Murió Juan Marino, el siniestro Doctor Mortis

Ha muerto en Trelew, República Argentina, Juan Marino.
Pese a su cordialidad y hombría de bien, era más conocido como el siniestro.

Sí, El Siniestro Doctor Mortis, su personaje notable.

La risa contagiosa y con tintes brutales que personificaba al comenzar sus radioteatros, le creó una fama imperecedera.
Juan se acaba de ir, 87 años después de su nacimiento en la austral Punta Arenas.

Lo conocí en mis comienzos en la actividad en Radio Cruz del Sur. El había traído desde Puerto Natales y Punta Arenas ese tipo de radioteatro, que hurgaba en las más abominables tendencias del ser humano.
Crímenes, vampiros, brujas diabólicas y otros personajes no menores, aparecían noche tras noche... atención...en vivo, en directo. No eran tiempos de grabar. No había lugar a las equivocaciones.

Los vi a todos en Cruz del Sur. A Marino y su elenco, agrupados frente a un micrófono, leyendo sus papeles. Los efectos sonoros eran espectaculares para la época. Pasos que se acercaban y alejaban sobre "la nieve" se producían al caminar un sonidista sobre un sinnúmero de papeles de diario y cartones. Total no había aún TV y los auditores solo se imaginaban las cosas.

Eran tiempos en que en los radioteatros las estrellas solamente requerían de buena voz, aunque no fuesen físicamente agraciadas. El público con su imaginación hacía el resto.

Recuerdo a Juan Marino en esos tiempos románticos del radioteatro. Yo, un principiante en el mundo de las comunicaciones, recibía sus consejos y sus halagos. "Estás para llegar lejos" me decía.
Incluso hizo una gestión para que se me contratara en la entonces naciente Radio Balmaceda.

No le resultó por el eterno círculo vicioso. No me conocían... y ¡cómo me iban a conocer mejor, si no me daban la oportunidad!. Años después llegué a la misma Radio Balmaceda, pero cuando ya me conocían porque había pasado, entretanto, por otra de las llamadas radios grandes que sí me dio la oportunidad.

Dejé poco después Cruz del Sur y aun que me parece increíble, nunca más vi a Juan Marino. Tomamos carriles distintos y él luego se radicaría en Trelew con su señora.

Hoy, al saber de su muerte me estremecí, al recordar su voz de ultratumba, sus artistas pegados al libreto frente al micrófono, pero también al añorar sus consejos y sus gestiones por mi.

Era un hombre de innegable bonhomía, envuelto en la máscara pública del Siniestro Doctor Mortis (foto:ergocomics.cl).