Hace ya unos 4 años, me referí al tema del mal hablar de los chilenos, en cuanto a que usamos un mínimo de palabras de la amplia gama que nos ofrece nuestro rico idioma, agravado por el hecho que, por lo general, incorporamos una serie de sonidos supuestamente vinculados con una palabrota, lo que hace que alguna conversación normal entre dos personas, sobretodo jóvenes, sea algo así como "mira hueón, no entendís la hueá, porque el tipo le había dicho a la hueona que el otro hueón no tenía naa que ver en la hueá".
Esa vez publiqué también que "cuando mis hijos eran pequeños, les inqulqué el respeto al buen hablar. Creo que entonces gané la batalla, la que ahora estoy perdiendo con mis nietos".
Los que trabajábamos en radio en tiempos anteriores, tratábamos de entendernos con los auditores de una forma aunque cordial y espontánea, con pleno respeto por la lengua de Cervantes.
Pasaron los años y hoy en el dial-el chileno al menos- abunda la procacidad. No es extraño que así sea, si en la calle, en el Metro, en los buses, impera el lenguaje vulgar y lleno de palabrotas, las que en Chile llamamos garabatos.
Expresé también en ese post, que en lo que atañe a la generación nueva de mi familia, "doy por perdida la batalla. Hace poco retiré a parte de mi elenco de nietos desde su colegio.Ya en el auto, puse la radio. De súbito, un actor al que estaban entrevistando y mientras yo le hablaba a los niños de la enorme variedad de palabras que nos permite el castellano, el famoso artista que conversaba en la emisora, empezó a expresarse con palabrotas, con lo que legitimó lo que yo descalificaba. Desde ese momento mis nietos deben pensar que el opa (abuelo en alemán) les dice puras "weas".
Para mis lectores del extranjero, vaya la aclaración en el sentido que "weas" es una manera de decir rápidamente "huevadas", en derivación de la palabra "huevón", la que es pronunciada entre nosotros "hueón "en una ágil adaptación del garabato al poder de síntesis.
También los lectores foráneos, deben pensar en la simpleza de las palabrotas o garabatos en Chile y tendrían razón, de no ser que esa expresión está tan arraigada que no es extraño escuchar conversaciones como la indicada a modo de ¿ejemplo? más arriba.
Si a ello agregamos que también en los medio audiovisuales chilenos siguen imperando los "hace años atrás", o los "dentro de algunos minutos más", o los "vuelvo a repetir", o los "a grandes zancadas", en vez de "hace años", "dentro de minutos", "repito" o " a zancadas" debo concluír que en este tema del buen hablar y también usando una palabrota, "estamos cagad..".
19 comentarios:
No es que me molesten las lisuras, pero sí me molestan (y mucho) cuando se usan de manera innecesaria. Usar insultos como interjección me parece una pésima costumbre, o como palabra final de una frase u oración.
Sobre las frases finales de tu entrada, ¿que te parece este diálogo?:
- ¿Cómo sigue Fulanito?
- Bien mal, a lo mejor no nos dura mucho más.
Gabriela:
Yo creí que el uso indiscriminado de "a lo mejor" era una mala costumbre chilena, nada más, pero veo que también pasa en el Perú,amiga.
Esteban, creo en todos lados está presente este problema de los "mal hablados".
Por éstos rumbos los más mayores tenemos que agenciarnos, cada tanto tiempo, de un FTP (File Transfer Protocol) para poderlos entender a los más jóvenes. Cada vez hablan peor y al cabo de un tiempo incorporan una moda que es más incomprensible aún.
La verdad no se a donde vamos a llegar por éste camino.
Recuerdo que en casa de mi abuelo, siendo niño se señaló que "el que mal habla, mal procede", como una línea de conducta a seguir. Años más tarde, ya trabajando, fui testigo de un suceso donde a un colega lo dejaban fuera del equipo, y lo relegaban en la organización, por sus modismos y expresiones.
El gerente señaló que no podía confiar en alguien que no se conducía correctamente, y dijo lo mismo que mi abuelo "el que mal habla, mal procede". Y ésto es una realidad en ámbitos competitivos, aún hoy.
Me parece que la educación, tanto la informal, la del hogar, que es la que sienta las bases, como la formal, flaquean en instruir correctamente éste tema del lenguaje.
Considero que se debe hacer más por evitar y corregir éstas modalidades que distorsionan el lenguaje. La televisión y la radio son importantes elementos difusores que se podrían utilizar para combatir esas malas modalidades.
Todo un tema de largo tratamiento ¿verdad?
Saludos Santiagueños
sucede también en Argentina Esteban, lamentablemente el deterioro del buen uso del lenguaje sumado al mal gusto en su manejo va aumentando. A lo cual se suma una pereza mental, ya que los medio audiovisuales les allana el camino de mensar dándoles las cosas ya armadas. A todo ello se suma es espantoso aumento de la faltas de ortografía. Realmente este problema me tiene desorientado.UN SALUDO AFECTUOSO AMIGO Y HERMANO TRANSCORDILLERANO.....
Jorge:
Gracias por tu amplio y tan documentado comentario.
Lo que más me duele, amigo santiagueño, es que justamente en los medios de comunicación, en los cuales pasé una vida, cada día se dan peores ejemplos, agregado al hecho(en Chile)de utilizarse horribles sonsonetes copiados por unos de otros.
Lao:
Lo curioso, hermano trasandino, es que cada vez que veo TV procedente de tu país, me da la impresión que en términos de calidad de voces, buena pronunciación, respeto por el idioma (aparte de las naturales derivaciones locales) y el no uso de los "sonsonetes" que mencioné en el comentario anterior, ustedes-en general- nos superan sin discusión.
Amigo não acredito que no Chile se fale mais palavrão do que em Portugal.
Especialmente os estudantes, falam palavrões duplos como eu costumo dizer. Ou sejam falam palavrão no sentido palavra feia, mas também falam no sentido em que dizem palavras que na maioria das vezes nem são de origem portuguesa, como por exemplo "bué" de anos em vez de muitos anos. Enfim deve ser global.
Um abraço
Elvira:
Veo, amiga, que es un problema que excede el idioma español.
Lamentablemente es así, hay un deterioro progresivo en la forma de expresarse, con muy poco vocabulario y gran mezcla de barbarismos extranjeros, que se toman como habituales. La televisión ayuda mucho a ello, pues los doblajes de las series televisivas, incluyen gran profusión de palabrotas queriendo identificar un lenguaje natural barrio-bajero que en realidad no es así.
Marcos:
Vaya, amigo. Lo que creí era una realidad chilena, veo que abarca a otros países de nuestro idioma común, incluyendo la cuna de nuestra lengua. Interesante aporte.
Amigo Esteban, se entendía muy bien lo de huevón. Es fácil, sobraba la aclaración, no obstante, nunca está de más.
Por lo que sé, es un problema general. En España ocurre lo mismo. Estoy de acuerdo con Marcos y con el resto de los comentaristas. Aquí, a las palabrotas las llamamos últimamente "tacos", ya ves. Y el ejemplo que tú pones de "huevón", si lo cambias por "tío", puede ser perfectamente un diálogo de chicos de aquí. Un "tío" por cada palabra. Yo estaría encantada si esas otras palabras fueran variadas y bien utilizadas, pero no. Tampoco.
Maluca:
Al menos tío suena más bonito.
Lo de las palabrotas llamadas tacos me sorprende.
Conocía la comida mexicana de ese nombre y las filas interminables de vehículos en nuestras calles y carreteras que producen "tacos".
Cuando joven decía que de mayor iba a recordar ser benevolente con el hablar juvenil. Pero cuando mi hijo se reúne con sus amigos es otro idioma diferente que debo reconocer me causa fastidio. Sabía que iba a ser así, guerra avisada no mata gente, pero igual preocupa, felizmente en la intimidad de la charla las cosas se tratan mejor que en patota, pero igual preocupa. Cuando estuve en Chile al comienzo me chocó la velocidad del español mas después me adapté bien, aunque ya estaba entrenado por mi señora que llega a velocidades muy cercanas a la velocidad de las chilenas. Se me viene a la memoria la crencia en el norte del Perú de si un niño pasa el año y no habla hay que enseñarle lisuras y de inmediato empieza a hablar, a mi hermano lo sentábamos a ver partidos callejeros de fútbol y de escuchar tantos insultos resultó hablando antes del año confirmando el mito. Después hubo que orientarlo para que hable apropiadamente.Un abrazo desde Lima.
Jorge:
Jajaja. En verdad, apreciado Jorge, quienes despotrican en los partidos de fútbol, contra el árbitro, los jugadores, los dirigentes y otros, son profesores de palabras feas y odio sin tope.
Hola, Esteban: Aquí te escribe un coterráneo. Buen tema, sin duda, pero una guerra perdida. Hasta es al revés: Mi nieto de 7 años leyó en un diccionario la palabra "Mierda" y su significado y me dice "¿En qué quedamos, 'mierda' no es garabato?" Pero seamos positivo: El idioma español es el más hermoso del mundo. Y afirmo que es bien huevón el que no está acuerdo. Abrazos.
Vicente:
¡Bienvenido!
Jajaja. Es cierto.
Amigo Esteban, sobre el tema tocado, creo yo, que tenemos la batalla perdida, y no es un hecho exclusivo vuestro. Los medios de comunicación actuales han globalizado también la forma de mal hablar. Un abrazo desde mi mejana
Felipe:
¡Vaya! Y si el mal ejemplo viene desde nuestra madre patria, peor que peor.Así y todo no nos disculpa, estimado amigo.
(¿Es verdad que en España no gusta que en nuestros países se le denomine madre patria?
Se suele hacer como reconocimiento de orígen.)
Felipe:
En homenaje al tema, me siento en la obligación de corregir la palabra origen, a la que le había puesto tilde.
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