Cuando sé de los problemas de entendimiento que tienen quienes se ven obligados a cambios abruptos de país, pienso en mi propia infancia.
Recién llegados a Chile desde la Alemania de Hitler, a mis pocos años entendí mejor el castellano que mis padres.
Recuerdo que mi mamá me pagaba la simbólica suma de dos pesos que no alcanzaba ni para un dulce, con tal que yo le enseñara el idioma.
Mi convencimiento acerca de que lo dominaba bien se iba al tacho en las salas de clase.
“¿Qué hicieron ayer domingo niños?” decía la profesora. “A ver...tú Stefan” (todavía yo no asumía mi condición de Esteban).
“Ayer--debo haber pronunciado la ere al más puro estilo germano--fuimos a ver a unos amigos de mis papás, llegados en el mismo barco, que viven en Cólina”.
Mi respuesta generaba sonoras carcajadas en todo el curso.
Se trata de una localidad situada a pocos kilómetros al norte de Santiago, que en verdad es COLINA y no Cólina como yo la mencionaba, repitiendo la forma en que la nombraban mis padres.
Mi bochorno me irritaba y al llegar a casa reprendía a mis progenitores por “el delito” de no saber ellos acentuar debidamente el nombre de aquella comuna.
También recuerdo que cerca de mi casa de entonces había una calle- en verdad todavía la hay- que se llama Mar del Plata.
Al referir en mi curso que para venir al colegio debía pasar por Ma del Plata, sin ere porque mis padres no la pronunciaban, las carcajadas se multiplicaban.
“¿Qué hicieron ayer domingo niños?” decía la profesora. “A ver...tú Stefan” (todavía yo no asumía mi condición de Esteban).
“Ayer--debo haber pronunciado la ere al más puro estilo germano--fuimos a ver a unos amigos de mis papás, llegados en el mismo barco, que viven en Cólina”.
Mi respuesta generaba sonoras carcajadas en todo el curso.
Se trata de una localidad situada a pocos kilómetros al norte de Santiago, que en verdad es COLINA y no Cólina como yo la mencionaba, repitiendo la forma en que la nombraban mis padres.
Mi bochorno me irritaba y al llegar a casa reprendía a mis progenitores por “el delito” de no saber ellos acentuar debidamente el nombre de aquella comuna.
También recuerdo que cerca de mi casa de entonces había una calle- en verdad todavía la hay- que se llama Mar del Plata.
Al referir en mi curso que para venir al colegio debía pasar por Ma del Plata, sin ere porque mis padres no la pronunciaban, las carcajadas se multiplicaban.
Qué lejanos están esos tiempos, pero los traigo al presente como una pequeña muestra de los malos momentos que el cambio de idioma genera en traslados de país y continente, con reacciones espontáneas en el caso de niños, que por cierto no dominan sus impulsos, carentes los pequeños de cualquier atisbo de hipocresía o de diplomacia.
Por cierto fueron situaciones mínimas que no dejaron grandes huellas en lo emocional y que claramente no tienen la connotación de auténticos dramas de convivencia en tierras distintas, que experimentan miles y miles de refugiados, tanto niños como adultos.
52 comentarios:
la verdad es que debe ser super complicado adaptarse a un país que no es el tuyo, otro idioma, otra cultura, otra forma de vida, otra mentalidad, etc... Eso sí, yo creo que, dentro de las dificultades, los niños se adaptan mucho más rápido que los adultos.
Besos. Angie.
COMO SIEMPRE MUY INTERESANTES TU ARTICULOS...
UN FUERTE ABRAZO
Hola amigo Estaban:
Las personas que pronuncian varias consonantes juntas en una palabra deben tener una condición de adaptación mucho mayor que las que a veces nos "comemos" algunas "que nos sobran".
En el sur de España (sobretodo en Andalucía) todavía lo tienen más difícil (o más fácil), pues la mayoría de las veces los sonidos consonánticos desaparecen.
No te puedes imaginar un andaluz cerrado hablando en alemán! ¡ozú!
Un cordial saludo,
Luis
Discúlpame mi anterior comentario en el que erróneamente he cambiado tu nombre.
Ha sido sin darme cuenta. Mil perdones,
Luis
Angie:
Cierto amiga andaluza. (Por ahí Quidquid dificulta que tu gente pudiera llegar a hablar en alemán, alguna vez.Ja,ja,ja).
No tengo dudas que los niños se adaptan mejor a esas circunstancias.
Fernando:
Lo retribuyo cordialmente distinguido amigo caricaturista.
Quidquid:
No te preocupes. Es que "Estaban" haciendo algunas cosas.
Trataré de enseñarle alemán a nuestra amiga Angie, pese a que es de Sevilla.
Hola!!!!!
Que historia desgarrante, me hiciste acordar de mis abuelos, ellos llegaron aquí de adolescentes, dejando todo atrás, con el mismo idioma, entremezclándose con las costumbres de aquí…..
Un besote y abrazo de oso.
¡Qué entrada tan cálida Esteban! Desconocía tus orígenes, pero tu historia es tan parecida a la de tanta gente que ha debido pasar por el desarraigo...
Mi esposo, italiano, vino a la Argentina a los cinco años, a él le pasó lo mismo que a vos.
Me has traído recuerdos y me has hecho reflexionar, una vez más, sobre la infinita dulzura que los niños llevan dentro de sí, aunque a veces sus comentarios nos parezcan hirientes. En realidad es la honestidad y la espontaneidad que los grandes no tenemos.
Un besote inmenso.
Común y Liliana:
Miren como nos unen situaciones similares. En mi caso, como lo he dicho otras veces, soy chileno a mucho orgullo, como pude haber sido argentino, boliviano, canadiense o australiano, dependiendo del giro de los acontecimientos derivados de Europa y de las posibilidades más próximas de mis padres de salir... a donde fuera.
Cariños.
En cierto modo me has conmovido. Imagino tus esfuerzos y tu impotencia, tus avances y la falta de reconocimiento...
Unas vivencias duras.
Un beso caluroso, Stefan
Siempre he admirado el valor de las personas de dejarlo todo y partir a tierras lejanas y desconocidas. Más aun en tiempos pasados, en que poco o nada se sabía de las tierras existentes más allá de las propioas.
Uno de mis bisabuelos era catalán. Partió a los 20 años de su Rajadell natal, rumbo a Iquitos, una ciudad en la selva peruana de la que probablemente nadie a su alrededor había oído hablar. Nunca regresó a su tierra, ni de visita.
Sé que la canción El abuelo de Alberto Cortez para mi mamá es especial: es de su abuelo de quien se habla (aunque no era de Galicia, sino de Catalunya).
Admirable el valor de tus padres, que se sobrepusieron al miedo a lo desconocido.
Lindo post.
Hola Esteban, efectivamente es un ejemplo el que tú das para entender un poco lo que han de sentir los inmigrantes, cualquier persona que intente rehacer su vida en otro lugar, lejos de su casa, probablemente lo que menos se encontrará será comprensión, el mundo está cambiando y mucho, somos egoistas, desconfiados, alarmantes, cotillas y cada vez menos solidarios, menos humanos. Escribí un post hace un tiempo que lo titulé "SOMOS UN VIRUS".
Un abrazo amigo, didi.
Laquesuscribe:
Pero a la distancia, en el tiempo, no me parece dramático en mi caso. Sí en el de mis padres que no tuvieron elección posible, era irse de Alemania o terminar como terminaron millones, en cámaras de gas. Fue lejos...muy lejos, el mal menor,amiga.
Gabriela:
Por lo mismo que explico más arriba, no era una decisión de valor, sino de salvar el pellejo.
El propio y del hijo de tres años que era yo.No había alternativa.
Me impacta el caso que me cuentas.
Didi:
En esta materia, hay, efectivamente, millones de casos, muchas veces iguales...generalmente únicos, amiga.
¡Qué hermoso alegato has escrito, Esteban!
Cierto es que los niños no son conscientes de su crueldad.. pero duele ser blanco de risas a tan tierna y no tan tierna edad..
Y qué bien pensar en tantos y tantos niños que se enfrentan a otros idiomas, otras costumbres y tan a menudo son los maestros de sus propios padres..
besos, muchos, Esteban!
Penso que a língua é o que torna complicado a vida dos emigrantes.
Outros países outros costumes, nós nos habituamos. Mas não entender o que nos dizem, isso sim deve ser muito frustrante. Já vivi em Angola, e em Moçambique. Mas a língua é a mesma tudo bem. Para países de outras línguas, só fui aqui à vizinha Espanha. É a única língua que entendo além da minha, nunca tive problemas, mas eu falo tão bem espanhol que toda a gente perguntava se era italiana rsrsrs.
Um abraço
Yo creo que pasaría por cosas parecidas si me tuviera que ir a vivir a Inglaterra, Francia o Alemania.
Saludos
Hola, Esteban...
Muchas incomodidades soportaron aquellos que dejaron su terruño y otros tantos que actualmente corren con la misma suerte, al llegar a un país extraño, y más cuando se es un niño todavía.
Un abrazo.
yo hablando en aleman tengo que ser todo un espectáculo, esteban.. (si es en español y a veces se me traba la lengua y me invento algunas palabrejas que no veas, en aleman, ni te cuento...) jajajajajajajaja...
Selma:
Eres muy comprensiva, amiga.
Elvira:
...y, claro, es más fácil entender el castellano (o viceversa) a partir del idioma portugués, que desde esa ensalada de consonantes que es el alemán.
Cariños.
Daniel:
...pero terminarías haciendo un Kiosko Bloggero multi-idiomas.(Ja,ja,ja)
Rafael:
Efectivamente. En mayor o menor medida, el problema es eterno.Ustedes, amigo, viven el desarraigo-como lo explicas en tu
blog-también a nivel local.
Angie:
Ja,ja,ja. No es condición menor
poder hacer un espectáculo a partir de poco.
Es dificil?? fijate creo que sí...pero no me ha dejado huella ...Sigo aqui por eleccion propia ...Este pais me ha dado tanto o mas que el mio... por lo tanto lo he declarado mi amante perfecto ...Y aunque vuelva a mis raices serán viajes del momento Hace tiempo que supe que vivir aqui era mi lugar cierto besos
Recomenzar:
Tiene sus ventajas lo de la elección propia. Al menos en tu tierra de adopción...no pasas frío, amiga.
¡Hola Esteban!
He visto tu comentario en un blog y querido conocer el tuyo, me alegro de haberlo hecho, el artículo me ha gustado muchísimo, los cambios nunca son fáciles, el lenguaje resulta difícil aunque los niños siempre aprenden todo mucho más rapidamente, he visto en tu perfil que tu música favorita es Carlos Gardel, bueno, te diré que el tango es mi pasión y un lenguaje universal donde las "eres" no se necesitan, bastan, las miradas, los abrazos, escuchar la música, y el tango hace todo lo demás, sería mucho más fácil en la vida si pudiéramos entendernos los mismo que con el baile ese leguaje universal ( a mi modo de ver) especialmente el tango, donde bailemos mejor o peor, somos capaces de entendernos sin que importe el idioma, clase, raza...suficiente el 2x4.
Un abrazo.
Campanita:
¡Bienvenida!
Comparto absolutamente lo que dices. Con personas de tu mentalidad, sin duda el mundo tiende a ser mejor.
Abrazo.
Hola Esteban, hace tiempo no te visitaba. Espero estés bien.
En cuanto al tema, es clave que las sociedad receptoras, es decir, las personas, sepan promover la integración de los inmigrantes.
Es muy pertinente lo que planteas porque actualmente el flujo de personas es mayor que antaño y se vuelven claves principios como la tolerancia bien entendida.
Saludos fraternos
Jorge:
Me alegro saber de ti nuevamente.
Estoy de acuerdo en que el flujo de inmigrantes, tal vez no tan explosivo como al estallar la Segunda Guerra Mundial, se mantiene constante y que la tolerancia se hace imprescindible.
Saludos.
Qué lindo cuentas estas historias tan propias. Llenas de imágenes y permites que uno se vea dentro del escenario. Excelente. Un abrazo.
El exilio es algo doloroso per sé, cuanto más el tener que adaptarse y entender otro idioma. Emotivos recuerdos, hermano. Un gustazo leerte. Dejo un abrazo.
Esteban, te he linkeado en mi blog, espero que no te importe.
Un beso.
Alma:
Gracias, amiga.
Dante:
Lo retribuyo. Incluso en esos tiempos, tan lejos de la globalización, era más severo, creo.
Campanita:
Al contrario. Es un honor. Haré lo propio con tu página tanguera.
Hola Esteban, personalmente me resultan interesantes los acentos extranjeros, salvo el chileno que no lo entiendo jaja.
Puede que hoy en día la gente esté más acostumbrada a la diversidad, no lo sé. Lo único que me molestaba y aún me molesta es cuando hablan en otro idioma para que uno no entienda, aún sabiendo hablar el nuestro.
Pero a veces sin darme cuenta hago eso.
Besos
Estercita
Isabel Estercita:
Es que el acento o dialecto chileno es muy poco comprensible para cualquier extranjero. Nos comemos parte de las palabras y usamos una jerga asombrosamente distinta al original, como cuando en lugar de "entiendes" decimos "cachai".
¿Cachai?
Un beso.
Hola, Esteban:
Me encantó lo que escribiste.
Estudié en un colegio alemán que formaron unas monjas que "arrancaron" de Alemania. Nunca hablaron bien español, el acento se les quedó pegado para siempre y nosotros nos reíamos de la pronunciación, incluso las imitábamos. Los niños son muy crueles.
Después me pasó a mí con mis hijos con el inglés. Me dicen que pronuncio como alemana. Ja ja ja.
Bueno, tú llegaste chiquitito a Chile y hablas muy bien nuestro idioma.
Aufwiedersehen.
MNB:
¡Pero si supieras lo que me costó aprender a pronunciar la erre!...
CaRRRRIÑOS.
O, sea "egue".
A mí me costó la "e" en algunas palabras. Nos decían: Piensen en una "i" y digan la "e".
Ellas tenían problemas con los verbos. Decían : váyate en vez de ándate. También se les armaba un enredo con los verbos "ser y estar".
Y así guardamos con mis herman@s muchas anécdotas simpáticas.
mi abuelo materno llego a Chile desde Francia, y nunca perdió el acento francés, y eso que llego joven.
Muy interesante historia.
Saludos
que complicado ser inmigrante, bueno... yo vengo de una familia bien "gringa" de parte de mis 2 padres...
y si, tambien juega el desarraigo, que es muy fuerte.
Fijate como hablaban o hablan todavia algunos "tanos" el castellano, una suerte de cocoliche.
saludos
Hola Esteban, paso a saludarte y decirte que encuentro muy bella tu historia personal, y mas me gusta porque te sientes Chileno.
Yo amo a Chile y quiero lo mejor para nosotros, asi es que un abrazo y saludos!!!!
Justo en este mes han llegado a mi consultorio pacientes extranjeros, confieso que en todos estos años de terapeuta, este fenomeno jamas me habia sucedido...de francia y de españa.
Realmente reconozco que es muy dificil para los adultos y tambien para los niños adaptarse a totalmente otro mundo.... pero la mejor experiencia que me han dejado en mi trabajo como terapeuta...es que el sentimiento, la sensibilidad y la salud emocional no tienen idioma ni cultura... ha sido una bella experiencia... y les agradezco a ellos de todo corazon la confianza que han depositado en mi...
Es hermoso leerte...me hiciste pensar mucho en ellos...
Un abrazo esteban...por aqui de vuelta....
Contado de tu boca, de tus manos en este caso, todo tiene un sabor entañable y HUMANO con mayúsculas.
Te agradezco mucho tu mediación e información por lo de Dante, menos mal que volvio!!! jejejeje. Muchos besos. Nos vemos por aqí
MNB:
Ja,ja.¡Váyate!...No me suena desconocido.
Ulysses:
No me extraña lo de tu abuelo.
Piensa que en Chile tenemos comunicadores que nacieron acá, estuvieron diez minutos en España y tras décadas... siguen hablando como españoles.
Esteban:
Debe ser muy habitual en Argentina, estimado tocayo, con la cantidad de "tanos" que hay por allá.
Rodrigo:
Gracias amigo. Y eso que es solamente una minúscula parte de mi "historia personal".
Mariluz:
Me alegro por tus pacientes internacionales, amiga. Están en buenas manos.
Versosoy:
Saludos pequeña poeta. (Pequeña por lo de tu corta edad, claro).
Excelente. Mi pareja llegó a Argentina en edad de escuela primaria desde Uruguay y pasó situaciones similares.
El aprendizaje nunca es fácil.
mi tío, cuando llegó de Berlín a Chile (mi tía se casó con un berlinés, se fue a Alemania, pero volveron tiene que haber sido después del 36, porque veían venir una nueva guerra), decía (cuenta mi mamá y mi tía, o sea, su prima hermana) "esta gente es muy tonta, porque no me entiende"!
En Ulm, como es Alemania del sur, más bien, "rollean", la errrrrrre, o sea, más como los austriacos, que como los prusianos, o sea, no creo que suene tan mal a los oídos hispanoparlantes ;)
Calígula:
¡Noooo! Lo que son las cosas.
Uno piensa que en el hablar de argentinos y uruguayos casi no hay diferencia.
Marta:
Ja,ja,ja,ja,ja. Esa sí que es buena. Lo que decía la señora acerca de los que no la entendían.
lo decía mi tío, cuando nino ;)
me tengo que corregir un poco en cuanto a las erres...
la gente en Ulm habla dialecto suavo, que, en realidad no "rolea" la erre; pero, por estar tan cerca (la ladito) de Bayern y vivir todos juntos y revueltos, durante siglos, hay muchos que sí la rolean, más de acuerdo al acneto bávaro.
Los suavos son conocidos por extender la eeeeeeeeeee :)
un abrazo fuerte!
Marta:
¡Vale!
Gracias.
Sí, es complicado cuando vas de un país a otro y el idioma cambia. Lo sé por experiencia propia. Un placer leerte. Saludos.
Salvador:
¡Bienvenido!
Que hermosa recuerdos nos compartes Estefan, sirve para entender un poco más como se sienten los inmigrantes y ser mas solidarios con ellos.
Abrazos
Definitivamente todo cambio es dificil, y mas cuando se es pequeño. Recuerdo una vez que fui a Republica Dominicana, tenia 14 años, y aca en El Salvador, uno acostumbra cuando compra algo en X almacen, pedir una bolsa plastica para guardar las cosas que se han comprado. Pues estando en la isla, fuimos con unos amigos a comprar, y necesitabamos guardar otras cosas que no nos cabian en dicha bolsa, asi que una amiga, comenzo a pedirle a una de las dependientes que le regalara una bolsa, que si no tenia una bolsa, que necesitaba una bolsa, etc., cuando salimos de dicho lugar, ibamos indignados por que la dependiente no nos atendio sino que se dio la vuelta y desaparecio. Cuando se lo comentamos a un amigo dominicano, este comenzo a reirse y al final nos explico que ellos a las "bolsas" le dicen "funda", por que bolsa tiene una connotacion sexual femenina en la isla. Cuando supimos nos dio risa, pero a la vez tambien fue una gran verguenza al final, jajaja. Saludos Esteban.
Juan:
Ja,ja,ja.
Es parecido a las guaguas. No sé en tu país, pero en algunos de la zona las guaguas son vehículos de transporte público.
En Chile, en cambio, son bebés.
De ahí que si un chileno dice por ejemplo en Colombia que va "a hacer dormir a la guagua" la mayoría lo creería loco.
Jajajajajaja, pobrecito, lo que pasa es que los niños suelen ser un poco crueles y no entienden que no es culpa del que no domina bien un idioma y les causa risa, incluso hasta el día de hoy....
Un abrazo....
Que bonita entrada, amigo Esteban, me trajo viejas remembranza...yo fui nacida y criada entre familias de gringos (le decíamos así a todos los extranjeros que llegaban a trabajar al desparecido ferrocarril de Mejillones) y anécdotas como estas se repetían a menudo...pero lo más curioso, es que terminaban tomando los apodos de sus mal pronunciaciones...los niños aprendíamos al tirante!! Y no nos hacíamos problemas...jejeje
besitos
Soni
María Angélica:
Y es comprensible.
Sonia Antonella:
Ja,ja. Mi papá jamás habría comprendido la expresión "al tirante".
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