"Fábrica de humo para cigarrillos, ofrece un amplio surtido en el ramo. Precios módicos, Atención personalizada tanto a fumadores como a no fumadores.Taller principal, Bilbao esquina Recoleta".
Fueron tiempos, en mis comienzos radiales, en que el locutor tomaba un voluminoso kardex, desde el cual leía al menos durante 5 minutos, cada hora, la publicidad allí inserta.
Dependía de las necesarias inflexiones de voz, que su faena resultara grata, aunque por la natural monotonía que ese trabajo generaba, eso le era cada día más difícil.
Incluso, que ni siquiera pensara en lo que estaba propalando.
Convencidos de eso, quienes hacíamos nuestras primeras armas en el mundo de los micrófonos, decidimos poner a prueba el grado de concentración en sus labores del compañero de trabajo y con la irresponsabilidad de los pecados de juventud, incorporamos al kardex aquel, "comercial" arriba descrito.
Cual no sería nuestro asombro, al percatarnos detras del vidrio que separaba el locutorio de la sala de sonido, que el bueno de Juvenal (nombre de pila del lector de avisos) pregonaba a los 4 vientos el anuncio de aquella extraña fábrica, la que, además, tenía una dirección imposible, con avenidas separadas por varias comunas y muchos kilómetros de distancia.
17 comentarios:
Esos comerciales deben haber sido los precursores de los "¡LLAME AHORA, LLAME YA!" que con voz perentoria te instan a comprar un producto que tiene las mejores cualidades. Debe ser por eso que los comerciales son interminables.
¡HOLA ESTEBAN! me alegro de leerte. En nuestros jóvenes tiempos no teníamos la menor noción de que el cigarrillo pudiera hacer mal a la salud. UN ABRAZO.
Esteban;
Muy divertida anécdota, la concentración del locutor le jugó una mala pasada y leyó un aviso imposible.
Me imagino el desconcierto de quienes escucharon ese aviso al aire.
Un abrazo
Por desgracia, ahora, se leen también barbaridades (y se graban!!!), lo malo es que ni se percatan.
Gabriela:
Tanto entonces como ahora, un buen anuncio publicitario necesitaba y necesita de caminos diferentes.
Lao:
Cierto. El cigarrillo no era considerado un enemigo o un asesino silencioso.En ese aspecto hemos evolucionado muy favorablemente.
Francisco:
Tampoco se medía cuantos posibles auditores había ni menos la reacción de ellos ante cualquier situación.
Maluca:
Así es. Y bastantes.
En mi caso no tuve esa suerte y si leyeron el texto con atención. Hice la Mili en artillería, pero en la imprenta, donde se imprimía la Orden del Día, con el menú de la tropa. Hartos de la falta de carne en los platos. Se publicó en lugar de "Salteado de liebre con tomate", "Salto la liebre y quedó el tomate".
Toda la imprenta fue arrestada a cortarse el pelo al cero.
Marcos:
Jajajaja. Era una liebre muy especial, amigo.
Simpática la anécdota....¡cuéntanos más!
Saludos
AleMamá:
Gracias. Pensaré en otras.
Hola, Esteban:
Aquellas bromas de los años mozos, son ahora, gratos recuerdos.
Un abrazo.
Rafael:
...y por ser de esos años mozos, sucedieron. Como que no le tomábamos el peso a las barbaridades hechas.
Simpático.
Envío un abrazo.
TheJab:
Va otro.
Que buena anécdota, en estos tiempos los avisos radiales grabados han hecho perder la diversión que a veces da un pequeño error. Aunque en las transmisiones deportivas todavía se da la voz del locutor comercial en vivo. Saludos desde Lima Perú.
Jorge:
Y, en esas locuciones que mencionas, también se han producido anécdotas muy sabrosas.
Antes había más sentido del humor y se gastaban bromas que nos hacian reir. Ahora no hay sentido del humor y, por desgraci, los jóvenes cuando quieren divertirse actuan como vándalos en plan fanfarrón haciendo destrozos, al menos eso esta pasando por aquí ultimamente.
Un cordial saludo.
Chela:
Lamentablemente por acá también, amiga.
Claro que muchas veces el vandalismo lo practican también tipos que ya dejaron de ser adolescentes hace rato.
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