Turquía-Chile. No estuvo mal, pero....

La vieja frase "jugamos como nunca, perdimos como siempre" cobra nueva actualidad para el fútbol chileno, tras la derrota por la cuenta mínima sufrida por nuestra selección ante su similar de Turquía, en el marco del partido amistoso jugado en tierra de los semifinalistas de la reciente Eurocopa.


Lo remarcable es el espíritu constantemente ofensivo del equipo entrenado por Marcelo Bielsa y su entrega total a la causa, factores importantes si pensamos que se está próximo a los partidos clasificatorios para el Mundial de Sudáfrica, en que Chile enfrentará consecutivamente a Brasil, Colombia y Argentina.


Lo negativo y mucho, es que creándose los nuestros innumerables ocasiones de gol, ellas no fueron concretadas. Humberto Suazo, habitualmente brillante a la hora de definir, esta vez no acertó ni siquiera la vez en que ya no había portero al frente, pero en que un defensor alejó la pelota.


Alexis Sánchez no se dio cuenta durante toda la jornada, que la fortaleza y buena marca de sus antagonistas no recomendaban la insistencia en la jugada individual, que habitualmente le da resultado.


El encuentro tuvo gran vértigo por ambas partes. Durante muchos pasajes, el juego galano de los de blanco, que hoy eran Chile, mantuvo a raya el coro constante e incansable del público, quién jamás dejó de alentar al cuadro local en forma ensordecedora.


Turquía, en un partido de ida y vuelta, pudo haber marcado antes del gol de Halltintop, a los 29 minutos del tiempo final y también tuvo ocasiones después, pero Chile desperdició al menos una media docena de oportunidades claras. En el primer tiempo Vidal y Suazo fallaron en evidentes opciones de conquista, mientras que en la segunda etapa el mismo Suazo tuvo dos ocasiones inmensas más y otras veces la pelota quedó también rondando cerca del pórtico de la media luna.


Pero nada sacamos con llorar ahora sobre la leche derramada. En líneas generales tuvimos un arquero seguro, como Claudio Bravo, una defensa solvente, un medio campo llamativo, sobretodo cuando entró Valdivia por Matías Fernández, pese a que el futuro jugador de la Liga de los Emiratos Árabes se fue diluyendo en su accionar al paso de los minutos, al insistir en convertirse casi en un delantero más, siendo que se esperaba de él fundamentalmente la categoría de sus pases.
Era también la ocasión de ver en acción entre los retornados a la Roja, a Tello, quién-sin embargo-no fue considerado esta vez por nuestro entrenador.
Las entradas al final de Beausejour y de Fierro no gravitaron mayormente, tal vez por falta de tiempo.


En suma, quedaron aspectos muy positivos de cara a los compromisos en que se jueguen puntos determinantes, pero la falta de finiquito frente al arco rival nos sigue pasando una onerosa cuenta. Principalmente si el adversario puede celebrar, aunque sea una sola vez, como se observa en la imagen.