Ciertamente no tiene nada que ver Halloween con
Chile. Pero pese a que es aceptable que el comercio aproveche fiestas
enraizadas entre nosotros como la Navidad e incluso los ya
“institucionalizados” días del Padre, de la Madre o del Niño para vender sus
mercaderías (falta crear el día del tío, el del vecino, el del primo o el de la suegra), en lo personal me resulta cercano a la intolerancia que en este
país situado al final del mundo geográficamente, nos hayan terminado por
imponer una festividad tan ajena como aquella
de origen celta, que es vivida en plenitud desde tiempos inmemoriales en
Canadá, Estados Unidos, Irlanda o el Reino Unido, y que precisamente los
irlandeses “exportaran” al norte de nuestro continente, donde se ha hecho carne
en las costumbres de millones de niños y
adultos norteamericanos, cada 31 de octubre.
Bien sabemos que la base de este juego para
niños, radica en “truco o trato”, que en otras palabras significa que me das
dulces o te hago algún daño, aunque sea pegarle chicles al timbre de tu casa.
Reconozco que debo aceptar agachando la cabeza
y mis convicciones, que mis nietos se solacen con esta celebración, porque es
casi imposible ir contra la corriente en el caso de los más pequeños, si ven
como en todo su entorno se ha impuesto esta costumbre. Al menos me preocupo que
si hay negativa en la búsqueda de su cosecha de dulces, no ejerciten su derecho
a venganza.
Alguna vez ya he escrito de manera similar ante
la fecha de otro Halloween, pero no puedo permanecer con mi opinión escondida
nuevamente, tras años y años en que esta celebración tan ajena a nuestra
idiosincrasia siga haciendo su aparición ¿triunfal? y provocándome la misma distancia inicial.
18 comentarios:
Acabo de poner en mi facebook un cartelito protestando por esta costumbre que en su raíz celta no hay nada bueno. Realmente era cosa de brujos y aunque "no crea en ellos, Garay, de haberlos, los hay" y no es que puedan hacer mal, sino que el pretenderlo ya es muy malo.
Mis nietas están con sus trajes comprados, serán unas brujitas preciosas y tiernas, pero el trasfondo es lo inquietante y tan ajeno a nuestra idiosincrasia como bien señalas.
En Alemania también argumentan lo mismo que acabas de escribir, pero....la fuerza de la copia de lo ajeno que es negocio para alguien es irresistible, parece.
Saludos
Desde que leí el verdadero significado de la calabaza, pues no es una fecha que recordara cosas buenas. Como era la víspera de todos los santos, estos estaban de fiesta y distraídos, por lo que "los malos" aprovechaban para hacer de las suyas y llevarse a los niños, Por eso los disfraces y sucios además, para que no supieran identificar a los niños y menos se los quisieran llevar sucios.
Ale:
Es así, amiga.Consideramos que se trata de un tipo de fiesta nada reconfortante en sus orígenes, pero por no defraudar a nuestros niños,(hijos, sobrinos o nietos)nos sometemos a sus designios.
Gabriela:
Lo malo, estimada Gaby, es que todos esos trasfondos no inquietan a quienes nos han impuesto costumbres tan ajenas.
¿Desde cuando Halloween se incorporó al Perú?
siento lo mismo como Argentino y, por lo menos durante mi vida no pienso permitir que, costumbres foráneas tan distintas a las nuestras, sigan penetrando como ya lo vienen haciendo desde hace décadas y con intereses planificados de manipulación......
Esa es mi opinión profundamente convencida amigo Transcordillerano y me alegra mucho tu planteo y reitéralo cuantas veces quieras que no está demás.
Lao:
Veo que en nuestras naciones hermanas, padecemos imposiciones foráneas similares.
Esteban aquí en Valencia cada año se hace mas presente, y se participa con los niños en los colegios, en los escaparates de las tiendas, cafeterías, vamos en todo. No lo entiendo por no ser de nuestra cultura, supongo que el cine y los juegos de computadora lo hacen familiar a los jóvenes. Desde luego Halloween tiene la batalla ganada.
En mis tiempos lo clásico era ir al teatro a ver la obra: D. Juan Tenorio,, de Zorrilla.
Marcos:
Pero en los tiempos actuales, el único Tenorio que deben conocer las nuevas generaciones,es un jugador de la Selección Ecuatoriana de Fútbol de ese apellido.Al menos por estos lados.
Amigo
De acordo, Halloween não é nosso!
e a mim não me interessa nada,
absolutamente nada!
É um cópia que não sei qual a razão
para chegar a portugal.
Gosto de seu texto, muito bom, mas não gosto do Halloween!
Abraço,
Maria luísa Adães
Maria Luisa:
Pienso que solamente la certeza de las industrias y las empresas vinculadas con el negocio, en el sentido que podía resultar altamente rentable su propagación en nuestros países, permitió sobre la base de una penetrante y hábil publicidad generalizada que esta fiesta que nos es tan ajena, se incorporara paulatinamente entre nosotros.
También te envío un abrazo intercontinental.
Hola Esteban:
No sólo esta fiesta sino muchas de las costumbres "anglófonas" invaden nuestros países... De "Papá Noel" a la "Guerra de las Galaxias" el consumismo a lo americano se impone en nuestros chavales y hace que se pierdan tradiciones ancestrales...
Incluso con el idioma... el lenguaje moderno tiene más anglicanismos que palabras normales...
No será una muestra que nos hacemos mayores?
Cordiales saludos,
Luis:
....y en nuestro caso particular, estimado blau-grana, bieeeeeeen mayores¡¡¡
A propósito: ¿Qué me dices ahora de Alexis?
Saludos a Gavina.
Marketing y entretención...no hay más que eso, para un pueblo que no quiere sus propias tradiciones.
Abrazos, Esteban
Mary:
De acuerdo, amiga.
Me mandaron un mensajito que decía...'dicen q Halloween no es español...¿pero hay algo más español que apuntarse a todas las fiestas.'
Creo que los chilenos tenéis el mismo problema..
Saludos!!
Lady Tea:
Jajaja. En verdad ese parece ser el problema.
La corriente (comercial) Halloween ha invadido el mundo. Aquí en Galicia, existia la costumbre celta, pero mucho más sencilla (simplemente lo de encender calabazas ahuecadas, asar castañas y poco más, los días 1 y 2 de noviembre, ha sido arrasada por las brujas, vampiros, y demás montruos del Halloween.
Bueno, yo me apunto a que celebren el día de las "tias", en el buen sentido de la palabra, puesto que no soy ni madre, ni abuela, ni suegra...ja,ja.ja...
Un abrazo.
Chela:
Mereces entonces en plenitud la denominación de tía, amiga.
Abrazo.
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