Perdimos...pero ganamos

Waldo Ponce, gran valor de la defensa chilena, pero que salvó apenas de la expulsión por su inconducta.

Las frías cifras señalan España 2-Chile 1 y Honduras 0-Suiza 0. Clasifican en consecuencia España y Chile a costa de Suiza y Honduras.

Daba gusto ver a Chile en la primera parte del tiempo inicial jugando de igual a igual con los hispanos, dilapidando incluso goles cantados como cuando Mark González sólo frente al arco, tras notable combinación previa, no le dio bien. Pero hay un viejo axioma en el fútbol que asevera que los goles que se desperdician en arco contrario se pagan en el propio.

Cuando a los 24 minutos Valdivia perdió una pelota en ofensiva y en la réplica hispana, ante una precipitada salida del arquero Bravo, Villa lo batió de lejos, el panorama se nos oscureció y la noche total pareció sobrevenir a los 36, porque mientras Iniesta nos dejaba abajo 0-2 fue expulsado nuestro mediocampista Estrada.

Menos mal que en el otro partido Suiza no abría el marcador ante Honduras. En ese minuto parecía más simple pensar en una hipotética eliminación de los helvéticos que en una remontada del equipo de Bielsa. Quedaba más de un tiempo completo y con 10 contra 11, ante una potencia como España, la cuesta parecía inexpugnable. Sin embargo Rodrigo Millar, uno de los hombres de refresco en los nuestros acortó las cifras ya a los 2 minutos del segundo lapso, lo que abrió expectativas de empate, pero fue una vana ilusión.

En suma caímos derrotados 2-1 y una vez más nos tocará con Brasil, ganador de su grupo, lo que repite el escenario de cuartos de final del Mundial de 1998 en Francia.
No me gustó por cierto esta clasificación tras una derrota, pero no se debe olvidar que antes habíamos logrado 6 puntos sin que nos alcanzara para avanzar de ronda, pese a que otros países ya estaban en la próxima etapa con apenas 4.
Fríamente analizado pareciera que ante los brasileños será el fin de nuestro paso por el Mundial, pero hay una frase muy repetida en el fútbol que calza en este punto:
Los partidos hay que jugarlos.

Ah...y un cogollo. Muchachos, hay que dominar los ímpetus excesivos. De nuevo nos llenamos de amarillas, hubo una roja y otros como Ponce se salvaron de la expulsión porque aparentemente el árbitro no se dio cuenta de la magnitud de su inconducta, al patear sin pelota a un rival.