¿Recuerdan los médicos de antes?
Personalmente añoro a varios. Al Dr. Eduardo Ahués, el típico “médico de familia”, que solucionó cuanto problema de salud me aparecía desde mi juventud, con diagnóstico certero y medicamentación adecuada, o el Dr. Samuel Costa quién había atendido a mi señora en su infancia y a todos sus hermanos. Él fue luego el pediatra de mis hijos. Se le podía llamar a las tres de la mañana por alguna fiebre súbita de alguno y no se espantaba. Daba recomendaciones por teléfono sin necesidad de ir a su consulta. Si había necesidad de pedir una presencia domiciliaria, doctores como Ahués o como Costa venían sin problemas a la casa, aunque fuera después de su extensa jornada, porque eran de una vocación a toda prueba. ¡Vaya a conseguirlo hoy en día!
Cuando mi hijo tenía unos 18 años y al no poder dar varios médicos con el origen de su problema, lo llevé a la consulta pediátrica del Dr. Costa. Tras esperar un poco entre tantos niños, entré a la sala con mi “pequeño” ya bastante crecidito. Su médico de infancia descubrió, al ojo, que tenía un tipo de alergia. Con el medicamento correspondiente, Mauricio se mejoró en forma rápida, luego que los otros doctores no habían acertado ni por aproximación.
Hoy todo ha cambiado. Se ha tecnificado al máximo. Los médicos de las nuevas generaciones ya no necesitan aplicar experiencias de años en todas las ramas, porque hay especialidades. Y dentro de las especialidades, las sub-especialidades.
Si usted tiene un dolor en el pie, ya no va como antaño podía hacerlo donde su médico “de cabecera”. Esa es labor de un traumatólogo. Pero si aparte del dolor en un pie le duele el cuello, el traumatólogo que le atiende el pie, lo manda a otro traumatólogo…pero especialista en columna. Si tampoco supera ni el problema del pie ni el del cuello, debe ir donde un reumatólogo. Y en medio de todo, hacerse radiografías, scanners y exámenes de todo tipo que como circula de médico en médico y muchas veces de clínica en clínica, significa casi la necesidad de transportarlos en camión por su volumen.
El Dr. Ahués, el Dr. Costa y tantos de su estilo, como el doctor Fernando Arellano, han muerto. La medicina ha evolucionado. Pero si me apuran, en este tema, por mi experiencia personal, creo que el tiempo pasado fue mejor. Menos tecnologizado…pero más amigable, más humano.
18 comentarios:
Tienes razon,amigo mio, los medicos de ayer lo curaban todo, te daban tu receta e ibas donde el viejo farmaceutico,verdadero alquimista de la salud,que te preparaba lo recetado, mientras tu y tu madre o tu padre esperaban en la salita del costado a que te dieran la preparacion salvadora
Siempre he dicho que no hay como los médicos de antes. Si tengo que escoger entre un médico viejo y uno joven, opto por el de mayor edad.
Mi papá y mi tío eran médicos de profesión. Ambos caerían en la definición de médicos viejos. Alguna vez mi tío me dijo que el médico viejo está acostumbrado a diagnosticar al ojo, sin tanto aparato, pues en su tiempo no existían las modernidades de ahora. Así como pasó con tu hijo y su alergia.
Cyrano:
Ese farmaceutico-alquimista, también ha desaparecido del mundo de hoy.
Además, aquí en Chile, te recetan un medicamento cuyo original, esto es una marca determinada, te vale 10 veces más que alguno de otro laboratorio. Algunos médicos dicen que no puede usarse el sustituto porque no sería confiable. En tanto hay campañas de prensa para conseguir que la gente confíe en los productos más económicos, teniendo ellos el mismo componente.
Al final, no sabes qué hacer.
Gabriela:
Así es. Lamentablemente esos viejos médicos sabios, son cada día menos, querida amiga peruana.
Te tengo una maravillosa noticia.... están volviendo en gloria y majestad. Ahora son una "especialidad" llamada MEDICINA FAMILIAR, y los forman en la U. Católica. En Argentina la llevan, también. Si tomas una hora en la UC, puedes pedir con alguno de ellos y los hay para adolescentes también, como es el caso de San Carlos de Apoquindo. Doy fe de que te ven integralmente, no por presas, como está de moda.
Saludos, Esteban
AleMamá:
Lo sé, amiga. Pero no es lo mismo. Mi señora se atendió con una de ellas y al final de cuentas les faltan "los años de circo" de los médicos veteranos.Al menos en nuestro caso, la experiencia no aprobó.
Hola, Esteban:
Tienes mucha razón, los médicos de ahora estás robotizados, ya casi ni examinan y recetan sujetos a manuales y protocolos... Qué lástima los de antes.
Un abrazo.
Rafael:
Veo, amigo, que es una situación general. Por lo que dices, Colombia no escapa a la tendencia.
Hola Esteban,
muchisimas gracias por visitar mi blog, ha sido todo un placer conocerte, sobre todo si llegas desde un blog que sigo con tanto cariño con el de Gabriela.
Comparto lo que dices, pero afortunadamente me he encontrado con excepciones que deberia mencionar para ser justa. La mas señalada es la de Don Angel, pediatra de mis hijas y nuestro medico de familia. A el le consulto desde un resfriado de una niña, hasta como poder controlar sus rabietas, pasando por las alergias de mi marido y mis procesos gripales. Y siempre se detiene a explicarme, a enseñarme como tiene el oidito o como le tengo que preparar la comida para que conserve todas las vitaminas... como si tuviera todo el tiempo del mundo.
JUnto a el podria nombrar unos cuantos mas. Por eso, aunque en el conjunto este de acuerdo, creo que es de justicia contar estas buenas experiencias.
Gracias por invitarme y un saludo muy fuerte desde España.
(perdonad la ausencia de acentos ortograficos, mi ordenador a veces se vuelve un poco anarquico)
Laly:
¡Bienvenida!
Jaja.Me haría paciente de don Ángel. El problema es que su consulta me queda "un poquito" lejos.
¡Cuánta razón, Esteban! Yo me acuerdo del médico de mi familia como si fuera hoy. Se llamaba Montaña (seguramente que Montagna, pero a mis pocos años me sonaba a geografía, jajajaja)
Es como lo has contado, él venía cualquier día y a cualquier hora. Me contaba mi padre que una vez, teniendo yo unos tres o cuatro años, lo fue a buscar a su consultorio porque yo estaba con 40 grados de fiebre (en aquella época eran pocos los que tenían teléfono). El Dr. Montaña tenía el consultorio atestado de gente, sin embargo, cuando se enteró de la emergencia, y para no defraudar a nadie ¡se escapó por la ventana para ir a atenderme! Luego regresó a su consulta como si tal cosa. ¡Increíble pero cierto!
Ahora, Esteban, un especialista me deriva a otro y cada uno me manda a realizar estudios diferentes. ¡Estoy harta! (Alquilaré el camión en cualquier momento)
Me encantó este post, creo que es un merecido homenaje a todos los verdaderos, humanos y solidarios médicos que hemos perdido con el tiempo.
Besotes.
Liliana:
No tengo dudas, querida amiga, que médicos como los que nombro, deben haber existido muchos en nuestros países.Extiendo el homenaje a la memoria de todos ellos, como es el caso de tu inolvidable Dr. Montagna.
Y sin contar que los de ahora te piden exámenes de TODO para ellos hacerte un diagnóstico... lo cual redunda en gasto (a veces innecesario) de dinero... pero al parecer antes las profesiones se ejercían por amor y compromiso, hoy es todo por dinero...
(Disculpa mi tardanza Esteban en pasar por aquí, todavía estoy comiéndome los bombones que me regalaste jejeje cada día te recuerdo dulcemente!!! un abrazo)
Cheluca:
Puchas que te han durado los bombones, amiga. Y eso que han recorrido media América.
Ay, ay, ay Esteban...todo era diferente! Pero que le vamos a hacer vivimos en otro mundo. Hasta Benedicto XVI dijo hace unos dias si compara sus años de niñez con el mundo de hoy cree que vive en otro planeta!
Ludmila:
Yo también, al recordar mi lejaaaaaaaana infancia, creo estar actualmente en otro mundo, amiga.
Impresionante por los adelantos, pero añoro ...los médicos de antes.
Muchas gracias Esteban por tu comentario en mi blog Eslovenia. Con tu trayectoria me siento halagada! (no puedo escribir comentarios en ese blog no se que pasa)
Ludmila:
Gracias a ti. Me pareció un post notable por su franqueza y claridad. Muy didáctico.
Publicar un comentario