A fines de la década de los años 8o, un escándalo remeció el deporte sudamericano. En plena Copa Libertadores, el principal torneo de clubes del continente, los futbolistas de Olimpia y Sol de América, ambos equipos paraguayos, procedieron a ejecutar un claro fraude al intercambiarse goles sin mayor voluntad de jugar propiamente, hasta generar un insólito 5-4 a favor de Olimpia.
Para clasificar a la siguiente ronda de la competencia los dos cuadros guaraníes, era indispensable que ganase el equipo mencionado por un gol de diferencia, a partir de 4-3 y de eso modo dejar al margen al club chileno Colo Colo.
Esa vez no hubo castigo para los participantes en aquella mascarada y, por el contrario, en un hecho insólito, la propia entidad afectada, Colo Colo, contrató años después como su entrenador a quién había sido el capitán de Olimpia aquella vez.
Por su parte el director técnico de Sol de América en esa jornada triste para el balompié continental, era el actual técnico de la selección del Perú, que al paso de los años también trabajando en nuestro país y al ser consultado sobre aquel deplorable hecho, dijo al menos con mucha franqueza que " en la vida hay circunstancias de las cuales no nos podemos sentir orgullosos".
En los actuales JJ.OO. de Londres, la sombra del anti fair play se dejó caer una vez más, cuando en un partido de bádminton femenino entre Corea del Sur y Japón, ambos equipos trataron ostensiblemente de perder para jugar su eventual próximo cotejo frente a un rival más débil.
Fue tan evidente la maniobra, en que nada les importó la presencia de público que había pagado entradas para ver un partido de verdad y no una parodia, que los dos equipos fueron descalificados y eliminados del certamen.
Sin embargo nada se puede hacer en el mismo sentido, luego que Brasil le ganara a España en el baloncesto olímpico, de un modo muy sospechoso. Ya desde bastante antes de aquel compromiso, gente de la delegación hispana había insinuado que les convenía perder con los brasileños, con el objetivo de no tener que enfrentarse en el siguiente partido contra el "Dream Team" de los Estados Unidos.
Efectivamente España fue derrotada en un cotejo muy extraño, pero como no hay pruebas evidentes que señalen cualquier grado de desinterés en el triunfo, nada se puede hacer.
En suma, en el marco de las glorias y tristezas de estos espectaculares Juegos Olímpicos, hay situaciones en que el verdadero espíritu deportivo queda en duda.
Ahora escribo en domingo 12 de agosto. Estados Unidos acaba de derrotar a España en la final olímpica de baloncesto, por 108 a 100. Fue un gran partido, por cierto muy distinto a esa mascarada en que justamente para no toparse antes con el Dream Team, el elenco hispano no opuso la debida resistencia a Brasil.
Menos mal que aquella vez los brasileños dieron algo más de sí, porque de lo contrario habríamos tenido escenas similares a la inacción sucedida en ese malhadado cotejo de bádminton, entre Japón y Corea del Sur.
Pero quedémonos con lo bueno.
Tras todas las asperezas propias de una final como la de hoy en Londres, el astro español Paul Gasol, impregnado por la pena del contraste, fue estrechado en emotivos abrazos por la mayoría de los miembros del equipo norteamericano, pertenecientes a la liga de básquetbol más poderosa del mundo y en que actúa el propio notable jugador de la camiseta roja.
Esa escena de hermandad deportiva tras la batalla por el oro, resulta reconfortante y minimiza las facetas negativas generadas en partidos anteriores.
Ahora escribo en domingo 12 de agosto. Estados Unidos acaba de derrotar a España en la final olímpica de baloncesto, por 108 a 100. Fue un gran partido, por cierto muy distinto a esa mascarada en que justamente para no toparse antes con el Dream Team, el elenco hispano no opuso la debida resistencia a Brasil.
Menos mal que aquella vez los brasileños dieron algo más de sí, porque de lo contrario habríamos tenido escenas similares a la inacción sucedida en ese malhadado cotejo de bádminton, entre Japón y Corea del Sur.
Pero quedémonos con lo bueno.
Tras todas las asperezas propias de una final como la de hoy en Londres, el astro español Paul Gasol, impregnado por la pena del contraste, fue estrechado en emotivos abrazos por la mayoría de los miembros del equipo norteamericano, pertenecientes a la liga de básquetbol más poderosa del mundo y en que actúa el propio notable jugador de la camiseta roja.
Esa escena de hermandad deportiva tras la batalla por el oro, resulta reconfortante y minimiza las facetas negativas generadas en partidos anteriores.
21 comentarios:
No solamente el espíritu deportivo queda en duda, Esteban. También las ansias de cualquier persona de demostrar que es mejor que nadie en lo que hace, más todavía en el deporte, donde todo es competencia.
Gabriela:
Impecable análisis, amiga.
(Acabo de darme el gusto de votar por tu blog, en la competencia de páginas peruanas)
¡Gracias Esteban!
Más que muy interesante el post Esteban, aunque es lamentable enterarse de esas malas prácticas deportivas.
Atento al buen comentario de Gabriela, en éstos casos se trata de equipos, donde se considera la suma de habilidades individuales de sus componentes. ¿se conoce algún caso, de ésta criticable táctica, que haya sido aplicada por un atleta individual?.
Saludos Santiagueños
Jorge:
No recuerdo el caso de deportistas que individualmente hayan "tirado para la cola", como decimos en Chile.
En cambio, a nivel equipos sobretodo en el fútbol, hay otros casos.El más famoso es el del Mundial 78, en que para que quedara al margen Brasil y no eliminado el dueño de casa, Argentina debía golear a Perú...y le hizo seis goles.Con los años hubo algunos testimonios, pero nunca se pudo comprobar la supuesta ilegitimidad de aquel resultado.
Tampoco en el Mundial 74, cuando Alemania Federal ya clasificada,perdió sorprendentemente ante Alemania del Este, buscando según las suposiciones un rival más débil en la siguiente ronda.
Saludos santiaguinos.
Son cosas muy vergonzosas y seguirán pasando. Sin ir más lejos en el fútbol italiano ha pasado hace poco, cuando han descendido a un equipo que no recuerdo bien cuál. Me suena la Juventus y he leído que otra vez ha hecho cosas así, y lo tienen amenazado de bajarlo a tercera. Mal está mi mala memoria, porque puedo acusar a inocentes y es bueno recordar que estos "señores" se las traen.
Saludos, querido Esteban.
Parece que este tipo de escandaletes son cosa de todos los tiempos y suceden en todas partes, querido amigo.
Ale:
Esa es otra faceta de la antideportividad. La fuerza de las mafias de apuestas y los sobornos.
Tienes razón, amiga. Algunos de esos señores se las traen...y se los llevan (los billetes).
Cyrano:
Cierto. En todas partes "se cuecen habas" dicen.
Muy importante. Hay manchas que no se borran con el correr del tiempo. Deben quedar bien aclaradas para que no se distorsione con el tiempo. Gracias por ésto Esteban!
Que interesante recordaba algunos casos, como el caso de Argentina, pero no hubo pruebas, no recordaba el caso de del caso de Olimpia y Sol de América, Que vergüenzas practicas, En todo caso quede feliz con Tomás González que lo dio todo.
Las olimpiadas deben ser un orgullo
Abrazo Esteban
¡Qué vergüenza ese partido entre Sol de América y Olimpia! Todavía lo recuerdo. Sergio Livingstone dijo en ese momento que pareció un entrenamiento.
Con esto de Corea y Japón la palabra deporte pierde sentido. Totalmente.
Lao:
Lamentablemente hay casos que difícilmente se lleguen a aclarar.El actual, del partido de básquet entre España y Brasil es uno de ellos.
Francisco:
Cierto.Más vale quedarse con ese ejemplo admirable de superación, calidad y sencillez.
Carlos A.:
¡Y un mal entrenamiento!
Generalmente los aspirantes a un puesto entre los 11, se matan en las prácticas. Esa vez fue un burdo intercambio de goles, buscando un objetivo ilegítimo.
Es increíble que un deportista que alcanza el pase a un sitio tan anhelado y alto como lo son las Olimpiadas, pueda concebir siquiera hacer todo eso que mencionas, querido Esteban.
La pregunta al aire es si ellos, los jugadores, pueden hacer algo ante las órdenes de sus entrenadores. No lo sé, pero sí creo que el peso del arrepentimiento y la amargura que deben sentir los que propiciaron esta actitud antideportiva, lo llevarán toda la vida en sus conciencias.
Besos, mi amigo querido.
P.D. Mañana vamos con todo. No sé qué le pasa a Chupete... Tiene la casta de campeón, pero creo que tiene asignaturas pendientes en su vida que debe resolver. ¿Qué opinas tú?
Angélica Beatriz:
Dada la categoría intelectual de los componentes de la actual selección olímpica española, no culpo solamente al entrenador. Lamentablemente, contrariamente al caso del badminton, no hay pruebas concretas, aparte del ostensible desgano con que jugaron ante Brasil y la filtración de declaraciones previas acerca de la ventaja de no jugar contra EE.UU.
Acerca de Suazo estimo, querida amiga, que lo has retratado notablemente, en sus méritos y en sus defectos.
A mi me ha gustado mucho la gimanasia artistica con nuestro Tomas Gonzales y también el levantamiento de pesas femenino, he quedado impresionada.
Un abrazo para ti con cariño.
mar
Mar:
Lo de González fue estupendo.
El levantamiento de pesas para ambos sexos ha resultado electrizante, pero en el caso de las mujeres no me gustaría que alguna de ellas se enojara conmigo. Sería de peligro supremo, amiga, jajaja.
qué horror! no sabía lo de Espana... pero tampoco me extrana en absoluto...
Marta:
Dada la jerarquía indiscutible del deporte español, principalmente en la actualidad, a mi más que extrañarme, me sorprende, amiga.
Hola Esteban vengo a conocer tu blog desde el de Gabriela .Con respecto a tu comentario en su blog te digo que posiblemente sea porque antiguamente las berenjenas eran muy amargas cosa que hoy ya no lo son.
Me quedo por aquí.
Saludos desde Argentina
Norma:
Gracias por tu visita.
Celebro también tu explicación, muy lógica, acerca del injusto desprestigio de las berenjenas.
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