A mediados de 2012 tuve el privilegio de asistir en el Camp Nou de Barcelona a un partido de Liga. "Arropado" por la fina hospitalidad de mis amigos blogueros Quidquid y su esposa Gavina (sus nombres cibernéticos), llegué hasta el histórico campo de juego catalán, con la ilusión de ver a uno de los mejores equipos del mundo y a mi compatriota Alexis Sánchez, en el clásico duelo local frente al Espanyol.
Que haya sido una goleada a favor de Messi y compañía, 4-0, y que Alexis esa noche no haya estado ni en la banca, resulta a la distancia solamente una anécdota. Lo más estremecedor de la jornada, fue para un "outsider" como yo, la asombrosa unidad entre el equipo entonces dirigido por Pep Guardiola y los 9o mil aficionados presentes.
Al final del encuentro nadie se movía mientras la multitud entonaba emocionantemente y, como me dijeron se hace tras cada partido siempre, el himno del club. Era estremecedor escuchar a miles de personas unidas por una pasión común, poner el alma en cada estrofa. Al paso del tiempo creció en mi la convicción de que esa raigambre unitaria en aras de un ideal deportivo común, era indisoluble. Pero en horas recientes, se derrumbó la fantasía y mi equivocada creencia.
Bastaron unos cuantos contrastes del equipo blaugrana, para que toda la estantería se viniera abajo. De súbito, el astro de astros Leonel Messi, era un mercenario; el entrenador Martino, un incapaz; Iniesta y Fábregas, unos ineptos; Pinto, arquero circunstancial por la grave lesión del titular, se había convertido en un maric.. detestable, en fin.
La hasta hace tan poco gloriosa escuadra barcelonista, cuasi invencible, perdía en Valencia la final de Copa del Rey frente al Real Madrid y se convertía por ese "delito" en un grupo poco menos que de mal nacidos.Y las cámaras de televisión mostraban a todo el mundo, la peor expresión del fanático deportivo. A energúmenos que trasnocharon, aguardando el retorno de los futbolistas solo para injuriarlos, agraviarlos, minimizarlos y culparlos poco menos que de traición a la patria.
Mientras atónito veía como los hasta hace tan poco figuras rutilantes del fútbol eran agredidos verbalmente (si no hubiera habido protección, pudo haber sido peor) por seres frenéticos y destemplados, me venía al recuerdo lo que ahora me parece una quimera lejana. La noche en que incorporado a esa multitud, yo estaba convencido que el himno del club catalán, cantado con unción por miles de aficionados, significaba una señal perpetua de unidad por una causa y de orgullo inclaudicable.
Por supuesto, yo no pensaba en esos alucinantes momentos de mi presencia en el estadio, que al paso de poco tiempo los héroes iban a convertirse en villanos, Messi en mercenario, Iniesta y Fábregas en ineptos.
Cómo me duele que los hinchas de Barcelona, a quienes desde esa noche en el Camp Nou yo idealizaba como de otra estirpe, sean al final de cuentas como todos los hinchas de fútbol en el mundo, injustos, cambiantes y enceguecidos.
Termino el post esta noche de domingo 20 de abril:
En Chile una compañía de televisión ofrece todos los partidos de la liga española y en ese contexto pude ver la angustiosa victoria lograda hoy por Barcelona ante Athletic de Bilbao por 2-1 en el Camp Nou. Lo peor sucedió cuando ganaba la visita por 0-1 y aquellos"incondicionales" que observé y escuché cantar el himno de su club con real pasión hace menos de 2 años, empezaron a sacar pañuelos blancos de despedida a sus jugadores, en señal de gran reprobación. Luego los goles de Pedro y de Messi los hicieron desistir de su hostilidad e inconsecuencia.
Termino el post esta noche de domingo 20 de abril:
En Chile una compañía de televisión ofrece todos los partidos de la liga española y en ese contexto pude ver la angustiosa victoria lograda hoy por Barcelona ante Athletic de Bilbao por 2-1 en el Camp Nou. Lo peor sucedió cuando ganaba la visita por 0-1 y aquellos"incondicionales" que observé y escuché cantar el himno de su club con real pasión hace menos de 2 años, empezaron a sacar pañuelos blancos de despedida a sus jugadores, en señal de gran reprobación. Luego los goles de Pedro y de Messi los hicieron desistir de su hostilidad e inconsecuencia.
22 comentarios:
Eso es lo malo de los fanatismos, en fútbol y en cualquier otro deporte: logran sacar lo peor de quienes deberían seguirlo como una distracción y no como asunto de vida o muerte.
Lo que menos existe en los aficionados de muchos deportes, sobre todo en el fútbol, es deportividad.
DEBIERA SER COMPRENSIBLE QUE NO SIEMPRE SE GANA y es quizás en estas situaciones cuando el equipo debería contar con el apoyo de sus seguidores, sobre todo si se han esforzado en el juego.
Un afectuoso saludo.
Gabriela:
Definitivamente, amiga, los fanatismos no admiten más que pasiones bajas.
Chela:
En este sentido, apreciada "colega"jubilada, creo que en tiempos pasados procedíamos distinto.
Recuerdo de niño mi asistencia a los estadios, en que las pasiones deportivas se acababan con el pitazo final del árbitro y hasta se sentaban juntos hinchas de los dos equipos.Hoy eso es casi imposible, amén del fanatismo extremo de quienes hostilizan a sus propios jugadores.
Amigo Esteban, el F.C. Barcelona es víctima de su propia idiosincrasia. Es un club demasiado politizado por sus dirigentes desde tiempos inmemoriables y eso le está afectando mucho.
El futbol debe ser solo eso, futbol, pero nunca debe ser la bandera de una idea separatista. Mientras se gana todo esta muy lindo, pero cuando se empieza a perder hasta los aficionados culés fuera de la propia cataluña empiezan a dar de lado al Barça.
Si quieres ver una afición como Dios manda en España vete al Vicente Calderón con el Atlético de Madrid o al Benito Villamarín con el Betis. Eso si que es un sentimiento por el futbol y por el deporte.
Un abrazo desde España.
José María:
Importante testimonio el tuyo.Sobre todo por ser hincha del Betis que, como me has dicho en otra oportunidad, cuenta con la incondicionalidad de sus partidarios, esté en primera o en segunda división.La campaña del Atlético de Madrid es notable y espero que mañana le baje los humos al DT de Chelsea.
También te envío un abrazo desde Chile.
A pesar de no ser aficionado al futbol, no puedo estar más de acuerdo contigo. Un saludo
De fútbol poco entiendo, pero me entretengo igual cuando hay partidos importantes, ahora estoy esperando el mundial jeje.
Cariños para ti.
mar
Felipe:
Más vale que no seas aficionado al fútbol, en lugar de convertirte en un fanático enceguecido como aquellos. Retribuyo cordialmente el saludo.
Mar:
Todos estamos esperando la fiesta del Mundial.Unos con mayor fervor que otros, pero es normal amiga.
Vayan también cariños para ti.
No estoy habilitado para opinar sobre tu relato, solo puedo decirte que acá en Argentina hay muchos que no lo quieren a Messi.
En nuestro país había un personaje cómico apodado Minguito, que en forma de sátira reflejaba con sus expresiones el modo de ser de las masas. Hablando del triunfo decía "Hoy te hacen un manolito (monolito) y mañana un buraco (agujero)" . ¿se entendió? Saludos amigo Comentarista....
Interesante tu texto tr vi n lo de la bella Mar
un beso
Lao:
Se entendió muy claro, amigo poeta.Y es una gran verdad.
Recomenzar:
Así es como nos vamos reencontrando, amiga, en cualquier rincón del mundo cibernético.
ESTEBAN
Las canas se transforman en ganas y la juventud sigue
Si no fuera por los dolores y el espejo que demuestra las arrugas seguiríamos locos como antes
sin edad en el tiempo de la vida.
Gracias por tu hermoso comentario
No te pierdas
tu forma de ver las cosas va mas alla de los deportes
escribes bello
Recomenzar(Mucha):
Agradezco tus amables conceptos por lo que puse en tu blog, amiga.El tema de las canas y las ganas... daba para ello.
Apreciado Esteban.Son invaluables para mi, tus honestos conceptos, pero te agradecería mucho -si dispones del tiempo- que te dieras una nueva vuelta por mis blogs, en los cuales he hecho aclaraciones sobre el sentido positivo de sus textos, que posiblemente no hayan sido claros. UN SALUDO CON EL AFECTO DE SIEMPRE.
Lao:
Lo haré con todo gusto, poeta.
Los fanàticos siempre daràn la nota.
un abrazo
fus
Fus:
Y suelen ser notas muy desagradables.
Hola, Esteban:
Así es el fútbol, los jugadores y técnicos pueden pasa de héroes a villanos en un abrir y cerra de ojos.
Es una lástima pero así es, los aficionados perece que tuviéramos mala memoria.
Un abrazo y una oración por Vilanova.
Abrazos.
Rafael:
Comparto la pena por la prematura partida de Tito Vilanova.
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