Señora Fifa

Bandera de Togo

En mi ausencia como bloguero por un par de meses, el fútbol generó diferentes noticias y acontecimientos, ninguno tan demoledor y trágico como el atentado contra la selección de Togo que se dirigía a Angola para participar en la principal competencia de este deporte entre países, en el continente africano.

Sabemos que tras la criminal acción, el gobierno de Togo determinó el retiro de sus deportistas del certamen internacional, lo que ha hecho que la Federación Internacional de Fútbol amenace hasta con la desafiliación a la nación víctima de la masacre, que significó la muerte de tres de los integrantes de la delegación y heridas a otros, incluyendo a su arquero que se debate en un hospital de Sudáfrica adonde fue enviado de urgencia, en la frontera de la vida y la muerte.

Bien sabemos que a la FIFA, con razón en la mayoría de los casos, le produce urticaria que los gobiernos de los países se metan en sus cosas, pero los hay extremos como el que nos convoca, y que supera lejos los excesos de barras bravas y otras circunstancias de habitual ocurrencia.

Es una situación que pone en aprietos toda la estructura del fútbol mundial y que nos recuerda la manera irónica con que aquí en Chile cierta prensa se refiere al máximo organismo del balompié universal cuando este adopta actitudes, por decirlo de modo suave, “extrañas”.

Pese a que no se puede comparar un hecho tan demencial como el descrito con lo que paso a recordar enseguida, durante mi ausencia del blog hubo otro suceso repudiable por parte de la citada FIFA, que le resta a esa entidad gran parte de su prestigio.

Con motivo de la eliminación de Irlanda frente a Francia del próximo Mundial, tras una acción indignante de uno de los futbolistas galos, la FIFA se lavó las manos con argumentos inaceptables por la millonaria masa de aficionados en todas las latitudes.

Bien sabemos que el futbolista galo Thierry Henry tras impedir que la pelota abandonara el campo por la línea de fondo acomodándola claramente con la mano, hizo un pase gol que terminó en la red causando el único tanto del encuentro, ante la ineptitud del árbitro sueco y de sus colaboradores.

Lo asombroso es que el citado juez dijo días después que pensaba abandonar el arbitraje, pero no por sentirse culpable de un error monumental, sino porque se asumía perseguido y vilipendiado por la prensa mundial. ¡ Qué falta de autocrítica del referee nórdico!

Pero a lo que íbamos:

La inefable “Señora FIFA” decidió emitir un comunicado risible. Está claro que no podía anular el partido, porque tras la mano de Dios de Maradona en que tampoco pudo hacerlo, y en innumerables casos anteriores no tan trascendentes, ha habido decenas de manos intencionales convertidas en gol en todo el mundo y por supuesto fueron considerados errores humanos de los jueces e imponderables del fútbol.

Hasta ahí de acuerdo. Sin embargo la “salomónica” explicación de la “Señora Fifa”

fue una falta de respeto a la inteligencia de millones de aficionados. El máximo organismo del fútbol mundial dijo que no castigaba al astro francés, porque cometió su grave infracción en una acción previa al gol y debido a su “jugada” la pelota no terminó en la red rival, sino en la siguiente. Entonces, si Henry hubiera marcado directamente ¿Lo habría castigado?

Bien sabemos que NO, de modo que el argumento, resulta chocante, falso e hipócrita.

La bandera de Togo es de:

banderas-e-himnos.com