¡Que viva María Amalia!

En la foto, Olive Riley, la bloguera de más edad en el mundo entero, muerta a sus 108 años en Australia.

Recuerdo la desconfianza con que afronté la llegada de la computación a Radio Minería en la década de los 90.
De súbito apareció la nueva tecnología.
Las legendarias máquinas de escribir eran desplazadas sin retorno aparente. Los periodistas jóvenes se sentían en su salsa, mientras yo como editor de prensa me encontraba ante el dilema de saber tan poco del monstruo, pero cualquier estudiante en práctica dominaba el sistema .
Un curso previo, rutinario y muy general, de poco me había servido. Por lo cual, junto a mi colega el periodista Manuel Riveros, recurrimos a los conocimientos y la buena voluntad del ex árbitro profesional de fútbol Isidro Cornejo, auditor y amigo de la emisora, experto en computación, como no lo era cualquiera en esos años.


Con las diarias visitas de Isidro al Departamento de Prensa y sus explicaciones "in situ" y de acuerdo a las necesidades reales, el monstruo se me fue achicando hasta que, como decimos en Chile, terminé "yéndome en collera con él".


Pasaron los tiempos y la vigencia de Internet se hacía latente. Radio Minería ya había dejado de existir. Trabajos posteriores requerían en otros puntos del dial solamente de mi voz y no de investigación satelital. El mundo inconmensurablemente amplio de la red no me era muy cómodo, hasta que para el Día del Padre de hace dos años mi hijo Mauricio, inserto como periodista de la nueva era en los vericuetos computacionales y satelitales, me"regaló" un blog. Preparó la configuración, el diseño, la biografía. Como quién dice "ahí está. Ahora... levántate y anda".


Por supuesto tras estos años todo me parece más fácil. Pero todavía, porque es una cuestión generacional, debo pedir muchas veces apoyo al propio Mauricio quién, ave de paso en mi casa, me explica rápidamente, junto con solucionarme algún problema con un movimiento de tecla que me parece obra de un mago y que no alcanzo a asumir para repetirlo luego.
Entonces recurro a mi nieto mayor, Carlitos, de 9 años, el que tiene más paciencia pero, lógico, menos cualidades didácticas a su corta edad. Sin embargo, suele sacarme de apuros. Él a sus 9... yo a mis 72 .¡¡¡¡¡ Cuando mi hija Paulina me asesora en la materia, con toda su enorme paciencia de odontóloga, aprendo a raudales.


En resumen, por Dios que es complicado para quienes hemos recorrido unos cuantos decenios más en la vida, lo que para los jóvenes de hoy y hasta los infantes de nuestros tiempos, parece tan natural como respirar. Sé de seres brillantes que a la hora del cambio prefirieron dar un paso al costado, como un familiar del altísimos cargos como abogado, pero que ya en la curva de los 60 prefirió jubilar antes de entrar a la vorágine computacional, mientras que el propio Premio Nacional de Periodismo, Julio Martínez, fallecido hace poco, no abandonó nunca su vieja máquina de escribir y se desinteresó del mundo computacional. Julio podía darse ese lujo. Por algo era J.M.


Todo esto lo traigo al tapete, porque sintiéndome en desventaja para maniobrar en estas lides a mis 72 años, he quedado admirado, asombrado, incrédulo en un comienzo, al saber de la muerte de la bloguera australiana Olive Riley a sus 108 años de edad. Según las estadísticas, la nueva líder por edad es la española María Amalia de notables 97 primaveras, quién es abordable en esta dirección:


http//amis95.blogspot.com


He entrado a sus páginas y me he deleitado con sus escritos y su manera de ver el mundo y la vida. Con su bondad y talento, nos da un excepcional ejemplo de adaptación al modernismo y con razón sus visitantes de todas partes de la tierra, alcanzan cifras millonarias.