Noche más que inquietante vivió la selección chilena de fútbol en su incursión a Venezuela. Quién solamente sabe el resultado a secas, debe pensar que el 1-4 fue un paseo de los nuestros en la humedad y el calor de Barinas. Pero ciertamente no fue miel sobre hojuelas en esta larga lucha por llegar a Rusia 2018.
Los primeros 30 minutos se convirtieron en lo peor que ha hecho el equipo nacional en los últimos tiempos. Sin encontrarse en la cancha, errático en la marca y en los pases, con equivocaciones inmensas como la infracción sin sentido de Isla, que permitió el notable tiro libre y el gol venezolano de Rómulo Otero, quién juega justamente en nuestro país en el club Huachipato. De ese modo, muy pronto ya perdíamos. Para colmo en su debut oficial por la roja, nuestro portero Johnny Herrera tuvo una frágil resistencia en la citada acción.
Luego ante fallas defensivas en el marco del desconcierto de los nuestros, la Vinotinto pudo marcarnos el 2-0 perfectamente, hasta que Chile despertó sobre la media hora del encuentro y recién ahí produjo algo de zozobra en el pórtico de Contreras.
En esa faena y tras un choque en busca de un cabezazo, Mauricio Pinilla quedó profundamente lastimado. Cuando se creía en el necesario reemplazo, el futbolista de Atalanta siguió en la brega y brillantemente anotó el empate con, ahora sí, un cabezazo espectacular. Corrían 33 minutos y en honor a la verdad, la justicia de la igualdad para Chile a esas alturas, podía ser puesta en duda, pero bien dicen que goles son amores.
El cotejo era muy friccionado y en medio de una incertidumbre absoluta se inició la segunda etapa en que el propio Pinilla entrando por el centro, liquidó un gran centro de Beasejour para ponernos en ventaja. La defensa venezolana daba muchas franquicias, como que el tanto nacional nació de una estruendosa falla en la salida local.
Inmediatamente después, una infracción a Martínez que se iba sólo en demanda de nuestro arco, y que podría haber significado la expulsión de Gonzalo Jara, posibilitó un tiro libre contra Chile en la boca del área, sin consecuencias. Pero entre sus errores y aciertos, dos excelentes combinaciones del seleccionado chileno, permitieron otros dos goles rojos de Vidal, siendo el último una estupenda combinación entre Alexis Sánchez y el propio jugador del Bayern Munich, lo que configuró ese 1-4 muy engañoso.
El juez peruano Diego Haro tuvo un buen comportamiento, pero fue objetado por los venezolanos por la no expulsión de Jara y por los chilenos por la anulación de una jugada en que se señaló fuera de juego inexistente de Isla, antes que este hiciera el centro que terminó en las mallas después del silbato, pero aquello fue culpa del línea y no de Haro. Eso aconteció todavía en el opaco primer tiempo de los rojos.
Son tres puntos que mantienen a Chile en carrera y tienen a Venezuela casi eliminado, cuando falta tanto todavía por jugar.
10 comentarios:
Às vezes acontece que uma equipa é muito superior a outra e acaba perdendo a partida, e outras vezes, uma equipa que até não está a ser superior à outra em jogo, num golpe de sorte marca um, dois golos que catapultam a equipa para um resultado que não espelha o que se passou em campo.
Em Portugal se diz que a bola é redonda e caprichosa. Nunca se tem a certeza para que lado rola.
Um abraço
Esta vez estimada Elvira, se impuso la mayor experiencia internacional de los jugadores chilenos, que pesó a la larga y sin duda, como dices, hubo colaboración de la que llaman "Diosa fortuna".
Venezuela parecía que había tomado un nuevo rumbo desde la eliminatoria pasada, pero poco a poco se fue desinflando, tal vez porque ensillaron antes de traer las bestias y ahora se ven los resultados. En este partido, la experiencia y jerarquía chilenas sacaron adelante el resultado, felicitaciones.
Un abrazo.
Gracias Rafael. Recibe también mis felicitaciones por la nueva y contundente victoria colombiana, esta vez ante el hasta ayer líder invicto del grupo.
Pienso que los problemas suscitados por la renuncia hace unos meses de una enormidad de seleccionados venezolanos, de los cuáles volvieron pocos, significó el derrumbe de las aspiraciones de la Vinotinto.
Por supuesto me alegra la victoria de Chile, obtenida no sin un grado de incertidumbre, pero las fallas defensivas de los dueños de casa parecieron ser dignas de equipos como Liechtenstein, San Marino o Luxemburgo, o tal vez ni eso.
Abrazo.
¡Felicitaciones Esteban! Que prevalezca la dignidad antes que todo...
Por lo menos un peruano lo hizo bien en estas eliminatorias, porque de los 11 que jugaron en Montevideo mejor ni hablemos.
Gracias Lao. También felicitaciones para ti, porque Argentina ha recuperado su nivel (me refiero al fútbol, porque en política no me meto, jaja)y ya está en las colocaciones en zona cómoda.Uno parte de la base que de los Mundiales por categoría suprema de sus jugadores, es difícil que queden marginados Brasil y Argentina. A Brasil le está costando algo más, pero tampoco me parece que en un torneo tan largo como las clasificatorias sudamericanas, no le alcance para al menos ser cuarto o en el peor de los casos quinto, lo que lo habilitaría para repechaje.
Te lo he comentado antes estimada Gabriela, pero sigo sorprendido por el bajo rendimiento de los equipos peruanos en cada eliminatoria. Perder de visita en Uruguay por un gol de diferencia y con opciones de empatar, fue mejor que el 3-0 con que los charrúas le ganaron a Chile en Montevideo y en los fríos cálculos previos ambas derrotas estaban dentro de un marco de lógica, pero el no obtener buenos resultados en la suma general, hace la diferencia.En el caso de ustedes ningún DT ha podido enderezar el rumbo,ni el más pintado.Eso sí que asombra.
Aunque te veo un tanto insatisfecho con el juego de tu Selección, lo que cuenta al final, es el resultado, que es un paso más hacia la final.
Si ganáis el campeonato, los que consulten los archivos históricos cuando pasen unos años, seguro que nadie se va a preocupar de como se comportó la Selección, solamente interesará los resultados.
Ahora bien, a nadie le amarga un dulce, así, que a ver si en el próximo partido podéis "disfrutar" de la victoria.
Un abrazo.
Muy bien dicho Manuel. Efectivamente, "a nadie le amarga un dulce".
Abrazo austral.
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