Todos tienen razón...todos están equivocados

Empiezo diciendo lo de otras veces. Como gran parte de mis lectores y el grueso de mis amables comentaristas son del extranjero, explicaré situaciones que en Chile son sabidas, pero que requieren clarificación para un mejor conocimiento de quienes no están al tanto.

Esta tarde se jugó uno de los clásicos de nuestro fútbol entre Universidad Católica y Colo Colo, en que tras muchos años la UC quiso ser local en su estadio de la precordillera santiaguina.

Hasta la fecha, el club universitario no jugaba en su reducto los encuentros frente a Universidad de Chile y Colo Colo, los otros dos grandes, por los inconvenientes que derivan de la presencia de las llamadas barras bravas rivales, que atemorizan a los vecinos y que suelen generar problemas de comportamiento a veces de mucha gravedad.

A decir verdad, la propia Católica cuenta entre sus adeptos con algún grupo de inadaptados, quienes en más de alguna ocasión han apedreado los buses de rivales, entre otras fechorías.

Pues bien: esta vez al jugar en su propio campo, los dirigentes de Cruzados S.A. determinaron al jugar un clásico de alta convocatoria en casa, rechazar la presencia de partidarios del rival, admitiendo que en una próxima ocasión Colo Colo estaba en su derecho al jugar en el Estadio Monumental, que pertenece a esa entidad, de rechazar también la presencia de hinchas de Universidad Católica.

En un comienzo el presidente de Colo Colo, Hernán Levy, admitió la legitimidad de la propuesta, pero luego se retractó, acosado por presiones de su barra brava, y propaló a los 4 vientos la teoría de discriminación inaceptable.

Al final, el partido se efectuó con presencia exclusivamente de partidarios de la UC y de algunos colocolinos que lograron filtrarse, obteniendo entradas haciéndose pasar por gente del dueño de casa. El día anterior la barra brava de Colo Colo fue al último entrenamiento antes del clásico para “ arengar” a su equipo y cantar estribillos tan provocativos como por ejemplo “vamos, vamos a San Carlos y al barrio de Las Condes vamos a quemarlo” en referencia a la ubicación del estadio que les estaba siendo vedado.

Pese a los presagios, todo se desarrolló con relativa normalidad y muchos hinchas de Colo Colo quienes pretendían llegar aún sin poseer entradas a San Carlos de Apoquindo, fueron impedidos de hacerlo por la policía, quién llevó a varios de ellos a sus cuarteles, reteniéndolos mientras se jugaba el cotejo, lo que desencadenó protestas de quienes atribuían el hecho a discriminación social, debido a que Colo Colo es considerado el equipo favorito de los sectores populares del país. Entre los “retenidos” estaba el líder de la “Garra Blanca” de Colo Colo, cuya personalidad queda reflejada en su apodo de “Pancho Malo”.

Mi opinión es que en esta historia todos tienen razón y todos están equivocados. Tiene razón la dirigencia de Católica, porque las famosas barras bravas han provocado lamentables situaciones, como saqueos a pequeños negocios en su ruta a los estadios. o robos a servicentros en sus viajes a regiones, entre otros episodios.

Tiene razón la gente de Colo Colo que alega discriminación.

Tiene razón la autoridad, al impedir el paso de quienes no poseían entrada ( no se vendían en el estadio mismo) para evitar pugnas posteriores o algún tipo de venganza.

Pero todas las posiciones tienen su punto débil.

Al negar Católica la venta de entradas a los aficionados rivales, por protegerse de los barrabrava, perjudicaba a miles de partidarios del adversario ocasional, que es gente pacífica e incapaz de hacer algún daño.

Al insistir la dirigencia de Colo Colo en sus supuestos derechos, no razona en cuanto a la incuestionable peligrosidad de sus hinchas extremos.

En todo caso, la violencia enquistada en nuestros estadios no se soluciona con un parche como el que exponemos, sino con una acción decidida de los dirigentes de los clubes que, generalmente por temor, o por sentirse apoyados en su gestión por los más vociferantes, no solamente hacen la vista gorda ante el mal comportamiento de aquellos hinchas, sino que además les favorecen con entradas liberadas, aporte económico y traslados gratis incluso a regiones apartadas del país, cuando juegan allí sus equipos.

Ah… el partido mismo lo ganó la UC a Colo Colo por un demoledor 4-0.