martes, octubre 31, 2006

Preguntas sin respuestas


Cuando en mi reciente incursión por la República Dominicana, una persona se quedaba esperando mi contestación después de preguntar ¿Cómo está?, llegué a la conclusión que en Chile somos autómatas en la materia.

"Hola, ¿cómo estás?". El otro replica: "Hola, ¿cómo te va?" En suma, ni uno ni otro llega a saber la situación real del interlocutor. Se trata de un simple cliché, al que no damos respuesta generalmente.

Esta situación me recuerda la espectacular e insólita contestación de mi amigo el locutor Mario Pesce, cuando le preguntan cómo está. "Muy mal, gracias"... dice, con gran seriedad, dejando la duda de si es broma o verdad.

Pero provoca el natural desconcierto de quién no está preparado ni acostumbrado, a escuchar nada más que el tradicional "Bien...gracias".

2 comentarios:

Carol Crisosto dijo...

Debe ser que no acostumbramos a detenernos por la vida para decir que pasa en nosotros quedándonos con el saludo protocolar de un hola cómo estás..... o simplemente aprendimos a quedarnos callados ya que nadie se detiene por no comprometerse con el otro. A veces suelo ir más alla, pero en sus rostros no hay gestos de apertura cosa que rápidamente nos hace asumir nos esquivan su interioridad.

Carol Crisosto dijo...

Ese llegar más allá nos incomóda,revela entonces nuestra vulnerabilidad.Cuestión mal entendida; no hay nada mas grato que saber del otro . SERÍA CONVENIENTE DAR EL PRIMER PASO
VERDAD!!