tesseo, mi concuñado, mi amigo, se acaba de ir a los 74 años de edad. 

Hace ya tiempo, fue dejando de lado su blog, lineadeflotación, a medida que iba perdiendo la vista. Su último escrito de 2010 tuvo como comentarios el mío y ... 78 de esos malditos spam  en inglés que atormentan a los usuarios de la red, pero que los activos podemos eliminar. Vale la pena visitar su blog, aunque sea Post Mortem. Está lleno de cuentos, ironías y experiencias, junto a artículos de su hijo Jorge y su hermano Oscar, residente en Suecia.

Jorge Bravo Tesseo, el abogado, fue delegando su quehacer en su "Carmencita" adorada, mi cuñada, la que aportó a la causa sus facultades visuales junto con su abnegación.

Jorge Bravo Tesseo, el ser humano excepcional, se deterioró paulatinamente luego de padecer en ese orden, en forma sucesiva, tras haber perdido la vista de manera total, convulsiones con ausencia de conocimiento, dificultades para caminar más allá de las provocadas por su problema visual, intervención quirúrgica para extraerle un tumor cerebral,  el cual se le detectó a raíz de las mismas convulsiones y, más adelante, postración completa a causa de la aparición no susceptible de otra intervención quirúrgica, de un nuevo tumor en el cerebro.

¿Porqué ser humano excepcional? 

Porque nunca en los avatares de su existencia perdió su alegría de vivir. Porque defendía sus posiciones ideológicas con convicción, pero jamás descalificando las de sus interlocutores. Porque sus argumentos en cualquier circunstancia, eran siempre reflexivos, profundos, documentados.

Porque legó a sus hijos conceptos de humanidad, emprendimiento, tolerancia y acción, sin querer desviarlos de sus propias intenciones y pensamientos.

Porque ellos pudieron tomar la posta de su propia pasión por la lectura, al punto que en la ceremonia del paso de Jorge a la eternidad, ante la emoción de sus hijas Carmen Loreto, abogada, y Cristina, psicóloga,  los hijos varones de Jorge y Carmen exteriorizaron sus sentimientos de un modo literario y sublime. 

Eduardo, sociólogo y periodista, aparte de músico y escritor, se mandó una pieza oratoria de antología, recorriendo la vida de su padre y sus propias vivencias con él, lo que él mismo definió como una conversación con Jorge, mientras que el mayor, fotógrafo y microempresario, que lleva su mismo nombre, en otra intervención fúnebre memorable, habló de los que fueron habituales intercambios de opiniones con su progenitor, reviviendo sus fraternas y cálidas "discusiones" sobre la posibilidad abierta en cuanto a que terminada la vida el extinto llegara a Dios, o bien se aprontara para la reencarnación o, simplemente, como su padre siempre decía... con el último suspiro,  podría terminarse todo.

El momento más emotivo fueron las palabras de su nieto Martín, de 9 años, quién en pocas frases conmovió a los asistentes, en una demostración elocuente de que los genes suelen transmitirse a varias generaciones.

En cualquiera de las opciones expuestas acerca de los rangos que pueda tener la post existencia, sin duda Jorge Bravo Tesseo ya descansa en paz.