Lo había advertido el director técnico del popular Colo Colo, el club con más partidarios en el fútbol chileno. "Si quieren mantener una relación con este cuerpo técnico en un marco de cordialidad y mutuo respeto, les pido que durante mis conferencias de prensa desconecten el celular". Celular se le llama en Chile al teléfono personal. Con las palabras descritas les había hablado a los comunicadores Mario Salas el día de su presentación. "Dejo en claro que cuando alguien desobedezca esta norma de sana convivencia, daré por terminada la rueda de prensa y me retiraré" agregó esa vez.
Al estilo de los adultos que reconocen no
saber de un hecho histórico importante aduciendo que "el día que enseñaron
eso parece que falté a clases", un camarógrafo asistente a la convocatoria
no debe haber estado al tanto de la "amenaza" del DT y en medio de la
charla de Salas al sonar su teléfono en otra sesión con los periodistas hace
unos días, contestó el aparato. En ese mismo momento el entrenador dijo que iba
a responder una pregunta ya hecha y luego suspendería la reunión de prensa.
La drástica pero comprensible posición de
Mario Salas generó todo tipo de reacciones, la mayoría de acuerdo con la medida
punitiva, aunque con razón hubo reporteros que aducían su nula
culpabilidad en el hecho, como para quedarse por culpa de otro sin información
de Colo Colo.
La situación descrita reaviva un tema que tiene ramificaciones amplias. Son comunes las imágenes de adolescentes y no tan adolescentes siquiera, quienes sentados a centímetros de sus congéneres denotan un grado de total incomunicación entre ellos al encontrarse todos "whatsapeando" o inmersos en otra red social.
El asunto cobra peligro extremo en las calles y avenidas con conductores quienes pese a anuncios de sanciones pecuniarias de alto costo cometen la irresponsabilidad de conducir sus coches más pendientes del teléfono que está en sus manos que del volante, con el agravante que existe el sistema de "manos libres" pero pareciera que no para ellos.
Es claro. El mundo en poco tiempo ha experimentado avances prodigiosos inimaginables hasta para nuestros abuelos, siempre que entre ellos no se hubiera encontrado Julio Verne, pero a la vez al utilizar muchas de esas maravillas nos hemos convertido en una especie de esclavos cibernéticos.
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38 comentarios:
“ El día que enseñaron eso parece que falté a clases" que frase más profunda y real, mi querido maestro Esteban.
Me encanto tu publicación.
Fortísimo abrazo
Gracias Ricardo.Podría ser más común de lo que suponemos, amigo Ricardo.
Abrazo austral.
Caro Esteban, o tema de sua crônica não poderia ser mais atual, no que respeita ao uso indiscriminado do celular, como acontece no meio esportivo e em outros tantos da vida moderna. No meu entender, o celular (um progresso, não se nega) deve atrapalhar a vida do treinador de futebol, dos seus assistentes, da diretoria dos clubes, pelas intromissões de pessoas inconvenientes. Parabéns, amigo Esteban!
Uma ótima semana.
Grande abraço.
Pedro
Vim conhecer seu blog e vou ler com cuidado para comentar a devida altura.
Por eso, amigo Pedro, extendí la mención de la anécdota vinculada con la desobediencia del camarógrafo a las normas impuestas por el entrenador, a algo que nos afecta día a día, incluso a nivel de nuestros nietos, en mi caso. El estar y a la vez no estar, debido a la preponderancia de esa cuasi vida paralela que constituye el mundo de los celulares, con sus múltiples posibilidades de contactos.
Retribuyo deseos de una gran semana para ti.
Abrazo,
Esteban
Bienvenida Alice.
Y sin ellos no podemos vivir, como dices nos hemos hecho esclavos.
Un buen día.
Para bien o para mal, Mari.Pese a todo creo que para bien, no obstante los excesos.
También para ti, un buen día.. aunque en "mi" madrugada, te queden menos horas europeas.
Buen detalle el incluir la referencia a nuestro admirado Verne, al que parece increíble que se le pasara por alto este maravilloso aparatejo que tantas ayudas nos da en momentos de peligro, a la vez que tan inoportuno puede ser en manos incompetentes.
Saludos, Esteban.
Quizás, un poco exagerada la decisión de Maro Salas pero, lo entiendo, y para mi es hasta respetable esa norma. Porque si vienen a hablar conmigo, hablamos, pero no...
Mi móvil solo recibe y envía llamadas, ni internet, ni nada de nada. Y soy más feliz que unas pascuas.
Un fuerte abrazo, querido amigo.
A mí me da más miedo la gente que camina pegada a su teléfono y que encima se molesta cuando se chocan. Qué tal... él es el que no mira cuando camina, pero la culpa es mía.
En ese aspecto, Gabriela, también somos países hermanos. Los "fanáticos" de acá hacen lo mismo.
Bien escrito :)
Gracias Kinga.
Cierto ANA MARÍA.
No fue el mejor ejemplo el de Julio Verne, porque se le pasó por alto, efectivamente, "este maravilloso aparatejo".En verdad, debí haber sido algo más riguroso,pero me dejé llevar simplemente por el primero que se me vino a la cabeza, aunque sus notables aptitudes futuristas no comprendieran precisamente este tipo de avances de la humanidad.Me merezco el sutil raspacacho, amiga.
Un abrazo.
!Qué buena decisión, MANUEL!
Al estilo de los primeros tiempos del "aparatejo" (como le llama graciosamente Ana María), lo usas solamente para realizar y recibir llamadas. Con ello te simplificas la vida.
Abrazo.
El texteo y el hablar por telefono manejando , son armas contundentes y en muchos casos mortales.
Te dejo mi abrazo con inmenso aprecio.
Hay muchos por acá que no lo asumen, estimado Ricardo, poniendo en peligro además de sus propias vidas, las de cualquiera que se cruza en su camino.
Abrazo.
Olá, querido amigo Esteban, eu não sei onde o celular não incomoda!! São nos restaurantes, nas entrevistas como você contou, é no teatro, na rua, em reuniões com amigas... sempre essa geringonça está no meio e a qualquer hora, até num elevador! E nada urgente, são bobagens do facebook ou no Whatsapp!
Só pra contar a você, fui fazer um exame de imagem do abdômen, e tocou o celular da médica, pois ali mesmo ela combinou um encontro de fim de tarde numa cafeteria!! Fiquei tão irritada, com medo de que o celular alterasse o exame, que não conseguia sair da sala do exame, abria todas as portas...
Mas é isso mesmo que acontece no mundo de hoje.
Um beijo daqui do sul do Brasil!
¡Somos colegas, amiga Tais, del mismo amor "maligno"!
Queremos con fervor al celular tan completo que nos lleva
el mundo a nuestro poder en segundos y a la vez lo maldecimos cuando
nos resta comunicación con incluso los más cercanos.
Beso retribuido desde la capital de Chile.
Yo tengo "olvidos voluntarios" que no explico aunque reciba toda clase de recriminaciones de mis hijos. "no lo escuché, sin batería, estaba en el baño, etc" y así voy zafando de comunicaciones inútiles... Si te pasa algo... Ya te llamarán del hospital, les digo. Así voy bajando la ansiedad que produce este aparatito. Eso sí, no dejo de reconocer sus ventajas, aunque nunca llamo para decir "estoy llegando" como hace la mayoría. De acuerdo contigo amigo Beso
Rosa María:
Mi hija mayor, con todo cariño, hace años instauró entre nosotros la cultura del "estoy llegando", incluso antes de los celulares, en casos específicos, no "a todo evento", pero tomémoslo como mal menor, si es qué.
Un beso.
Justamente bajo mi casa tengo un campo de fútbol donde todos los días entrenan tarde y noche, chicos y chicas desde los 3 años. El año pasado estuvieron a punto de cerrar por pegas administrativas del ayuntamiento. Una vergüenza en lugar de preocuparse que la juventud haga deporte sano.
Y los ves con unas ganas e ilusión impecables
Zombis, Esteban, nos estamos convirtiendo en zombis, esclavos de los celulares y de la tecnología en general.
Creo haber leído hace poco,que por allá en algún país oriental, están instalando sensores en las calles para avisarle a los transeúntes "zombis" cuando haya obstáculos el su camino.
Un abrazo.
Esteban.....ejem ejem😉
4 más y nos olvidamos del 7 a 0....
😁
Lamentable el caso que expones, MARCOS. En todo caso veo que tu vecindario sería más apropiado para mi, dado tu poco interés por el fútbol.(Es broma. Uno siempre se conmueve con las actividades infantiles).
Yo también lo leí, RAFAEL, y me pareció el colmo de la rendición del hombre a la tecnología, en medida inaceptable.
Me pareció similar a la permisividad de los padres con los hijos cuando dejan que se cuelguen hasta de la lámpara, para no atentar contra "su personalidad".
Abrazo.
LILIANA:
¡Mentira!
Nosotros por lo menos hicimos un gol, así que les faltaron 5 para superar nuestra marca... dijo el mal perdedor.
Mi otro yo declara: en verdad nos ganaron sin apelación. ¡Felicitaciones!
Sí que parece drástica la medida tomada por una llamada pero... ¡Cada quién!
Respecto al uso del móvil, y por añadidura las redes sociales, leo esta mañana que una "youtuber" de unos 10 o 12 años ¡¡arrasa en las redes!! al lamer un inodoro. Sin comentarios.
Fuerte abrazo Esteban.
No hace tantos años no lo teníamos y ahora no podemos vivir sin él.
Feliz domingo
Y para mi lo mas terrible es el mal uso conduciendo.
Querido Esteban.
Abrazos grandes
¡Qué barbaridad, Ernesto! Preferiría no arrasar en las redes sociales y no lamer un inodoro.
Es así Trini. Y no ha pasado tanto tiempo.
¡Feliz lunes!
Acá en Chile, Marcos, han aumentado las penas para quienes conducen sin "manos libres" hablando por celular, pero no hay mayor diferencia. Lo siguen haciendo de modo absolutamente irresponsable.
Los retribuyo amigo Ricardo.
Estoy contigo Esteban, "esclavos cibernéticos". ¿En qué acabará esta locura de comunicación que no nos deja levantar los ojos de una pantalla?
Me parece muy bien la decisión Colo Colo y más cuando lo había advertido.
Un abrazo.
Y si levantamos los ojos de esa pantalla, Mara, puede aparecer uno de más porte que mientras se hunde en su celular, nos termina embistiendo.
Abrazo.
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