Nos habían ilusionado en el sentido que todo estaba dado para aspirar a ganar la Copa Davis.
A ganar no solo este partido frente a Rusia, sino la final 2007. Pero toda la ilusión se fue al tacho. González falló ante Andreev y Massú también frente a quién fue, finalmente, el héroe ruso.
No hay reproche contra nuestros tenistas, porque en el marco de la escasez de triunfos internacionales chilenos, González y Massú, como antes Ríos, Ayala, Anita Lizana y algún otro, estuvieron y están a bastante más altura que cualquiera. La sola presencia de Fernando y Nicolás en los grandes partidos, es un lujo que muchos países más deportivizados no consiguen, pero de que estamos decepcionados...lo estamos. Para otra vez será, se dice. Como tantas veces. Pero primero nuestros muchachos deberán en septiembre triunfar, para MANTENERSE en el grupo mundial. Y puede que nos toque un rival tan difícil o más que Rusia y capaz que de visita.
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