domingo, junio 25, 2006

Saquero


No ha habido hasta ahora mayor escándalo en el Mundial de Alemania, que la insólita determinación del árbitro belga De Bleckere en el partido Inglaterra-Ecuador, de sancionar tan solo tres minutos de descuento. Tal vez Ecuador no hubiera podido empatar en los seis o siete que correspondían y, en una de esas, capaz que Inglaterra hubiera aumentado. Pero no se debió esquilmar notoriamente a los ecuatorianos de la posibilidad de igualar el marcador, después que los británicos hicieran tiempo hasta más no poder. Su arquero Robinson, por sí sólo, estuvo tendido haciendo teatro, por casi dos minutos, más la atención correspondiente de su cuerpo médico. En las reanudaciones de juego, en los minutos finales, los ingleses demoraban y demoraban, ganándose hasta una tarjeta amarilla uno de sus jugadores, aparte de la que por el mismo motivo ya le habían mostrado a Robinson antes de su supuesta lesión. Pero De Bleckere dio 3 minutos de descuento, siendo que con los cambios nada más de ambos equipos, casi se llega a esa suma. Cuando se señalaron tres minutos de descuento se le tomó el pelo a todo el mundo deportivo. El juez debe haber creído que somos todos interdictos, incapaces de comprender cómo se generan los mentados descuentos. Y al final, por la cuenta mínima, "ratoneando", la llamada "Rubia Albión" se salió con la suya, quedando en deuda futbolística ante un equipo que como Ecuador hizo más de lo esperado durante el campeonato, pero menos de lo que las circunstancias aconsejaban en este partido definitorio: jugársela más, arriesgar un tanto, y no rendirse prematuramente ante los pergaminos previos de su contendor.

1 comentario:

eduardobravo dijo...

Muchos saludos tío, y que bueno este blog dedicado cien por ciento al tema del mundial.
Mucha suerte, y que el viernes gane Argentina jaja.