PUBLICADA POR PRIMERA VEZ EN
JUEVES, NOVIEMBRE 23, 2006
Micrófono del tipo que se utilizaba en radio Prat, a fines de la década de los 50
Radio Prat
En un post anterior me refería a Radio Prat, que marcó historia en su rubro, más allá de la connotación de su nombre (Arturo Prat, héroe chileno de la Guerra del Pacífico).
Esa emisora trajo al charro Jorge Negrete a Chile, por allá en 1945.
Allí hizo sus primeras armas en Santiago, tras sus inicios en el sur y un rápido paso por Radio Cooperativa Vitalicia Raúl Matas y se efectuaban ya a mediados de la década de los años 50 interesantes espectáculos tipo show cada noche, en un auditorio situado junto a sus estudios y oficinas, en ese entonces en calle Santa Lucía de la capital, frente al cerro.
Durante meses, recuerdo, las estrellas principales eran Silvia Infantas y los Baqueanos.
Lo que quiero contar ahora data de fines de los años 50.
Yo me había iniciado casi simultáneamente en la actividad, en Radio Continental y en Radio Prat.
Por 1954 participaba en Así Marcha el Deporte, con Raimundo Loézar Moreno y su equipo en esta última emisora.
Lo notable del caso, también impensable hoy en día, es que terminado el programa a las 20 horas, nos ibamos caminando TODOS quienes lo habíamos hecho, por Moneda hasta la calle Nueva York, donde estaban los estudios de Radio La Americana. Y allí, a las 20. 30 horas repetíamos lo mismo que habíamos dicho en la Prat, con otra característica musical-eso sí- y bajo el nombre de Sinopsis del Deporte.
Eran distintos los auspiciadores y don Raimundo, que hacía de empresario, arrendaba las dos medias horas de lunes a viernes, tanto en Prat como en La Americana. Pero el fútbol lo transmitíamos en Radio Prat, haciéndole la competencia entre otras a la propia Radio La Americana, donde campeaba el equipo dirigido por Héctor "Pituto" González y su sobrino, Luis Vicentini, hijo del exitoso boxeador chileno del mismo nombre.
En Radio Prat eran animadores y locutores, Mario Barahona, desde hace décadas trabajando en emisoras de idioma español en los Estados Unidos y un joven y promisorio Enrique Maluenda.
Ahora doy un salto en el tiempo, para referir una inolvidable experiencia personal.
En la misma Radio Prat, ya ubicada en calle Mac Iver, el director de deportes de la emisora por 1958, Nicanor Molinare de la Plaza, pensó con razón que había que hacer algo para transmitir la parte final del Mundial de Fútbol en Suecia.
Pónganse, eso sí, en la realidad de la época. Por cierto no había televisión. En Chile recién se estaba haciendo TV experimentalmente casi, en Valparaíso y en el Canal de la Universidad de Chile, ubicado en la Escuela de Ingeniería en calle Beaucheff. Tampoco nadie transmitía por radio desde Estocolmo y las demás ciudades de esa nación. Desde luego, Chile había quedado eliminado y no participaba del Mundial. Los argentinos, tras una horrible campaña, se habían ido en la primera vuelta en canchas suecas y con ello sus poderosas radios en onda corta, también.
La solución era Brasil. Jugarían la semifinal los amarillos contra Francia.
Entonces sintonizamos un gigantesco receptor de onda corta, conocido como Halicrafter o algo por el estilo.
Pero Nicanor, hombre de consolidado prestigio en la época no quiso arriesgar su fama con razón y se arrepintió de hacer lo que tenía planeado. Tampoco se atrevió Abraham Dueñas, de modo que el que se tiró a los leones fue quién escribe, imbuido con toda la vitalidad y el atrevimiento de sus entonces 22 años.
Con unos enormes fonos, yo escuchaba a duras penas una transmisión brasileña, que llegaba llena de interferencias por onda corta y además, lógico, en idioma portugués. Como simultáneamente debía relatar, se me perdía más "el original". Ante las dificultades, total ya estábamos lanzados y había que "echarle pa'lante", Nicanor instaló una especie de mapa sobre la mesa, con los nombres de los jugadores y debido a que él escuchaba mejor por el hecho que no debía hablar al mismo tiempo, me indicaba con sus dedos los supuestos desplazamientos de los futbolistas en la lejana Suecia. Yo me basaba como "fuente informativa" en lo poco que alcanzaba a oír y en las habilidosas manos de Nicanor.
Una aclaración. En todo momento dijimos lo que estábamos haciendo. No pretendíamos transmitir desde Estocolmo y revelábamos que la narración tenía como orígen una estación brasileña.
Fue tal el éxito que nos atrevimos a más.
Era un miercoles y la final Brasil- Suecia iba a ser el domingo siguiente.
Nos preparamos con esmero. Repetimos todo. El "mapa" con los jugadores estaba mucho más elaborado. Y me lancé al ruedo en esa espectacular final en que Garrincha y Pelé hicieron de las suyas.
Chile- o Santiago y en provincias hasta donde alcanzara la onda, para ser precisos- vibró con esa final que terminó 5 a 2 para la "verdeamarela".
Lo único malo es que con tanta interferencia no reparé en el último gol de los brasileños, que fue sobre la hora, y en Radio Prat sólo ganó Brasil por... 4 a 2. No obstante el mapa y los dedos de Nicanor.
Claramente, eran otros tiempos.
22 comentarios:
Algo impensable en estos tiempos, qué dirán tus nietos cuando les cuentas esta anécdota.
¿Te hablé del libro "En Sisicaya están matando a los de Conchucos"? Es genial, me hiciste recordar esa disparatada, pero posible, historia.
Ya imagino, Gabriela, lo que dirían mis nietos.
Es atrayente el título y la presunta trama de los victimarios de "los de Conchucos".
Tan lejos en el tiempo y no teniendo ninguna relación con lo que cuentas, tu voz ha viajado por las ondas y se ha colado hasta mi despachillo, así como vuestra imagen.
Nada más sugerente que lo auténtico. Y con este relato de creatividad en estado puro has logrado que os viera a los dos compañeros, jóvenes llenos de entusiasmo. Tu amigo mostrándote el desarrollo del partido resiguiendo con el dedo las jugadas sobre el “mapa”, y a ti inventando sobre la marcha los giros y percances de esa noche, que estoy segura, los oyentes de aquella época precaria nunca olvidarán.
Y tú tampoco, querido Esteban.
Uma coisa que hoje com os satélites e as câmaras de TV era impossível.
Abraço
Me ha hecho gracia! lo que pueden jugar las intransferencias de las ondas.
Un abrazo.
Agradezco, querida Ana María, que en este caso te empapes de los vaivenes de tiempos idos y de una especie de "mis" pecados de juventud. Pero diste en el clavo plenamente en que al menos yo no olvido ni olvidaré aquella jornada que se me agiganta incluso con el paso de los años, sobre todo porque ninguno de los otros protagonistas vive.¡Ninguno!
Efectivamente Elvira. Se pueden hacer cosas parecidas, pero sin el encanto de tiempos precarios en el mundo de las comunicaciones.
Abrazo.
Esas ondas a la medida de cada tiempo, amiga Mari, son capaces de todo, para transportar nuestras ocurrencias y desafíos.
Abrazo chileno.
Muy interesante.abrazos con cariño.
Gracias Lia.
Los retribuyo igual.
Aí está, amigo Esteban, mais uma de suas belas crônicas tendo por tema a História do Rádio no Chile, com especial enfoque nas transmissões esportivas. Apreciei a história contada a respeito de uma transmissão esportiva que uma emissora brasileira era captada no Chile com muitos ruídos, tão próprio daqueles tempos.
Não preciso dizer, Esteban, que me sinto atraído pelas histórias do rádio de um modo geral. Parabéns.
Um grande abraço.
Pedro
Comprendo Pedro tu atracción por las Historias de Radio, debido a tu participación también en el mundo maravilloso de las comunicaciones.Mi experiencia de entonces, como comprenderás,fue algo inolvidable y que me dejó una marca en lo más profundo del alma.
Abrazo.
Apreciado Esteban
Hace años he aprendido a no añorar pues vivo lejos de los míos y pienso en muchos eventos vividos, como acontecimientos que no van a volver y sólo me alegra la estela de bien. Sería fantástico que editaras un libro con las magníficas anécdotas que tienes en mente, estoy segura que se convertiría en el evento del año :)
Deseo que sigas siendo feliz con una salud formidable. Un abrazo, con afecto.
Tanto Radio Continental como Radio Prat se engalanaron con tu excelente conocimiento periodístico.
Es una opción válida la tuya, amiga Rud, pero en algunos casos como en el mío creo que me hace bien, pese a todo. Agradezco, en lo que vale, tu idea acerca de mis supuestas condiciones literarias.Esos buenos deseos sobre mi bienestar corporal y psíquico te los retribuyo con cariño, extensivos a tu familia.
Un beso.
Eres muy gentil Ricardo.
Pese a lo que dices, a esas Radios no les alcanzó para sobrevivir a los tiempos.
Las nuevas generaciones no saben en Chile que alguna vez existieron en Santiago una Radio Continental ni una Radio Prat. Ni se imaginan solo emisoras con el para nuestros días precario sonido de la Amplitud Modulada, conocidas como Radios de Onda Larga entonces, en tiempos como los de hoy de furor de las estaciones de Frecuencia Modulada.
Lo que puede el ingenio y las ganas, también tu creatividad estaba a tope, no me extraña que escribas y describas tan bien todo. Disfruté mucho tu explicación ya que recordar de donde venimos hace bien, documentarlo sería fenomenal ya que pocos saben hoy día del sacrificio por el hacer en cualquier rama, tema u oficio a desarrollar y que fuimos el semillero del que salieron los adelantos. Disfruté tu relato como si hubiera estado mirando el mapa. Abrazo.
jajajaja, RosaMaría. Te agradezco tu cariñosa disposición.
Claro que me habría resultado más cómodo el relato, si el equipo de tu país se hubiera podido mantener en aquel Mundial, porque la narración habría sido en castellano y no en portugués, tomada desde una emisora argentina. ¡Aunque no¡ Pienso que en ese caso simplemente hubiéramos hecho cadena de esa transmisión desde la Onda Corta y mi "aventura" no se habría llevado a cabo.
Abrazo.
Porque hoje se festeja o dia da Liberdade em Portugal, que começou há quarenta e quatro anos quando os militares depuseram o regime fascista e colonialista, vim trazer um abraço
Agradezco Elvira, que compartas conmigo tus emociones y alegrías.
Abrazo.
Guau, qué anécdota, fuiste muy valiente al hacerlo, felicitaciones. Son cosas que quedan perdidas en la historia, uno de tantos momentos especiales que la modernidad se llevó, pero que no están olvidados. Me encantan estos relatos, me hacen recordar los viejos tiempos en que mi abuela prendía su radio a tubos (que tardaba un rato en calentarse) para mover la perilla del dial AM. Y entre la radio Cronos, Portales, Minería y otras escuchábamos las voces de los locutores. Hablo de principios de los años setenta, aunque ella mantuvo esa radio hasta principios de los ochenta.
Me sumo a la petición del libro de anécdotas, yo estaría de los primeros en la fila para comprarlo.
Gracias Teobaldo.
Acabo de pasar por tu blog e inquietarme con el gato.
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