sábado, febrero 27, 2010

Cuando la tierra te quiere tragar



Madrugada de sábado en Chile. Despertar súbito y violento. El país, lo sabemos desde siempre, es sísmico, pero ello no da motivos para mantener la calma ante cada remezón de la tierra.

Hay antecedentes repetidos de terremotos en diferentes zonas de la nación, con muchos muertos, heridos y damnificados. El de la víspera, confirma nuestra involuntaria vocación de tragedia. Cada segundo del sismo parece una hora. Entretanto, la casa se convierte en coctelera.
La llave no quiere encontrar la cerradura para abrir caminos a la huida.
En medio del terror y la impotencia, los gritos de mi señora, clamando por su madre de 93 años que a unos 30 kilómetros de distancia, también hace frente a este azote de la naturaleza.
Cuadros que caen, vidrios que se quiebran.

Al paso de los minutos y las horas, queda en claro que todos en nuestra familia somos privilegiados, al saber del triste destino de tantos compatriotas que perdieron mucho más que alguna foto enmarcada.
Vivimos una nueva calamidad telúrica. Por el momento, aún demasiado conmovido, no tengo otras palabras para describirla.

jueves, febrero 25, 2010

Luces y sombras del fútbol chileno



Nuestro fútbol, crecido magistralmente en la era Bielsa tiene, no obstante, luces esplendorosas y sombras lamentables.

Anoche, la inconducta inaceptable de algunos jugadores de Colo Colo, significó la expulsión de dos de ellos y la sanción en contra de 2 penales, en la derrota 1-4 en Porto Alegre frente a Cruzeiro por Copa Libertadores. Hasta antes de aquella actitud impropia, los chilenos jugaban de igual a igual, empataban a uno y parecía que incluso estaban en situación de ganar el partido.

Un poco más tarde en Río de Janeiro, por el mismo torneo, Universidad Católica no supo capitalizar que Flamengo quedara con un jugador menos, por expulsión, ya a los 2 minutos de juego y su falta de poder finiquitador le costó caro. Terminó sucumbiendo 2-o. Ni la compensatoria acción del árbitro Amarilla quién luego también expulsó a un local, pero recién al término del primer tiempo, justifica la pusilánime actuación de los nuestros.

Horas antes en las competencias europeas de clubes, nos pudimos alegrar por los goles de nuestros habituales seleccionados nacionales Alexis Sánchez y Mark González y, a la vez, lamentar por la lesión de Mauricio Isla que se agrega a la de varios de los posibles miembros de Chile en el Mundial de junio en Sudáfrica.

A todo esto duele una discusión, a mi juicio estéril, acerca de si Mauricio Pinilla debiera ser convocado a la selección de Marcelo Bielsa, por el hecho de ser goleador y gran valor actual en la segunda división italiana.
En ese sentido si apreciamos en su justa dimensión la indiscutible capacidad y logros de nuestro entrenador y seleccionador, dejemos que él resuelva conforme a su reconocido criterio.

Chile ha logrado amalgamar un combinado exitoso cuya estrella principal es el conjunto.
Pinilla, durante años, se caracterizó por su modo de enfrentar la vida muy lejos de las exigencias del profesionalismo, adhiriendo a la inconducta y el escándalo.

Por muy cambiado que él esté, hay que pensar que los actuales seleccionados clasificaron al Mundial con gran esfuerzo y mucho sacrificio y que en convocatorias previas sin Bielsa, el jugador iniciado en Universidad de Chile fue parte de la indisciplina que conspiró en contra de nuestros posibles logros.

Recordemos, a título de ejemplo, que el incuestionable nivel técnico e individual del fútbol de nuestros vecinos peruanos, se ha visto truncado por la arraigada indisciplina personal y colectiva de muchos de sus integrantes, lo que ha hecho que Perú de animador del fútbol sudamericano, haya pasado a ser comparsa.

Claro, todos merecen una segunda oportunidad, se dice. Si Bielsa le da una segun...perdón, una décima oportunidad a Pinilla, sabrá por qué lo hace y el grupo podría resistir, tal vez, la llegada de quién antaño fue factor de división en el plantel.

Si no, dejemos de hacer olitas.

sábado, febrero 20, 2010

¿Dulce o salado?



En un reciente atardecer acompañé a mi esposa al Supermercado.

Saliendo de la rutina de papas, cebollas y detergentes, de súbito me preguntó: ¿Compremos algo rico?. Por cierto le dije que sí, pero apenas decididos a la adquisición, nos fuimos espontánea y automáticamente a sectores diferentes. Ella a la zona dulce, en busca de algún trozo de torta (en otros países les dicen tarta), o un pastel de chantilly, mientras yo me dirigía a la zona de las empanadas y los platos preparados.


Una vez más comprobé que al pensar en bocados alimenticios, el paladar de mi media naranja y el mío son muy diferentes, o que nuestros cerebros al menos en esta materia... no actúan unidos.


Foto de:

infojardin.com

martes, febrero 16, 2010

Ritos de iniciación que son lacra


Hace poco, Chile se vio conmocionado ante las graves lesiones sufridas por un estudiante, quién fue “iniciado” brutalmente con ritos verdaderamente salvajes, al pretender el joven ingresar a la organización de los Boy Scout. Hasta hoy el desafortunado muchacho no se repone de la incalificable agresión de que fue objeto, lo que abrió las compuertas para suponer que esos casos en esa entidad, son más comunes que lo que se presume, aunque no hayan alcanzado tal grado de violencia.

El hecho hace recordar que cada año por marzo o abril, al recibir las universidades a sus nuevos estudiantes, estos deben sufrir por una mala costumbre institucionalizada y nunca desacreditada y suprimida elocuentemente, toda clase de vejamenes en lo que en nuestro país se llama “la semana mechona”, basada en que a los universitarios recién convertidos en tales, se les denomina “mechones”.

Cada vez a unas pocas bromas sencillas y bien intencionadas, se agrega la acción destemplada, torpe y prepotente de otros universitarios en contra de “los mechones”, muchos de los cuales sufren vejaciones y burlas, que terminan incluso en la vía pública con los desafortunados jóvenes con su pelo a medio cortar, pintados estrafalariamente y muchas veces solicitando apoyo de los transeúntes para poder conseguir unas pocas monedas que reemplacen a las que les han despojado y así, en medio de la risa de muchos, poder volver a sus hogares.

Para qué decir que en muchas ocasiones, hay “mechones” que terminan en postas de asistencia de salud o en hospitales, pero no obstante la mala práctica se reproduce año tras año, ante la desidia de quienes deberían poner coto a esta barbarie, en vez de lo cual practican una permisividad similar a la que existe con respecto a las llamadas barras bravas del fútbol.

Expongo estos hechos porque pienso que son un lunar maligno para un Chile que ha progresado enormemente en muchos campos, suponiendo que en otras naciones aquellos muchachos que logran llegar a la universidad o que quieren ser scouts, no son “castigados” con prácticas de ese tipo.

miércoles, febrero 10, 2010

¿Presidente o Presidenta?

He recibido hace pocas horas un comentario a un post que publiqué hace ya tiempo, bajo el título "El buen hablar".

Procedo a reproducir aquel nuevo enfoque al tema, porque creo que da para opiniones discrepantes, en el entendido que la Real Academia ha autorizado usar expresiones como las objetadas en el interesante análisis de nuestro lector.

En consecuencia, abro debate.



...esto es una excelente leccion de como se debe hablar y usar correctamente la lengua Castellana...leccion que yo necesitaba y aprecio mucho...quizas ustedes ya saben todo o parte de esto. si es asi, perdonen la redundancia.


CVM CULTURA GENERAL... En español, el plural en masculino implica ambos géneros. Así, que al dirigirse al público, NO es necesario (ni correcto) decir “mexicanos y mexicanas”, “chiquillos y chiquillas”, “niños y niñas”, etc., como el Presidente Vicente Fox puso de moda y hoy en día otros ignorantes (políticos y comunicadores) continúan con el error.


Decir ambos géneros es correcto, SÓLO cuando el masculino y el femenino son palabras diferentes, por ejemplo:“mujeres y hombres”, “toros y vacas”, “damas y caballeros”, etc. Ahora viene lo bueno: Detallito lingüístico... ¿Presidente o presidenta? –Aprendamos bien el español y de una vez por todas: ¿Presidente o presidenta?En español existen los participios activos como derivados verbales: Como por ejemplo, el participio activo del verbo atacar, es atacante. El de sufrir, es sufriente. El de cantar, es cantante. El de existir, existente.¿Cuál es el participio activo del verbo ser?:

El participio activo del verbo ser, es "ente". El que es, es el ente. Tiene entidad.Por esta razón, cuando queremos nombrar a la persona que denota capacidad de ejercer la acción que expresa el verbo, se le agrega la terminación 'ente'.Por lo tanto, la persona que preside, se le dice presidente, no presidenta, inependientemente de su género.Se dice capilla ardiente, no ardienta. Se dice estudiante, no estudianta. Se dice adolescente, no adolescenta. Se dice paciente, no pacienta. Se dice comerciante, no comercianta.


La Sra. Cristina Fernández de Kirchner
Y ahora en Venezuela, con eso del socialismo, también el presidente Chavez, hace uso de estas barbaridades.Un mal ejemplo sería:La pacienta era una estudianta adolescenta sufrienta, representanta e integranta independienta de las cantantas y también atacanta, y la velaron en la capilla ardienta ahí existenta.Qué mal suena ahora Presidenta, ¿no?Es siempre bueno aprender de que, como y por que estamos hablando.Caso contrario en Chile, donde lo aplican bien:- la Sra. Bachelet es Presidente.


Pasemos el mensaje a todos nuestros conocidos latinoamericanos, con la esperanza de que llegue a la Casa Rosada y a Miraflores, para que esos ignorantes e iletrados hagan buen uso de nuestro hermoso idioma.


Atentamente, W. Molina Licenciado en Castellano y Literatura(y no en Castellana y Literaturo)

jueves, febrero 04, 2010

Secarse las uñas...al volante

http://www.autodescuento.com/blog/wp-content/uploads/2008/12/mujeres-al-volante.jpg


Cuando las décadas de vida nos demuestran que venimos ciertamente de tiempos distintos, tenemos reacciones que a los jóvenes sorprenderían.

Es el caso del recuerdo de la época en que los semáforos eran manejados por Carabineros (policías uniformados en Chile), desde casetas situadas en lo alto de las esquinas, quienes procedían a cambiar a verde, amarillo y rojo conforme al movimiento de vehículos.

En aquel entonces los dispositivos de los autos no tenían necesariamente la habilitación para marcar con luces intermitentes que uno viraría, ante lo cual se procedía a extender la mano por la ventanilla si era hacia la izquierda y a levantar medio brazo si era a la derecha.

Imagino que ante cualquier defecto del coche en ese aspecto, esas señas son todavía válidas, por lo que me confunde cuando algunas señoras sacan sus brazos por la ventanilla...para secarse las uñas, o simplemente para refrescar sus manos, situación que alcanza igualmente a algunos caballeros.

Francamente en esas instancias es cuando con mayor razón compruebo que provengo de tiempos lejanos.

Foto de autodescuento.com